«Al final, la pornografía es una escuela de violencia sexual para los jóvenes»

El edificio sociocultural de Lalín fue ayer tarde escenario de la conferencia titulada «O impacto do consumo de pornografía en adolescentes», que fue impartida por la educadora social Lucía Pereda. El evento estuvo organizado por InteRed y Cooperación Galega, en colaboración con el Concello de Lalín, a través de la Oficina de Igualdade. La charla levantó una gran expectación entre el público asistente.

Lucía Pereda ofreció ayer su conferencia en el edificio sociocultural de Lalín. |  Bernabé

Lucía Pereda ofreció ayer su conferencia en el edificio sociocultural de Lalín. | Bernabé

Lucía Pereda está especializada en prevención de violencia de género, educación afectivo sexual, prevención del acoso escolar, educación emocional y prevención del trastorno de conducta alimentaria, entre otras. Además, cuenta con una larga trayectoria profesional con el colectivo con problemática de salud mental en la Asociación Érguete de la ciudad de Vigo.

-¿Es cierto que el consumo de pornografía en los escolares empieza cada vez antes?

-El primer consumo se sitúa en los 8 años en España pero son consumos accidentales. Me refiero a un niño o una niña que está jugando online u otro medio y le llega un enlace o si otro niño le induce a verlo. La industria pornográfica se encarga de buscarlos. Luego, a los 12 años los chicos ya la consumen de forma regular y las chicas con 14. Estos datos los sacamos del informe de Save the Children España del 2022, que es muy amplio.

-¿La adicción al porno produce deterioro de las habilidades ejecutivo de sus cerebros?

-La adicción a la pornografía entra dentro de lo que se conocen como adicciones comportamentales o adicciones sin sustancia. Cuando hay adicción al porno se activan exactamente los mismos circuitos cerebrales que cuando se consume cocaína o cualquier otra sustancia. La respuesta cerebral es la misma y, por supuesto, que afecta al desarrollo en todos los niveles.

-¿No le parece muy sencillo que puedan acceder a esos enlaces sólo con mentir en la edad?

-El único control que hay es que tienen que decir que tienen más de 18 años y eso son 24 horas de acceso a esos contenidos. Además, esto pasa a ser un tema de socialización entre los jóvenes en los grupos de WhatsApp pasándose vídeos o sticker. Es un tema de conversación porque es algo que está dentro de su tiempo libre.

-¿Ese consumo también está vinculado a casos de ansiedad o depresión a estas edades?

-Bueno, cuando hay consumo problemático por supuesto, como en cualquier otra conducta adictiva. Se generan problemas a nivel de depresión, ansiedad, abandono escolar, conflictividad o aislamiento, entre otros.

-¿Favorece la presencia de creencias machistas, violentas o misóginas este consumo?

-Claro. Al final, la pornografía es una escuela de violencia sexual para los jóvenes porque la porno mainstream, que es la más consumida, en el 88 por ciento de los vídeos más consumidos hay una violencia específica contra las mujeres. Bien sea física, psicológica o también verbal. Es la primera fuente de información sexual.

-¿Por qué buscan en el porno esa primera referencia sobre lo que tiene que ser el sexo?

-Pues, porque vivimos en una sociedad en la que no se aborda la sexualidad y por eso acuden al porno en busca de respuestas. En nuestra época también había pornografía pero el acceso era mucho más limitado y el contenido era distinto.

-¿Qué pueden hacer unos padres para atajar este problema?

-No podemos evitar que lo consuman porque es una industria a nivel mundial súper potente y con muchísimo poder. Lo que tenemos que hacer es trabajar con los jóvenes para que tengan una perspectiva crítica con respecto a eso. Que sean capaces de saber que lo que se está viendo es violencia y que no es una sexualidad sana.

-Supongo que el acceso tan fácil a un móvil es una gran trampa.

-Hay que hablar con ellos de este tema en cuanto tengan acceso a internet. No hay más. Y no hablamos de que tenga un móvil propio, eh. Con que lo tengan los amigos, aunque él no, también hay que abordarlo porque es probable que acceda al porno a través de un móvil de un amigo o un pariente.

-¿Cuál es la vinculación del fracaso escolar con esta problemática?

-Hay estudios que correlacionan el consumo excesivo o incluso la conducta adictiva con respecto al consumo de pornografía con el fracaso escolar y abandono. Y es lógico porque sucede como en cualquier otra conducta adictiva.

-¿Hay solución?

-Lo primero es que las familias empiecen a abordar desde ya, en la etapa infantil, la educación afectivo sexual. Luego, los centros educativos, las instituciones, la sociedad en general, tenemos que acompañar a la principal institución educativa, que es la familia.

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