¿Hay menos velutinas? Seaga retiró 809 colmenas en las comarcas durante 2024

Durante el año pasado la empresa pública Seaga, encargada de la retirada de nidos de avispa asiática (Vespa velutina) eliminó 809 colmenas de esta especie invasora en los municipios de las dos comarcas así como en Cerdedo-Cotobade. La cifra, aunque importante, supone un enorme descenso en comparación con los 1.843 nidos de 2023. Esa bajada en más de un millar se produce en todos los municipios salvo en Dozón, como veremos, y se debe sobre todo a la meteorología. «Hubo trampeos en lugares inadecuados, lo que ocurrió es que en febrero vino muy buen tiempo, soleado, las velutinas deshibernaron pero después estuvo lloviendo tres meses, de modo que los avispones llegaron tarde, tuvieron que hacer nidos más pequeños y también atacaron menos» a las colmenas de abejas, como explica el apicultor lalinense David Liñares.

Así las cosas, de los 809 nidos de Vespa velutina, 263 fueron localizados en A Estrada, que sigue a la cabeza en cuanto a retiradas aunque con una cifra menos abultada que las 529 colmenas de 2023. Le sigue Lalín, con 125 (el año precedente registró también más del doble, 264). Entre las dos cabeceras de comarca, aglutinaban y aglutinan en torno a cuatro de cada diez nidos de esta especie. Solo Cerdedo-Cotobade, como Lalín y A Estrada, rebasa el centenar de colmenas aniquiladas, con 122 casos, por debajo de los 213 de 2023.

Así, Silleda pasa de 283 colmenas de avispa asiática a 76, mientras Vila de Cruces reduce su cifra de 191 a 84 y Forcarei, de 113 a 48. En los tres municipios más pequeños de la zona, Agolada, que había alertado en 2023 de 156 nidos, ahora se queda con la tercera parte, 51, mientras que Rodeiro recorta los avisos de 82 a 26. Como decíamos, Dozón es el único ayuntamiento con más colmenas de velutina eliminadas, pero el ascenso es muy leve, de 12 a 14 casos.

A Coruña lidera los datos

El programa de vigilancia y control frente a la avispa velutina fue acordado en 2020 entre la Xunta y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), con 285 concellos adheridos. Hoy, ya forman parte del programa los 313 municipios. En total, el año pasado se eliminaron más de 18.400 panales. Por provincias, lidera A Coruña, con cerca de 8.400, seguida por los más de 5.800 de Pontevedra. En Lugo se aniquilaron más de 2.000 y en Ourense se rebasaron los 2.100.

La Xunta indica que ya en 2023, y en vista de que los avisos aumentaron un 40% en relación a 2022, se redobló el número de efectivos. Por ello, en 2024 el gobierno autonómico activó nuevas medidas de choque, con una campaña de trampeo en primavera para capturar las reinas, que son las fundadoras de los nuevos nidos, en el momento que salen de la hibernación y buscan alimento.

Hubo, indica la Xunta, «un trampeo selectivo y planificado», que tomó como referencia la situación de las colmenas del año anterior. Fue un trampeo geolocalizado para que un grupo de técnicos pueda realizar un seguimiento y estudiar la evolución de los datos recogidos en la aplicación Controlvelutina. Además, junto al persoal del Seaga, se encargaron de colocar trampas para reinas tanto brigadas forestales de la Consellería do Medio Rural como asociaciones de apicultores y algunos municipios.

Un chat disponible las 24 horas para dar alertas

Además de adelantar la retirada de los nidos primarios, la Xunta organizó actividades formativas e impulsa una investigación científica para conocer mejor cómo se comporta la avispa asiática y así diseñar el método más efectivo contra su propagación.La ciudadanía dispone de un número de teléfono, el 012, para dar aviso de un nido. Pero la Xunta trabaja desde el inicio del convenio, prácticamente, en la implantación de nuevas tecnologías para habilitar otras formas de contacto, como un chatbot, implantado en 2021, o un agente virtual. Ambos están disponibles las 24 horas, todos los días del año. Y se mantiene, además, el servicio de comunicación de resolución d avisos mediante SMS con la persona que da la notificación. Además de eliminar colmenas, Seaga realiza otras labores como nidos inactivos, colmenas en las que no procede actuar porque están situados en zonas donde no se ven de forma directa o panales que pertenecen. Si son casos de riesgo, como colmenas dentro de viviendas, se derivan a los servicios a través del 112 para su eliminación inmediata.

«Ya es un problema de seguridad ciudadana»

Este fin de semana, la Carpa do Cocido acoge la IV Feira Internacional de Apicultura de Lalín Alvariza. El domingo, a las 12.00 horas, Sandra Ruzafa, técnica superior en Gestión y Organización de los Recursos Naturales y Paisajísticos y técnica superior en Salud Ambiental, impartirá una ponencia sobre la avispa asiática, pero también sobre la Vespa soror, que se ha dejado ver en Asturias, y otras especies invasoras como la Vespa orientalis y la bicolor, presentes en Andalucía. La Xunta comenzó en 2014, hace una década, a trabajar en un programa de control y vigilancia de la avispa asiática. En la actualidad, «los apicultores casi aprendimos a convivir con ella, pero la velutina es casi un problema de seguridad ciudadana», explica David Liñares, promotor de la feria lalinense. Y es verdad: más de uno hemos llevado un susto al querer desbrozar una finca o paseando por una zona de monte.

Sobre qué pasará este año con la velutina, Liñares es tajante: «no lo sabemos, porque a esta especie le da igual hibernar más o menos tiempo. Lo ideal es que estemos pendientes de la subida de las temperaturas y, en cuando se produzcan, colocar trampas de testeo», así ya se eliminan las reinas que deshibernen y que comienzan a alimentarse. Sobre dónde pasan el invierno, casi les vale cualquier lugar. «Buscan lugares cálidos. Yo mismo semanas atrás corté un castaño y estaban durmiendo bajo la cáscara», recuerda Liñares.

En cuanto a los nidos secundarios, esas colmenas grandes con miles de ejemplares, a veces hasta los construyen encima del primario, el que edifica la reina en primavera. Liñares recalca que la especie nunca utiliza el mismo nido secundario que fue construido el año anterior, pero es muy probable que su nueva colmena esté en el mismo árbol o muy cerca de él, porque ya escogió antes esa zona por la cercanía de alimento. El problema es que estos nidos, si se construyen en ramas de árboles, no se ven hasta otoño, con la caída de la hoja, «cuando el ciclo ya está terminado y solo quedan zánganos y algunas obreras».

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