Las lluvias impiden a los agroganaderos preparar el campo para sembrar forraje
El sector se mantiene optimista y espera que las precipitaciones no dañen la calidad de la tierra | Cercos con pastores eléctricos, el único método eficiente contra la entrada del jabalí

Labores de siembra en la explotación de Manuel Silva realizadas la semana pasada.
La entrada de la primavera supone el inicio del calendario de cultivo de forraje para las explotaciones agroganaderas de la zona, que debido a la lluvia de estos días han tenido que retrasar los labores para preparar los prados para la siembra, que generalmente se realiza entre mediados de abril y comienzos de mayo. Con todo, los empresarios del sector primario de las comarcas ven con buenos ojos que las precipitaciones se produzcan ahora, cuando todavía no ponen en riesgo las cualidades de la tierra para que el cultivo salga adelante. Asimismo, muchos ya se preparan para luchar contra el gran reto de todos los años: la entrada del jabalí en las fincas, destrozando las plantaciones.
Desde pastores eléctricos al cierre hermético de las praderas con malla, los agroganaderos invierten altas sumas de dinero en asegurarse que el forraje de este año no se ve afectado por las visitas de este animal salvaje, aunque aseguran que poco se puede hacer para evitar que las piaras entren, si desean hacerlo.
María Manteiga, de Oirós, Vila de Cruces, comenta: «Con estas lluvias todavía no hemos tenido tiempo para empezar a cultivar, pero no vienen mal, es mejor que llueva ahora y no durante la época de siembra». En cuanto a la amenaza del jabalí, relata: «Para evitar que entre, lo que solemos hacer es cercar los prados más extensos, aunque en los pequeños no vale la pena hacerlo y son más vulnerables», relata.
En este sentido, Manteiga comparte que la eficacia de los métodos para prevenir la intrusión del cerdo salvaje en sus tierras es baja: «Si quieren entrar no hay nada que puedas hacer, siempre encuentran la forma». De hecho, expone que cada cierto tiempo salen nuevas aplicaciones y herramientas para este propósito, pero que todavía no se ha dado con la solución definitiva. «Hace años sacaran una maquina que emitía un ruido imitando el de disparos para mantenerlos alejados, pero una vez se acostumbraban entraban igual», dice la ganadera cruceña.
Por su parte, el estradense Manuel Iglesias Dono coincide con su homóloga de Vila de Cruces. «En esta época empezamos a preparar el campo para el cultivo, pero con las lluvias de estos días es imposible», señala, y añade: «El tiempo este año se ha portado bien, no ha caído demasiada agua, así que esperamos que de cara a la siembra la tierra está en buenas condiciones». Para este empresario del sector primario el jabalí es también, junto a la meteorología, una de las grandes amenazas que pone en juego el forraje de su ganado. En este sentido, sostiene que más allá de cerrar con pastores eléctricos los terrenos, poco se puede hacer para mantener a este invasor lejos de las plantaciones.
Para rematar, Manuel Silva Rodríguez –conocido comúnmente como Lito– aprovechó las pocas jornadas de sol anteriores a las tormentas de estos días para limpiar y sembrar algunos de sus terrenos. Con todo, al igual que Manteiga e Iglesias, admite que la época para estas tareas es a mediados de abril, cuando ya las temperaturas son más amables y hay menos precipitaciones. En esta línea, coincide con sus compañeros de gremio en que «mejor que llueva ahora» y no durante el período mencionado anteriormente. En su caso, el jabalí es uno de los grandes rompederos de cabeza no solo durante la época de cultivo, sino también antes de la siega. Cada año es habitual que alguna piara se adentre en sus predios causando estragos, aunque el cerdo salvaje no es el único peligro. «Nosotros cerramos con pastores, y ya nos han robado ocho o nueve», dice.
La huerta también retrasa el calendario de cultivo
La meteorología no solo juega en contra del cultivo de forraje para el ganado, sino que en la agricultura y la huerta la excesiva humedad también ha supuesto el aplazamiento de la plantación de varias verduras y hortalizas. Es el caso de los tomates y los pimientos, dos hortalizas que suelen sembrarse en esta época para recogerlas de cara al verano, pero que debido al frío, la lluvia y la humedad se ha vuelto casi imposible poder cumplir con el calendario, incluso en los casos de aquellos que cuentan con invernadero. El motivo es la excesiva humedad de la tierra, que no reúne las condiciones adecuadas para que cultivo sea exitoso.
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