Los patitos feos de las rutas jacobeas
El Consello de Contas evalúa la ejecución de un proyecto de conservación y fomento del Camino de Santiago, en vigor entre 2015 y 2022 y que no materializó ningún albergue público en los tramos de la Vía de la Plata y del Camino de Invierno que discurren por las comarcas.

Un grupo de peregrinos de Valencia, el pasado verano, en la Carballeira do Rodo. | Bernabé/Javier Lalín
Entre los años 2015 a 2022, las rutas jacobeas a Santiago sumaron nada menos que 1.100.737 peregrinos. Más cerca en el tiempo, en 2024 se alcanzó la friolera de 499.241 caminantes. Es evidente que el Camino de Santiago se ha convertido en un pilar del turismo que puede impulsar además la economía y el cuidado del patrimonio.
Por eso, en esos ochos años se ejecutó el Proyecto de Conservación, Protección e Fomento do Camiño de Santiago, dotado con 17,84 millones de euros y en el marco de otro programa que, con 98,93 millones, contenía otras propuestas para fortalecer el turismo. Ahora, el Consello de Contas fiscaliza la ejecución de los recursos financieros de ese paquete de medidas para las rutas jacobeas, que fueron cumplidas en un 67,91%.
El plan para las rutas jacobeas se estructura en ocho líneas estratégicas. Una de ellas, centrada en la especialización y calidad en el servicio de atención al peregrino, contempla crear nuevos albergues donde no hay equipamiento público o bien reformar edificios que sean propiedad de la S.A. Xacobeo para destinarlos a este fin. La Vía de la Plata aparece en ambas opciones, pero lejos del trazado que discurre por Deza y Tabeirós-Montes, con una reforma para albergue en el concello ourensano de A Mezquita y nuevas dotaciones en las dos variantes de la ruta antes de su confluencia en la ciudad de Ourense. En la Vía de la Plata, Deza solo dispone de albergues públicos en Lalín y A Bandeira, pues el de Dozón cerró tras la pandemia y como alternativa hay un alojamiento turístico, Casa Bubela. Algo similar funciona en Rodeiro, por donde transita el Camino de Invierno: tenemos el albergue-Hostal Carpinteiras, pero también de iniciativa privada.
Otra de las líneas de este proyecto se centró en potenciar todas las rutas jacobeas declaradas como oficiales, tanto mediante la programación de actividades para divulgar los valores de cada comarca como echando mano de su difusión en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino (en la rúa Carretas, en Santiago) y en los puntos clave de los distintos caminos a Santiago. Pero en el Camino Portugués esa difusión se centró en Tui, Pontevedra y Padrón, mientras que en el Camino del Sudeste las promociones se ceñían a la ciudad auriense y a A Gudiña. No hubo nada en el Camino de Invierno.
Mejor accesibilidad
Sí se contemplaba, pero en la línea 2, incoar el procedimiento de delimitación de los caminos Portugués y Vía de la Plata, así como del de Fisterra-Muxía, además de realizar estudios técnicos para la protección jurídica de la Ruta do Mar de Arousa-Río Ulla. Éste no es el único trazado marítimo que conduce, aunque de forma indirecta, a Santiago, pues el programa contemplaba potenciar las rutas marítimas desde Francia e Inglaterra.
También se hacía preciso, dentro del paquete de medidas de conservación y mantenimiento, seguir con la propuesta Xacobeo Accesible para finalizar los estudios de mejora de los caminos Portugués, Vía de la Plata y de Invierno, así como de sus servicios de hostelería para que puedan ser cubiertos por personas con movilidad reducida.
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