El pescador que fue el centro de todas las miradas

Instalan una estatua de hierro en la plaza del Concello en el día de la fiesta

Una vecina se saca una foto
 con la estatua de Manuel 
Lago. |  Bernabé/Javier Lalín

Una vecina se saca una foto con la estatua de Manuel Lago. | Bernabé/Javier Lalín

A Estrada

El Día de los Santos Inocentes del año 2020, los vecinos de A Estrada descubrieron que alguien había instalado una estatura de hierro de casi dos metros en la plaza del Concello. Se trataba de la imagen de un peregrino, creada por el artista estradense Manuel Lago Román, quien regentó durante años en la industria de estructuras metálicas y que ahora, ya jubilado, utiliza estos materiales para crear obras de arte. La estatua tuvo tanto éxito que el Concello decidió quedársela en propiedad. Hoy, muchos de los peregrinos que pasan por este lugar aprovechan para sacarse una foto con ella.

Estatua del salmón.

Estatua del salmón. / Bernabé/Javier Lalín

El responsable de aquella broma con final inesperado fue Xoán Lago, el hijo de artista, quien ahora decidió volver a realizar algo similar. En la madrugada del sábado al domingo y ayudado por varios amigos instaló la última creación de su padre, un pescador con un salmón en la mano, en la plaza del Concello, donde ayer se celebraba la Festa do Salmón.

La presencia de esta nueva estatua no pasó desapercibida para las miles de personas que a lo largo de esta intensa jornada pasaron por delante de ella. Algunos aprovecharon para sacarse fotos con un salmón que bien podría considerarse el «Campanu» del 2025 en el río Ulla tras 19 días de infructuosa temporada del pesca.

Detalle posterior.

Detalle posterior. / L.D.

Al igual que su hermano mayor, este pescador está realizado en acero y hierro rugoso como el que se utiliza en la construcción. En su creación Manuel Lago empleó cuatro meses de esfuerzo. «Este le dio más trabajo», nos explica su hijo Xoán. «Tenía horario laboral. Desayunaba y ya se iba a trabajar a su taller. Volvía para comer y de nuevo a trabajar». Lo cierto es que para crear este homenaje a la pesca del salmón en el Ulla, el artista tuvo mucho mimo con los detalles, incluyendo todos los aperos habituales. Xoán sin embargo ya no adelanta que ya no habrá más estatuas. «Dijo que esta era la última. Tiene 75 años y ya le costó mucho hacer esta». Habrá que ver ahora si Concello decide quedarse de nuevo con la estatua.

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