Una granja contra los elementos: Martinho castiga la avícola de Siador ardida en 2017

La cooperativa Avega enfrenta los efectos de la borrasca: las 12.000 gallinas están a salvo, pero la estructura de la granja, junto con la paja y el almacén de huevos, resultan dañados | Cifran las pérdidas en más de 50.000 euros

Vista de la explotación avícola de Avega en Monte Cornoa, Siador, dañada tras el paso de Martinho.

Vista de la explotación avícola de Avega en Monte Cornoa, Siador, dañada tras el paso de Martinho. / Bernabé / Ángel Abeledo

Silleda

La cooperativa Avega, que en 2017 ya sufrió los efectos devastadores de los incendios forestales en la comarca de Deza, se enfrenta nuevamente a las consecuencias de la naturaleza. Esta vez, los daños fueron provocados por el paso de la borrasca Martinho, que también afectó su explotación en Monte Cornoa, en Siador (Silleda). Alfonso Vence, jefe de producción de la cooperativa, calcula que los daños rondan entre los 50.000 y 60.000 euros, aunque estas cifras aún no son oficiales, ya que se espera la visita de un técnico en los próximos días. En el incendio de 2017, Avega perdió 11.000 gallinas ponedoras, con un daño total de 712.000 euros. La granja quedó completamente destruida, y más de siete años después, la cooperativa enfrenta de nuevo las secuelas de un fenómeno meteorológico. Esta vez, las 12.000 gallinas están a salvo, pero el almacén de huevos y la paja han quedado totalmente destruidos, al igual que parte de la estructura de la granja.

Fragmentos de uralita arrancados. |  Bernabé / Ángel Abeledo

Fragmentos de uralita arrancados del techo. / Bernabé / Ángel Abeledo

Desde la cooperativa Avega, todavía no logran comprender la magnitud de los daños causados por el paso de la borrasca Martinho. Alfonso Vence, jefe de producción de la cooperativa, describe la situación como si «un tornado hubiera arrasado todo lo que encontraba a su paso, pero de manera muy localizada, afectando solo áreas muy específicas». A pesar de la gravedad de los daños, lo que más les alivia es que, a diferencia de lo ocurrido en 2017, las gallinas no han sufrido ningún daño. «Es una tragedia, sin duda, pero al menos las gallinas están vivas», señala Vence, aliviado por la seguridad de las aves que habían sido una de las principales víctimas del incendio de aquel año.

Destrozos en la estructura de la granja. |  Bernabé / Ángel Abeledo

Destrozos en la estructura de la granja. / Bernabé / Ángel Abeledo

En esta ocasión, los daños se concentraron principalmente en la infraestructura. El cobertizo que resguardaba la paja fue totalmente destruido, lo que permitió que la lluvia cayera directamente sobre ella. «Ahora ya no tiene ningún valor», señala Vence, quien también destaca el impacto negativo en el funcionamiento de la cooperativa, que tiene su sede en Agolada. Los alrededores de la granja están cubiertos de fragmentos de uralita que fueron arrancados del techo, arrastrados por la intensa fuerza con la que Martinho golpeó la explotación avícola.

Estado en que quedó la nave avícola tras el incendio de octubre de 2017. |  Bernabé / Javier Lalín

Estado en que quedó la nave avícola tras el incendio de octubre de 2017. / Bernabé / Javier Lalín

Los incendios ocurridos en octubre de 2017 arrasaron más de 20.000 hectáreas en toda la provincia, de las cuales más de 500 afectaron al municipio de Silleda. El 16 de octubre de ese año, el monte de Siador fue devastado, tras haber registrado focos en días anteriores en Cortegada, Refoxos, Oleiros y Laro. La granja de Avega en Siador volvió a funcionar dos años después del desastre. Es importante señalar que, en ese incendio forestal en Siador, las ocho granjas de cerdos con capacidad para 2.500 animales ubicadas en la zona de Cornoa lograron salvarse de las llamas.

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