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Firmas contra la sangría de recursos en el CEIP Figueiroa de A Estrada

El centro cuenta solo con dos docentes cualificados para 90 alumnos con necesidades especiales

Integrantes de la ANPA ayer ante el centro, con el formulario de firmas.

Integrantes de la ANPA ayer ante el centro, con el formulario de firmas.

A Estrada

La Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) Picariños del CEIP Figueiroa de A Estrada inició una recogida de firmas para reclamar más profesorado de Audición y Lenguaje (AL) y Pedagogía Terapéutica (PT). En el centro hay 90 alumnos con necesidades educativas especiales y solo dos docentes especializados, además de la orientadora.

Desde la ANPA manifiestan que el Figueiroa, antes un referente en atención a la diversidad, ha perdido recursos desde el pasado curso hasta llegar a una situación «insostenible»: «Antes, el colegio era un ejemplo de inclusión, pero los medios se han ido reduciendo». Las familias explican que este año se suprimieron las sesiones complementarias que recibían algunos estudiantes, con el argumento de que «ya estarían preparados para seguir el ritmo de la clase». La asociación considera que muchos de ellos no están diagnosticados y continúan necesitando apoyo.

«Sabemos que en otros colegios de la zona, con muchos menos casos, tienen los mismos recursos», apunta la ANPA, que pone como ejemplo el CEIP Cabada Vázquez: «Tienen dos profesores y solo cuatro alumnos con necesidades especiales; nosotros tenemos noventa».

Ante esta situación, y tras enviar una solicitud el pasado 19 de septiembre a la Consellería sin obtener respuesta, las familias decidieron organizarse. Así, además de la recogida de firmas, convocarán una concentración ante el colegio y entregarán las rúbricas el 14 de octubre, coincidiendo con el consejo escolar, para que conste en acta.

Los puntos de recogida están en el propio centro, en el comedor escolar,O Copión, la cafetería San Paio, Garía Lorenzo, Anela, la Escola Infantil municipal, el Servicio de Pediatría del Ambulatorio, Anvances, María Martínez, el Hospital Clínico de Santiago y Conxo.

Finalmente, desde Picariños critican la falta de regulación: «En Galicia, un alumno con autismo cuenta como dos para calcular la ratio, pero la Xunta no define cuántos profesores hacen falta para atenderlo». En este sentido, lamentan que «mientras el conselleiro presume de la calidad educativa gallega, se recorta en educación constantemente».

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