Gresande honra a las mascotas

Raquel González es, además de pedánea de Gresande, gaiteira, aficionada a los caballos y también a dinamizar su parroquia. Sus paisanos volvieron a felicitarla ayer por el resultado de la celebración del San Antón Abade, una cita que alcanzaba su quinta edición. Surgió en el segundo año de la pandemia sanitaria, pero esta cita nació para quedarse y cada año ganar más adeptos.

Un poco antes de las 16.00 horas comenzaban a llegar los primeros asistentes al entorno de la iglesia parroquial para, acompañados de sus mascotas, esperar por la bendición de los animales. El tiempo desapacible, sobre todo a causa de la lluvia, obligó a la organización a trasladar los animales al interior de la iglesia para, uno a uno, acercarse al hisopo con agua bendita que tenía en la mano el sacerdote José Katanga. «Hubo que hacerlo así por el mal tiempo», lamentaba Raquel poco después de finalizar una celebración que, reconoce, le satisfizo por la respuesta de público. «La verdad es que esto va a más», manifestó. La mayor parte de los animales que acudieron ayer por la tarde a Gresande eran perros, llegados de lugares como Lalín, Vigo, Vila de Cruces, Ponteledesma o Silleda, entre otros lugares, además del entorno de Gresande. Lo que más llamó la atención a los presentes fue ver una ternera de una granja del lugar de Ramil, ejemplar que llevó un niño por el que Raquel siente mucho aprecio. Dani atrajo las miradas de todos los presentes. También fueron bendecidos dos gatos y, a diferencia de años anteriores, la organizadora y otros vecinos de la zona no llevaron caballos por la lluvia.

La misa fue cantada por un coro de mujeres de Gresande y de la parroquia vecina de Barcia y también intervino para amenizar la celebración el grupo de gaitas Repenicando. Cada mascota se llevó gratis una chapa bendecida y la organización, satisfecha, pensando ya en el año que viene para volver a honrar a San Antonio.

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