Lalín liquida 2024 con 9,9 millones de euros de deuda y 2,7 de remanentes

Paz Pérez afirma que, culminado el «esfuerzo inversor» del bienio anterior, la situación económica es «saludable» | El nivel de endeudamiento es del 53% y no exige tutela

Paz Pérez presentó la liquidación junto a Pablo Areán.

Paz Pérez presentó la liquidación junto a Pablo Areán.

Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

Lalín

El gobierno de Lalín saca pecho de su gestión económica en base a la liquidación de 2024, de la que dará cuenta en el pleno municipal de la próxima semana. La tenienta de alcalde y concejala de Hacienda, Paz Pérez, acompañada por el edil y viceportavoz, Pablo Areán, dio a conocer ayer los principales datos de la cuenta: casi 10 millones de euros de deuda viva y 2,7 millones de remanentes. Al cierre de 2023, la deuda que recogía el informe de Intervención era de 10,3 millones de euros y el remanente, negativo en 3,5 millones.

La liquidación es «una foto fija y perfecta que define la situación económica del Concello», en palabras de Pérez, que achacó falta de «rigurosidad» a los portavoces de la oposición durante los últimos meses por cuestionar el estado de las arcas municipales. «Veníamos de una liquidación muy comprometida de 2023, condicionada por la deuda y por los ingresos pendientes del Estado», cifrados entonces en 8 millones de euros, «casi el 40% del presupuesto», lo que generó «importantísimas tensiones de tesorería». «Fueron meses difíciles, porque no podemos permitir el retraso en el pago a proveedores».

No fue el único efecto distorsionador, ya que en los años 2022 y 2023 se contempló «el proyecto de obras más importante de la historia de Lalín»: cerca de 14 millones de euros en un capítulo de inversiones que partía de poco más de 3 millones. «Fue una decisión del gobierno para dar respuesta a peticiones y necesidades –expone–. Y la mayor satisfacción es que las obras están ahí». A pesar de todo, gracias «a la capacidad gestora de nuestro alcalde y a su talante negociador con todas las administraciones, éramos conscientes de que ibamos a ser capaces de afrontarlo –añade–. Era el colchón que teníamos».

En 2024 culmina un «esfuerzo inversor» que viene dado por ese «plan de obras ambicioso», los proyectos de la Edusi y otros, como la reforma de la calle Areal, financiada con fondos propios. El ejercicio deja un ahorro neto positivo del 10,79%. «La situación económica es saludable y permite afrontar nuevas operaciones, si hiciera falta», indica la concejala. En este sentido, alude al nuevo programa europeo EDIL, en el que Lalín vuelve a aspirar «al máximo», o la ampliación del auditorio de Vilatuxe, a través de un plan de la Diputación.

La síntesis es que el Concello de Lalín «cumple la estabilidad financiera, con una capacidad ajustada a 6,1 millones de euros, y también la regla de gasto, hasta el límite de 9,7 millones». La deuda viva se sitúa en 9.960.713 euros, con un nivel de endeudamiento del 53%, «muy lejos» del 75% que permite la normativa para no estar tutelado o del 110% en los casos que requieren tutela. La rebaja es mínima con respecto al ejercicio precedente, cuando en el debe había 10.379.759 euros.

Los remanentes ascienden a 2.719.115 euros, aunque no son de libre disposición: solo pueden dedicarse a condonar deuda. El superávit del pasado ejercicio se sitúa en 6,11 millones de euros, pero hay que detraer el remanente negativo de 2023, que había quedado en 3.544.788 euros.

Cumplimiento de la estabilidad financiera y la regla de gasto

El informe de Intervención habla de una «situación de excepcionalidad que no debe haber perder de vista el horizonte real: el cumplimiento tanto de la estabilidad financiera como de la regla de gasto». Paz Pérez muestra su agradecimiento a los servicios económicos municipales por el «gran trabajo que hacen», a pesar de las «acusaciones ingratas que a menudo tienen que escuchar». El Concello de Lalín sigue siendo «de los pocos que cumplimos los plazos y las reglas, lo que nos permite seguir trabajando», subraya la tenienta de alcalde. Y atribuye el mérito de la gestión económica al «maestro», el regidor, José Crespo, del que han aprendido a hacer las cosas para «as medras».

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