«Quería ser bailarina, pero el teatro físico me atrapó»

Andrea González dejó A Estrada a los 18 años para estudiar en Madrid el grado en Artes Visuales y Danza, con especialización en teatro físico. Tras esa decisión, vendrían algunas paradas más en Londres y Buenos Aires, hasta volver a su tierra, donde se terminaría asentando en la capital lucense, ya como directora de sus propios proyectos. Esta estradense no para, y suma a su labor dirigiendo la creación de una nueva compañía, además de su marca de productos cosméticos naturales Planeta Ecco.

-¿Qué le llevó a dejar A Estrada con tan solo 18 años?

-La típica frase de mis padres: «Puedes estudiar lo que quieras, pero tiene que ser una carrera». Entonces encontré el Grado en Artes Visuales y Danza, con especialización en teatro físico, y pensé: «Esto me va a gustar, aparte de ser una carrera». Al final coló y me pude ir a estudiarlo a Madrid.

-¿Ya tenía claro entonces que quería dedicarse al teatro?

-No exactamente. Siempre quise ser bailarina, pero fue en la carrera cuando descubrí el teatro físico. No sabía muy bien qué era al principio, pero lo elegí como especialización, y ahí fue cuando realmente me atrapó.

-¿Qué diferencia hay entre el teatro físico y el tradicional?

-Básicamente, el teatro físico parte del cuerpo como herramienta principal para expresar emociones o texto. No es lo mismo que el teatro-danza, que alterna escenas habladas y danzadas. En el teatro físico el movimiento tiene un sentido dramático profundo, casi simbólico. Es un método escénico muy rico porque permite jugar mucho con la expresión corporal y la escena.

-Ha vivido en diferentes capitales de todo el mundo… ¿Cómo influyen esos cambios sociales y culturales en su forma de hacer teatro?

-Muchísimo. Después de estudiar en Madrid me fui a Londres, donde trabajaba de camarera para poder pagar la escuela de movimiento. Allí el teatro físico está mucho más implantado que aquí. En Argentina hice un máster en Gestión Cultural y trabajé como actriz en compañías de teatro japonés y de teatro físico. En esas experiencias me di cuenta de que quería dirigir.

-¿Cómo surgió la oportunidad de dirigir el Aula de Teatro de la USC en Lugo?

Les envié mi currículum, aunque en ese momento no buscaban a nadie, y me pidieron que les escribiera al año siguiente. Así lo hice, y entonces sí que estaban buscando directora. Me entrevistaron, me escogieron, y desde entonces llevo tres años al frente del Aula.

-¿Cómo funciona ese grupo?

-De octubre a diciembre nos centramos en la formación, a través de talleres y laboratorio. Luego se conforma un grupo más reducido con el que montamos una obra que estrenamos y llevamos de gira. Este año hemos estrenado Voilá, y ahora estamos presentándola en ciudades como Lugo, A Coruña, Ourense, Santiago o León.

-La obra Voilá trata temas sociales duros, con una madre y una hija en una situación de exclusión. ¿Cómo surgió su idea?

-Antes de crear cualquier obra, siempre me pregunto: ¿Por qué esta obra es necesaria ahora? En este caso, quería hablar de realidades difíciles de resolver.

-¿Qué le aporta a nivel personal la experiencia de dirigir?

-Muchísimo. Cuando era actriz, no todo lo que interpretaba me gustaba. Dirigiendo puedo escoger los temas que me mueven. Creo firmemente en el arte como agente transformador de la sociedad.

«Nuestro sueño es llevar Bengala más allá»

-Con tantos proyectos, ¿este verano dejará a un lado Planeta Ecco por primera vez?

-Sí. Acabo de crear con Andrea Maseda una compañía profesional de teatro físico llamada Bengala. Nuestra primera obra, En carne viva, se estrenó en febrero en Lugo, y como tengo también el trabajo en el Aula de Teatro de la USC, este año decidí pausar mi actividad con Planeta Ecco para centrarme plenamente en los proyectos teatrales.

-Con estos dos grandes proyectos en marcha, ¿cuáles son sus sueños o metas ahora?

-Con el Aula no tengo ningún tipo de límite creativo, me dan libertad absoluta. Pero sí es cierto que, al no ser un teatro profesional, hay circuitos o espacios a los que no podemos acceder. Con Bengala Teatro Físico queremos dar ese paso más. Nuestro sueño es seguir creando desde la libertad, llevando nuestras piezas por Galicia y más allá Hoy en día vivimos en un mundo cada vez más digital, donde todo se consume a través de pantallas. Ver a alguien emocionarse, llorar o gritar sobre un escenario, en directo, es algo completamente increíble.