El muralista estradense que transforma paredes en arte

Jon Lamas es el autor de las ilustraciones que visten el recién inaugurado restaurante O Inferno y explora nuevas vías creativas

Jon Lamas, delante de su mural en el bar O Inferno

Jon Lamas, delante de su mural en el bar O Inferno / Cedida

Desde pequeño, Jon Lamas siempre tuvo claro que el arte formaría parte de su vida. Este joven autor estradense creció rodeado de influencias artísticas dentro de su familia. Primero fue su abuelo, y más tarde sería su hermano que estudió Bellas Artes los que comenzaron a meterle el gusanillo. Nunca se imaginó que aquel pequeño Jon que se maravillaba con los cómics de su tío y comenzaba a ir a clases con el famoso pintor local, Baldomero, estaría años más tarde creando su primer mural en un local de su pueblo. A día de hoy tiene clara su vocación, y aunque sigue esperando más proyectos como el de O Inferno, sabe que tiene un duro camino profesional por delante.

Una pasión contagiosa

Con apenas 7 años, a Jon ya comenzaba a interesarle el mundo artístico y en especial de la pintura, y gran culpa de eso la tenían en el seno de su familia. Más tarde, ya en el instituto, optó por seguir esa rama y continuó así hasta el primer año en la universidad, donde aunque empezó en Publicidad, pronto se dio cuenta de su error, y al año siguiente ya se matriculó Bellas Artes, carrera que más tarde compaginaría con sus estudios en Diseño Gráfico. «Todo lo que aprendí en la carrera me sirvió para enfocarme en el diseño gráfico. Es un mundo en el que todo se nutre de todo», relata Lamas.

Estilo retro pero personal

El estilo de su mural, al igual que el de otros trabajos realizados y que podemos encontrar en su portfolio, nos recuerda a algunos de nuestros dibujos de la infancia. «Me inspiré mucho en el estilo de las animaciones de los años 30, como las de Disney o el videojuego Cuphead. Me encanta porque me da libertad para crear cualquier cosa», declara el joven diseñador gráfico.

Tras encargarse del logo del local y ver la oportunidad de una pared blanca en la que poder trabajar, no lo dudó y habló con los dueños para proponerles el mural. Este proyecto marcará un antes y un después en sus obras, ya que es el primer trabajo que hace a lo grande. Confiesa que «la experiencia fue increíble, aunque al principio estaba un poco nervioso. Pero me quedo con que tuvo muy buena acogida, tanto por los dueños como por el público, e incluso me contactaron el día de la inauguración para hacer la portada de un libro».

Arte urbano en el pueblo

Jon Lamas es un firme defensor del arte urbano, y también cree que este es una gran herramienta para transformar espacios públicos en arte. Ejemplos como los grafitis que vemos en las fachadas de edificios de ciudades como Santiago o Pontevedra bien podrían trasladarse a A Estrada, opina el artista estradense: «la zona de los vinos sería ideal para proyectos de este tipo. Aquí hay muchos lugares que se podrían beneficiar de este arte, sería genial que se apostara más por eso».

A pesar de la gran repercusión de su primer mural, él se sigue manteniendo humilde y advierte con cautela: «El mundo del arte es muy complejo, y aunque me encantaría tener libertad para elegir mis proyectos, no tendría inconveniente en trabajar dentro de una empresa».

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