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Entrevista | Fernando Salgado Médico

«Con 15 minutos al día se mejora física y mentalmente»

En el marco del Mercadillo Sostenible que se celebró este domingo en A Estrada, Fernando Salgado impartió un obradoiro de Qi Gong, donde explicó en qué consiste esta disciplina milenaria y cómo puede transformar la salud física y mental de cualquiera

Fernando Salgado, ante el cartel en la Sala Abanca.

Fernando Salgado, ante el cartel en la Sala Abanca. / S. P.

A Estrada

Fernando Salgado es médico acupuntor y maestro de Qi Gong (o Chi Kung), una disciplina que imparte en universidades como la de Santiago, Oporto, Teherán o Puerto Rico. Este pasado fin de semana, dirigió un obradoiro de esta disciplina en el Mercadillo Sostenible Merca-con de A Estrada. Salgado, que compagina su consulta privada con la enseñanza, explica cómo la práctica regular de esta técnica puede convertirse en un recurso de salud duradero y gratuito.

-Para quien no esté familiarizado, ¿en qué consiste esta disciplina del Qi Gong o Chi Kung?

-El nombre Qi Gong significa el manejo de la energía. Son ejercicios que sirven para que la energía del cuerpo circule correctamente y potenciar la energía. Normalmente son ejercicios muy sencillos, sin mucha dificultad, y que se hacen de manera bastante lenta. El Tai Chi, que es lo que más conoce la gente, se podría englobar dentro de los ejercicios de Qi gong.

-¿Cómo lo descubrió?

-Estuve becado en China durante 3 años y, en total, pasé 5 estudiando Medicina Tradicional China en la Universidad de Medicina China de Pekín. Fue una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores, en los años 90, y allí tuve un contacto directo con el Qi Gong y otras disciplinas de la medicina china.

-Lo que se dice una trayectoria docente internacional. ¿Dónde imparte clases habitualmente?

-He dado cursos dentro del propio máster de acupuntura de la Universidad de Santiago, porque impartíamos también esta enseñanza. Y luego también, en la Universidad de Oporto, en Puerto Rico, y en la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán. Luego, justo hace 2 semanas, hice un curso en mi casa, durante todo el día.

-¿Cuál diría usted que es el fundamento principal de este?

-Pues diría que una buena respiración y compaginar movimientos suaves con esa respiración. Para un hindú o para alguien que haga medicina ayurveda, el Qi Gong es yoga. Para un chino, si ve a alguien haciendo yoga, diría: «Esto es Qi Gong», para que nos entendamos.

Imagen del obradoiro de Qi Gong. |  Bernabé/Ángel Abeledo

Imagen del obradoiro de Qi Gong. | Bernabé/Ángel Abeledo

-Habla de la energía del «Chi» pero, ¿cómo se entiende ese concepto desde un punto de vista más occidental y científico?

-Hay muchas energías que circulan por nuestro cuerpo, empezando desde la célula. El sistema nervioso funciona a través de corrientes electroquímicas. Todo eso va creando un campo electromagnético alrededor del cuerpo. La respiración, al expandir el tórax y mover los órganos internos, está induciendo corrientes eléctricas por la red de colágeno. Eso se parecería a la circulación del «Chi». Los canales de acupuntura serían unas líneas representativas de forma sintética de esas corrientes eléctricas que circulan por la red neuronal de nuestro cuerpo.

-¿Cuánto tiempo de práctica diaria recomendaría a alguien que quiera iniciarse en Qi Gong?

-Yo diría que, por lo menos, con unos 10 o 20 minutos diarios sería suficiente. Eso estaría bien.

-¿Cree que alguien sin conocimientos previos podría empezar a practicar, a través de un libro o un tutorial de internet?

-Claro, hay buenos tutoriales de internet. De hecho, yo tengo un canal de YouTube, donde explico cómo realizar ejercicios para las cervicales, para las lumbares, combinando ejercicios más occidentales con ejercicios de Qi Gong. Eso, por ejemplo, si se hace un ratito por la mañana es una manera excelente de comenzar el día.

-¿Qué mejoras o cambios positivos observa en la gente que comienza a practicarlo?

-Creo que como todo en general, cuando la gente practica un cierto tiempo, unos tres meses digamos mínimo, casi todo el mundo nota un cambio en la mejoría en la resistencia física, e incluso también a nivel emocional: se notan más contentos, más relajados, con menos ansiedad... Porque existen ejercicios de respiración especialmente dirigidos para esto.

-Es decir, que podría ser como una autoterapia antiestrés.

-Por supuesto, el quid del Qi Gong es que cuando tú estás atento a la respiración y a los movimientos correctos, tu mente se vacía de ruido, de pensamiento. Cuando te acostumbras a hacer eso cada vez, tu mente se adapta cada vez más a ese vacío de pensamientos ruidosos y disruptivos, y el cerebro se va acostumbrando a estar así, sin preocupaciones.

-¿Qué aprendizaje le deja el Qi Gong después de tantos años de experiencia?

-Pues que una vez aprendido, es una herramienta para toda la vida. Y gratis, como quien dice (risas).

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