Un robot que apaga incendios

Mientras algunos temen que la inteligencia artificial les arrebate sus empleos, otros la ven como una herramienta clave con el poder de salvar vidas. La Feria Internacional de Seguridad, Defensa y Emergencias, que se inauguró ayer en Silleda, es un claro ejemplo de cómo los profesionales de estos sectores dependen de los avances tecnológicos para realizar su trabajo con el menor riesgo posible. Un ejemplo destacado es el robot de extinción MRX, diseñado para reducir el peligro para los bomberos.

Este robot, fácil de manejar, se controla de manera similar a un juguete a distancia. "Se puede aprender a usar en solo cinco minutos", comenta Juan Cristóbal Detis, responsable del puesto donde se presenta esta innovación. Con un peso de apenas 75 kilos, el robot es lo suficientemente liviano como para ser transportado en el camión de bomberos y utilizado cuando sea necesario. Además, tiene la capacidad de conectarse a una manguera y puede ser operado hasta a 200 metros de distancia. Desde el lugar donde se coloque, el robot es capaz de lanzar agua a una distancia de 40 metros. "Los protege del calor, de los gases tóxicos y del riesgo de explosión o derrumbes. Por 15.000 o 20.000 euros que cuesta salvas vidas".

El robot de extinción MRX ya se emplea tanto en España como en Galicia. "Se utiliza con frecuencia en Bilbao y Pontevedra. Al principio, en la ciudad gallega no les convencía mucho, pero ahora que se han acostumbrado a su uso, están encantados", comenta el encargado del puesto. Este dispositivo se fabrica en China y en Francia, su país de origen. "En Marsella, al menos tres están en funcionamiento".

Otro ejemplo en la lucha contra incendios es el Cesur IV, un dron que puede lanzar agua a una altura de 100 metros y espuma a 150 metros. Andrés Serrano, responsable del puesto donde se encuentra el dron, explica que "no es una herramienta que sustituya al bombero, quien sigue siendo esencial, sino que lo protege en situaciones de alto riesgo". Además, el Cesur IV tiene la capacidad de lanzar polvo químico y combatir incendios dispersando hasta 700 litros por minuto. Funciona con batería, tiene una autonomía de 30 minutos y es resistente a vientos de hasta 43 kilómetros por hora. En la misma línea de tecnología aérea, Sedexpo también presentó el Boran III, un dron logístico diseñado para carga y transporte de materiales. Este dispositivo puede transportar hasta 100 kilos y fue desarrollado para facilitar operaciones en lugares de difícil acceso o en condiciones extremas.

Profesionales de la seguridad, como los agentes de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid), que asistieron acompañados de sus caballos, y los trabajadores del 061, participaron en Sedexpo para mostrar su labor. Los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer el interior de una ambulancia y entender su funcionamiento.

Una simulación al límite para una evacuación segura

La formación continua es crucial en trabajos relacionados con la seguridad, la defensa y las emergencias. Por esta razón, Seecrash busca mantener a estos profesionales en constante alerta. Este dispositivo es un simulador de emergencias y evacuación, diseñado principalmente para la capacitación de brigadas forestales. "Muchas veces, los profesionales de la seguridad están entrenados para salvar la vida de otros, pero no la propia", comenta Rodrigo de la Calle. A través de este simulador, se somete a los profesionales de la seguridad a una situación de alto estrés, incluso mayor que el que enfrentarían en un escenario real, para que aprendan a gestionar la crisis. El simulador se voltea 90 grados mientras en su interior se generan condiciones de humo y luces intermitentes. El objetivo es llevar la situación al límite, de modo que, en la vida real, sea mucho más fácil realizar una evacuación ordenada.