El BNG teme por la continuidad de los empleos en el Scientia

El BNG de Lalín sostiene que el concurso de acreedores del colegio Scientia Lalín «es totalmente diferente a los anteriores» una vez que los bienes inmuebles de la parcela en la que se ubica el centro están registrados a nombre de Scientia School y no bajo la responsabilidad de Scientia Lalín. «La posibilidad de que aparezca un comprador de la unidad productiva se reduce considerablemente», afirma el representante de la Confederación Intersindical Galega (CIG), Xosé Nogueira, que ayer se reunió con representantes del BNG y de la plantilla del centro.

Los nacionalistas tienen constancia de que la administración concursal ya se puso en contacto con los trabajadores para trasladarle el inicio de la comunicación de los créditos y, además, las delegadas de personal recibieron anteayer una convocatoria de reunión con el administrador para mañana lunes a las 14.30 horas. Pero además, la empresa citó también al plantel a una reunión que, sospecha, será liderada por el responsable de recursos humanos de Scientia School, Rafael Lestón, y Francisco Guerrero, «en calidad de administrador de alguna de las piezas de esta maraña empresarial».

BNG y sindicato teme por el mantenimiento de los puestos de trabajo, pese a que cuando la sociedad se llevó el colegio en una puja tras el anterior concurso garantizó que mantendría la totalidad de los empleos. «Podría haberse planificado la operación desde aquel momento y entendemos que se trata de un fraude al juzgado mercantil que resolvió el concurso de 2022». Además de mostrar su preocupación por la incertidumbre de las familias, inmersas en pleno proceso de reserva de matrícula sin garantías de que sus hijos vayan a ser escolarizados, censuran la apatía de las administraciones públicas «para luchar contra el fraude y la especulación», por eso instan a la consellería «a ponerse a trabajar para buscar una solución, que pasa por la integración del centro en la red pública», dicen.

«El alcalde Crespo no puede venir ahora quejándose de esta situación, esperable, visto el interés de Francisco Guerrero por la cuestión educativa», dice Vilariño, que recuerda que en 2021 ya anticipó que se hiciesen públicos los servicios privatizados. Dice que no existe alternativa para albergar el alumnado en el casco urbano y alega «que el problema de fondo es la especulación existente en la enseñanza», e insiste en que la Xunta asuma el colegio.