50 años conquistando paladares

Su privilegiada situación en O Corpiño y el trato familiar con su clientela hacen que desde 1975 Casa San Martín sea visita obligada durante la romería mariana y, también, el resto del año. El 9 de noviembre, coincidiendo con la festividad del santo de Tours, el emblemático local festeja sus bodas de oro.

Dolores Soto (centro) junto a algunos de sus hijos, familiares y empleados de Casa San Martín. |  Bernabé/Javier Lalín

Dolores Soto (centro) junto a algunos de sus hijos, familiares y empleados de Casa San Martín. | Bernabé/Javier Lalín

Lalín

La romería de O Corpiño de 1975 fue la que vio nacer a Casa San Martín, la popular casa de comida tradicional que la pasada semana celebraba trabajando los 50 años de su apertura. Como es habitual cada año durante la festividad mariana de Santa Baia de Losón, la barra y el comedor del local fueron un hervidero durante dos extensas jornadas en las que fue complicado encontrar mesa para comer debido a la alta demanda. La empresa familiar fundada por José Sanmartín Mariño (al que todos le llamaban Pérez) y Dolores Soto Villaverde tiene poco o nada que ver con la actual porque el local «creció a medida que crecía la familia», asegura Cecilia Sanmartín mientras no pierde detalle de todo lo que sucede en la cocina.

Un instante del banquete de la boda de José Sanmartín Mariño y Dolores Soto Villaverde.

Un instante del banquete de la boda de José Sanmartín Mariño y Dolores Soto Villaverde.

La finca del local, cuya mitad era heredada por el patriarca, se amplió con la compra del resto una vez casado con Lola, su mujer. «Empezaron a abrir el día de la fiesta y el primer año tuvieron tanto éxito que se quedaron en Losón porque venían de estar emigrados en Bilbao», explica su hija. Empezaron sirviendo churrasco, que no había en el lugar, en compañía de Maruja y Mirucha San Martín, hermanas y primas del padre, que les echaban una mano. Poco a poco se fueron incorporando los familiares a un negocio que supo adaptarse a los tiempos. «Empezabas fregando los platos o lo que hiciera falta», recuerda.

Los hijos del matrimonio fundador son Paz, Ramón, José, Isabel, Manolo, Aranza, la simpática Neri, Cristina y Cecilia, que han ido incorporándose con el paso de los años porque según fue aumentando la familia fue creciendo el espacio del establecimiento. En esa tarea jugaron un papel importante una serie de mujeres que siempre estarán vinculadas a la historia de Casa San Martín por su dedicación y compromiso. En este sentido, Cecilia recuerda que «a mis padres les ayudaron mis tías, a las que llamamos las madrinas: Avelina, Servanda y Perfeuta. Y con ellas, las abuelas Isolina y María también trabajaron muy duro para sacar adelante el negocio».

Tras las aperturas puntuales durante O Corpiño, el negocio se expandió como taberna y almacén de materiales de construcción debido a «la gran demanda de materiales en aquellos tiempos, cuando este tipo de establecimiento no existía», recuerdan los hijos de los fundadores. Poco tiempo después, en un establecimiento anexo, «Pérez» se dedicó a fabricar lejía de la marca «Lejías San Martín», lo que marcó un antes y un después en la historia de este establecimiento. Y es que José Sanmartín se hizo conocido en gran parte de los pueblos de toda Galicia gracias a la venta de lejía a domicilio que realizaba a diario. «Aún hoy, la gente acude de todos los rincones a pedirla», destaca su hija Cecilia mientras supervisa la preparación de una mesa para unos clientes.

Hablar de Casa San Martín desde el punto de vista culinario es hablar de sus archiconocidas tapas de callos o de una carne asada que, como dicen por el sur, quita el sentido sólo con verla. Además, tampoco son nada desdeñables sus raciones de pulpo á feira o el clásico plato de carne ao caldeiro. Los responsables del local hacen hincapié en que su clientela sabe lo que quiere cuando se sienta a comer, algo que facilita mucho la tarea a la hora de tener satisfechos a unos comensales agradecidos. En este sentido, los fogones son el epicentro desde primera hora de la mañana en un restaurante que también llegó a ofrecer pernocta: «Debido a la gran cantidad de personas que buscaban un lugar donde dormir para poder hacer las novenas a la Virgen, la casa era una pensión que muchas veces, siendo grande, quedaba pequeña», apuntan.

Conocidos

La merecida fama conseguida a base de trabajo en Casa San Martín también hace que desde hace años caras conocidas quieran probar su gastronomía. «Por aquí tienen pasado políticos de todos los colores, así como Yosi, el cantante de Los Suaves. Y, por supuesto, una amplia representación del clero debido a la proximidad del santuario», asegura Cecilia. Sus hermanas también destacan la presencia de unas jóvenes procedentes de California, «que vinieron a hacer un novenario durante sus vacaciones y cuyos abuelos eran de A Coruña», en aquella ocasión durmieron en la casa cuando era una pensión. También hubo clientes de Canadá y de Suiza, entre otros lugares del planeta. Y es que Casa San Martín cumple 50 espléndidos años haciendo feliz al que se acerca.

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