Deza y Tabeirós tendrán que eliminar el caucho de 14 campos antes de 2031

La Unión Europea prohíbe la implantación de este material a partir de ese año por sus efectos contaminantes | La falta de alternativas y el alto coste de las reformas, el principal problema

Partículas de caucho en el Novo Municipal de A Estrada. |  Bernabé/Javier Lalín

Partículas de caucho en el Novo Municipal de A Estrada. | Bernabé/Javier Lalín

A Estrada

La Unión Europea ha prohibido el uso de relleno granular con micropartículas de polímeros sintéticos, incluyendo caucho, en campos de fútbol de césped y otras superficies deportivas sintéticas. Según sus directrices, este material no podrá comercializarse a partir del mes de octubre del año 2031, ya que el relleno de caucho utilizado principalmente para dar consistencia y amortiguación en los campos de hierba sintética contiene microplásticos que se liberan al medio ambiente y contaminan el suelo y el agua. Pero ¿qué pasará con los cientos de campos de fútbol que se han construido en las últimas décadas en España? A día de hoy no se saben los plazos exactos que se dará a estos campos ya construídos, aunque las administraciones, federaciones y clubes ya han comenzado a buscar alternativas, sin éxito.

Aplicado al caso de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, en la actualidad hay catorce campos de hierba sintética. Todo ellos cuentan por supuesto con partículas de caucho en su superficie. Estos microplásticos fueron la mejor solución para este césped, ya que es elástico, lo que aporta amortiguación en los impactos, pero también tiene el peso suficiente para asentar el césped y no salir volando con el viento.

Desde los concellos apuntan sin embargo que en estos momentos no existe otro material que realice la misma función y de una manera efectiva. En los últimos años ya se realizaron algunas pruebas con nuevos materiales en campos de fútbol de Galicia, como por ejemplo el corcho, pero ninguno dio buen resultado. Ni siquiera desde la Federación Gallega de Fútbol son capaces de dar una alternativa válida al caucho a seis años para que entre en vigor la prohibición de la UE.

Otro de los problemas que ven los concellos es el coste de estas renovaciones, bien sea con el cambio total del tapete como retirando el caucho para colocar otro elemento en su lugar. Esos trabajos estiman que supondrán un alto desembolso. Aguardan en este sentido que la entrada en vigor de esta normativa lleve pareja una línea de ayudas a las que acogerse para sufragar gastos.

En el caso del Concello de A Estrada por ejemplo, cuentan con cuatro campos de hierba sintética tras la inaguración el año pasado del nuevo campo de Nogueira, en Vea. Este se suma al Novo Municipal, al Manuel Regueiro de Figueiroa, y a San Martiño, en Callobre. Realizar el cambio de cuatro tapetes tendría un coste muy complicado de asumir. En una situación similar estaría el Concello de Lalín, donde tienen dos campos de hierba sintética juntos en el Manuel Anxo Cortizo tras la remodelación del campo principal. A ellos hay que sumar el campo de San Lorenzo de Vilatuxe.

En el Concello de Silleda cuentan con dos terrenos de juego de hierba sintética, en el campo de A Gandareira y en el Outeiriño-Joselu Mato. Además estaría el campo de Hospitalillo, de Agolada; el Estadio Municipal de Forcarei; el campo de A Raña, en Rodeiro; el campo de Agro Novo, en Laro; y el campo de O Camballón, en Vila de Cruces.

Un posible regreso a los campos de hierba natural

Cabe recordar que los campos de hierba sintética fueron una moda que se extendió por toda Galicia en las últimas dos décadas. Esta nueva superficie es ideal para el clima gallego, con constantes lluvias y frío que castigaban y dejaban en muy malas condiciones los campos de hierba natural a pesar de los cuidados. Eso no pasa con la hierba sintética, siempre en perfectas condiciones para su uso. Es por ello que todos los clubes, incluidos los «grandes» como Lalín o Estradense, terminaron cediendo a los nuevos tiempos y cambiando su tapete por un sintético. Sin embargo, estas nuevas restricciones con el caucho hacen pensar en un posible retorno a los viejos tiempos. Cabe recordar que en Deza y Tabeirós-Terra de Montes solo dos campos siguen teniendo hierba natural a estas alturas. Se trata de campo de Pardiñeiro, en Berres, y el de Mularedos, en Lamela.

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