El homenaje eterno del pueblo de Alfafar a dos bomberos estradenses

Vecinos rebautizan una calle como «Avenida de los gallegos» para recordar el trabajo que realizaron en la zona durante la DANA

Una placa se instalará en los 
próximos días en la avenida.

Una placa se instalará en los próximos días en la avenida.

A comienzos del mes de noviembre Enrique Reboredo y Javier Cortizo, dos miembros del servicio de Emerxencias A Estrada que se encontraban de vacaciones, pusieron rumbo a Valencia para ofrecer su ayuda en pleno campo de batalla en las zonas arrasadas por la DANA. Su destino, junto al de otros bomberos desplazados desde Galicia, fue Alfafar. Durante cuatro días trabajaron desde las ocho de la mañana hasta pasadas las diez de la noche, un esfuerzo que terminó ganándose el cariño y reconocimiento de todos los vecinos de la Avenida Alfafar.

Meses después de aquel duro momento ese lazo creado entre los bomberos gallegos y los vecinos de la zona todavía sigue intacto, como demuestra la iniciativa que han llevado a cabo desde Valencia. Los vecinos de la zona han creado una placa en la que homenajean a los once bomberos gallegos que trabajaron en esos días en su calle, a la que han decidido cambiar el hombre para llamarla a partir de ahora la Avenida de los gallegos. Este fue el nombre que le dieron de manera cariñosa después de ver su esfuerzo a lo largo de esos días y ahora quieren que se haga oficial.

A la espera de esa formalización, los vecinos han decidido crear una placa en la que recogen su «profunda gratitud a los bomberos gallegos que, en noviembre de 2024, demostraron un espíritu de solidaridad y trabajo en equipo excepcional ante la adversidad causada por la DANA. Con sus herramientas y su entrega reconstruyeron no solo nuestros hogares sino también nuestra esperanza». La placa también recoge los nombres de cada uno de esos once bomberos, entre los que se encuentran los dos estradenses.

Cortizo reconocía ayer que se trata de «un detalle muy bonito» por parte de los vecinos. «Sabemos que es un agradecimiento de verdad, que surgió de ellos», afirmó el estradense, quien destacó la conexión creada en esos días en la hoy llamada Avenida de los gallegos. «Cuando llegamos allí éramos los primeros. No había ido ningún medio y la gente estaba muy cabreada», recuerda. «Después de vernos trabajar durante horas la gente ya empezó a vernos de otra manera. Cuando nos fuimos después de cuatro días trabajando a destajo la situación en la calle podría decirse que era decente. Nos gustaría poder quedarnos unos días más pero era imposible. Se acababan nuestros días de vacaciones y teníamos que reincorporarnos al trabajo», explicó el bombero, quien admite que nunca trabajó tanto como esos días en Valencia. «Ver lo agradecidos que estaban con nosotros después de esos días te demuestra que el dinero no es lo más importante en esta vida».

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