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La estradense que llevó su lucha a Bruselas

Montse Terceiro Rey sufrió en 2018 un ictus con secuelas cognitivas que todavía sufre hoy en día. Eso la llevó a integrarse en la asociación Sarela, reclamando cambios en la situación de las personas con Daño Cerebral Adquirido, una lucha que la terminó llevando al Parlamento Europeo.

Montse Terceiro, en el anfiteatro del Parlamento Europeo.

Montse Terceiro, en el anfiteatro del Parlamento Europeo.

A Estrada

Montse Terceiro, directiva de la asociación Dano Cerebral Santiago de Compostela Sarela, viajó la pasada semana a Bruselas como parte de la delegación de Daño Cerebral Estatal que fue invitada a conocer el Parlamento Europeo y a mantener encuentros con diferentes grupos políticos. El objetivo de estas reuniones era dar a conocer el movimiento asociativo del DCA y sus principales demandas. «Fue una gran experiencia que espero que sea positiva en el futuro», afirmó Terceiro.

La estradense explicó que esta expedición fue organizada a través de la federación estatal. Tanto ella como el presidente de la asociación a nivel gallego, Luciano Fernández, acudieron como invitados. «Fue un paso grande para nosotros», manifestó recordando el trabajo que realizan a diario para dar a conocer el Daño Cerebral Adquirido y, especialmente, conseguir medidas que permitan reconocer esta enfermedad, creando protocolos adecuados a nivel general e individual.

Una vez en Bruselas, la expedición solicitó reuniones con todos los partidos políticos españoles que cuentan con representación en el Parlamento para plantearles medidas que consideran necesarias pero que deben venir desde una esfera internacional, no nacional. De todas esas invitaciones solo un partido aceptó reunirse con ellos. Fue el PSOE, cuyas eurodiputadas Lerie Pajín y Sandra Gómez, se interesaron por todas las cuestiones planteadas desde la asociación.

Asimismo, y también en la sede del Parlamento Europeo, se ha mantenido un encuentro con Alejandro Moledo, director del European Disability Forum (EDF), en el que ambas organizaciones han compartido puntos de vista e identificado posibles líneas de trabajo conjunto de cara a empujar la iniciativa.

A grandes rasgos, Montse Terceiro resume estas reivindicaciones en lo que sería un paso importante y clave en muchos sentidos, que el DCA pueda ser considerado como una «discapacidad». Esto permitiría que se creasen códigos diagnósticos y protocolos de actuación, además de que las personas afectadas por este problema podrían solicitar ayudas. Igualmente se podría formentar la investigación para intentar mejorar la situación de los enfermos. Para ello, la estradense considera clave obtener el respaldo de la Organización Mundial de la Salud, en un paso adelante que debe salir desde el Parlamento Europeo.

Terceiro no sabe si su expedición y los contactos que realizaron en Bruselas servirán para algo pero admite que moverse a estos niveles internacionales es algo que no se consigue todos los días y debían intentarlo. «Todo esto impresiona mucho. La ciudad, el Parlamento... es sorprendente. La verdad es que aprendes muchas cosas cuando estás aquí y ves esto desde dentro», añadió.

La estradense sufrió un ictus mientras estaba haciendo una ruta de senderismo. Tenía 38 años y dos hijos. No hubo avisos previos pero aquel ictus le dejó secuelas a nivel cognitivo que marcan su día a día desde entonces.

«Llevo cuatro años escuchando que no es para tanto pero hay secuelas invisibles que son muy difíciles para nosotros en el día a día. Hay por ejemplo gente que anda bien pero no es capaz de coger un autobús solo. No entiendes los símbolos, las letras o los horarios. Hay deterioros de un ictus que no son físicos», manifestaba la estradense en una entrevista para FARO. En ese duro momento Terceiro encontró el apoyo de Sarela y no dudó en sumarse a la asociación para difundir el DCA y pedir medidas que mejoren la situación de los afectados.

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