Las comarcas generan 681 toneladas anuales más de residuos orgánicos que hace un lustro

El impacto de la bolsa negra solo disminuye en un año en Silleda, el único con implantación del contenedor marrón, Forcarei, Cerdedo-Cotobade y Dozón | Lalín es que más desechos de este tipo produce, con 17.200 kilos diarios

Bolsas con restos de orgánicos junto a colectores de vidrio y envases en Lalín.

Bolsas con restos de orgánicos junto a colectores de vidrio y envases en Lalín. / | Bernabé/Javier Lalín

Alfonso Loño

Alfonso Loño

Lalín

Las administraciones municipales de las comarcas se están tomando con calma la implantación del denominado contenedor de quinta fracción y el colector de característico color marrón solo se ve en las calles de Silleda. Desde el 31 de diciembre de 2023, los concellos están obligados por ley a implantar en sus términos municipales la recogida diferenciada de la materia orgánica, aunque la realidad es bien distinta. ¿En qué se traduce esta pasividad? La bolsa negra de residuos que todavía van al contenedor clásico de color verde sigue aumentando, hasta el punto que los nueve ayuntamientos de Deza y Tabeirós-Montes generaron durante el año pasado un total de 21.342 toneladas o, lo que es lo mismo, un promedio de 58,5 toneladas diarias de desechos que son enviados a la planta de tratamiento de Sogama. Son 73 toneladas más que un año antes y hasta 681 a mayores de las que se contabilizaron hace un lustro.

La capacidad de reciclar desperdicios que ya no van a la bolsa negra se constata en Silleda [en el colector marrón se depositan restos de alimentos: Crudos o cocinados de frutas, verduras, legumbres y hortalizas. Restos de origen animal: carne o pescado (huesos, carne cocida, restos de pescado y marisco, espinas o conchas de bivalvos] que a pesar de haber implantado este sistema casi a mediados del pasado ejercicio, en 2024 recortó en 105 las toneladas de la bolsa negra. Esta circunstancia solo se repitió en Forcarei (pasó de 1.035 a 1.014 toneladas), en Cerdedo-Cotobade (96 toneladas menos respecto de las 1.664 producidas en 2023) y en Dozón (de 717 a 716 toneladas anuales).

Según los datos facilitados por la Sociedade Galega de Medio Ambiente, Lalín es el ayuntamiento en el que más se incrementó la producción de basura orgánica y si bien ya encabezaba el ranking de las comarcas, la capital dezana pasó de generar un total de 6.144 toneladas en 2023 a exactamente 6.276 el pasado ejercicio. Estamos además ante el mayor volumen de desechos de este segmento en, al menos los últimos cinco años.

Los cruceños también produjeron un mayor volumen de desperdicios de la bolsa negra, desde 1.690 a 1.701 toneladas; es decir, 12.000 kilogramos anuales a mayores en doce meses. Lo mismo aconteció en Rodeiro, con 770 toneladas, que son 10 más, mientras que el incremento en el término municipal de Agolada fue más moderado: solo una tonelada más al año en comparación con las 716 del primer período de referencia. A Estrada, curiosamente, calcó sus resultados y los colectores verdes repartidos por municipio recogieron 6.160 toneladas. Si comparamos la generación de desechos orgánicos ordinarios con los de hace un lustro, ahora la localidad estradense produce 384 toneladas más que en 2019. Y en el caso de Lalín la diferencia es de 248 toneladas a mayores.

Envases ligeros

A las 22.401 toneladas de orgánicos recogidos el año pasado en las comarcas hay que sumar otro millar procedente de la bolsa amarilla [envases de plástico, latas y briks]. Estamos ante el mejor balance absoluto del último lustro, pues hasta entonces nunca se había llegado a las mil toneladas [son exactamente 1.058,78]. A Estrada se mantiene al frente de los concellos del área en recolección de ligeros y de 405,64 toneladas pasó a 450,34. Menos de la mitad, en términos porcentuales, creció la recuperación de envases en Lalín, de 259,20 a 274,46 toneladas) y Silleda incrementó en 7,6 toneladas las 129,36 que había recogido durante el año 2023. Mención especial merece la evolución registrad en el municipio fusionado, donde el incremento anual se sitúa en el 43% sobre las 45,74 toneladas.

En los demás concellos de las comarcas el reciclaje de ligeros descendió. Así las cosas, Vila de Cruces redujo en 5,7 toneladas las 38,82 contabilizadas en 2023; idéntico porcentaje que marca Agolada, pasando de 14,08 a 12,15 toneladas. Rodeiro, aunque a la baja, se mantuvo por encima de los 22.000 kilos y Dozón, que puso en marcha este sistema en abril de 2021, mermó su recogida desde las 19 toneladas a 18,6.

A Estrada prevé habilitar para septiembre el contenedor de quinta fracción

A Estrada, el segundo ayuntamiento de la comarca en población y extensión, pondrá en marcha el contenedor de quinta fracción de cara al próximo mes de septiembre. Estas son al menos las previsiones que semanas atrás tenía el grupo de gobierno, con el fin de que la recogida de orgánicos pudiese activarse entre el citado mes y el siguiente. La implantación se hará de forma progresiva, comenzando con los grandes generadores de residuos, como los establecimientos hosteleros, y se extenderá al resto de la ciudadanía a principios de 2026. Este sistema arrancaría de forma voluntaria entre la ciudadanía y, después, de manera obligatoria, al tiempo que los vecinos dispondrán de una tarjeta identificativa para acceder al contenedor marrón. Este sistema es idéntico en los concellos con contenedor marrón, como es el caso en estas comarcas del de Silleda. El día 15 la administración municipal estradense puso en marcha una campaña de sensibilización en materia de reciclaje que va más allá del nuevo escenario que habrá con el contenedor de quinta fracción, pues el grupo de gobierno desea reducir el preocupante 50 % de residuos impropios. En Lalín, por el momento, no hay novedades acerca de la implantación del modelo de biorresiduos, cuando estamos en el ecuador del año. El gobierno de José Crespo manifestó en múltiples ocasiones su intención de colocar los contenedores marrones cuanto antes, modelo que se limitaría solamente a la trama urbana, optando para el rural por el compostaje. El ejecutivo local, todavía con las modificaciones normativas en esta materia, avanzó a finales del año pasado con la aprobación de las ordenanzas municipales para el presente curso se preveía la implantación del contenedor marrón. El Concello realizó un estudio con los datos reales de 2023 y de los meses iniciales ya liquidados del 2024, coste que variará en función de las toneladas recogidas este año y dedujo que el desfase de 377.744 euros que sería la cantidad que se deberá recoger en la tasa.

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