Cuando el GPS te traiciona

El casco urbano de A Estrada cuenta con su particular punto negro en la circulación guiada por GPS. Se trata de un error de los navegadores que, llegados al importante y siempre concurrido cruce en las calles Gradín, San Paio y Losada Diéguez, envían a los coches hacia A Farola por dirección prohibida

Cruce entre las calles Gradín, San Paio y Losada Diéguez. |  L.D.

Cruce entre las calles Gradín, San Paio y Losada Diéguez. | L.D.

A Estrada

Que los GPS no son fiables al cien por cien lo saben todos lo que los han utilizado para moverse en coche por el mundo. Carreteras que tienen salida o que se estrechan más de la cuenta –solo hay que ver las noticias de camiones atascados–, rutas que se vuelven eternas o destinos que no eran los aguardados pueden sorprendernos en cada viaje. A Estrada no es una excepción y también cuenta con un peligroso punto negro en su casco urbano en esto de los GPS, un error que los vecinos desconocen pero que ha dado más de un susto a los conductores que pasan por la villa.

Este punto se encuentra en el entronque de las calles San Paio, Gradín y Antón Losada Diéguez. Es un cruce clave en la circulación en el casco urbano, donde se juntan los coches que van en dirección a Santiago, con aquellos que bordean el centro de la villa por esa especie de circunvalación en la que se ha convertido la rúa Losada Diéguez. El problema en este concurrido entronque aparece para los conductores que no conocen A Estrada y van usando GPS cuando llegan a él desde la calle Gradín.

En ese caso, tienen dos opciones, torcer a la derecha en dirección a Santiago, lo que no tendría ningún problema, o bien seguir de frente. En este segundo caso podrían ir en dirección a Pontevedra o bien girar en la conocida como rotonda del Donuts para ir también hacia la capital de Galicia. A priori, no parece una dirección complicada de transmitir por parte de los navegadores pero sin embargo es habitual ver a vehículos que, en vez de seguir de frente, giran a la izquierda con la intención de subir por la calle Gradín en dirección a A Farola, una vía en dirección prohibida.

Cuesta entender ese peligroso despiste por parte de diferentes conductores, hasta que encontramos la respuesta en el GPS. Acercándonos a este cruce por la Gradín vemos dibujado en el mapa que debemos seguir de frente hacia nuestro destino. Sin embargo, el GPS nos canta mal la dirección, indicándonos que debemos girar a la izquierda. El problema surge porque el navegador entiende que el leve movimiento que debemos realizar para seguir de frente es una curva a la izquierda y así lo canta.

Lo normal sería que los conductores, al ir a realizar ese giro que se les indica no hiciesen caso al GPS, ya que hay dos grandes señales de dirección prohibida a ambos lados de la vía. Sin embargo, hay otro factor que despista a aquellos que no conocen la villa, ya que en esta parte de la calle San Paio se puede pensar que hay dos carriles, ya se desdobla para separar los coches que van a girar a la izquierda y los que seguirán de frente o van a la derecha. Por este motivo, hay vehículos que, sin darse cuenta de las señales de prohibido y guiados por el GPS, comienzan a subir por esta calle hasta que unos metros después ese segundo carril desaparece para convertirse en una vía de carril único y descendente.

Llegados a este punto no queda más remedio que dar la vuelta como buenamente se pueda para volver de nuevo al cruce. Vecinos de la zona apuntan sin embargo que en alguna ocasión se ha visto a algún vehículo que ha conseguido llegar hasta cerca de la plaza de A Farola, con la suerte de no toparse con coches en dirección contraria a lo largo de su temeraria subida.

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