La AP-53 continúa sin bonificaciones un año después del pacto entre PSOE y BNG

Los descuentos, sujetos a la aprobación de los presupuestos, peligran para 2025 y no se descarta otra subida de las tarifas | El Gobierno central se comprometió con la Xunta hace casi cinco meses a aplicar estas medidas

Cabinas de pago en el término municipal de Silleda.

Cabinas de pago en el término municipal de Silleda. / | Bernabé / Javier Lalín

Con el último mes del año a la vuelta de la esquina los usuarios de la AP-53 reeditan su deseo de que el espíritu navideño, por fin, contagie a los políticos y el 1 de enero lleguen las tan ansiadas bonificaciones para la autopista que conecta la comarca dezana con la capital de Galicia. Los ciudadanos llevan muchos años anotando este entre sus anhelos, pero por el momento los anuncios han quedado en papel mojado. Ni en 2020 ni hace ahora un año el acuerdo entre PSOE y BNG para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno se ha cumplido, y los usuarios se temen que en 2025 tengan que volver a sacudir la cartera.

El 6 de noviembre del curso pasado PSOE y BNG firman el acuerdo, que, según las partes, se materializaría en el primer trimestre de este año, ya con la ejecución de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), no obstante el Gobierno se vio forzado a trabajar con las cuentas prorrogadas y solo una improbable modificación de crédito permitiría aprobar unos descuentos semejantes a los que se aplicaban en la AP-9, la vía de pago de titularidad estatal que cruza Galicia de norte a sur. Entonces, socialistas y nacionalistas se congratularon de que su acuerdo podría fin a la marginación que sufren los vecinos de la comarca dezana. ¿Qué puede pasar ahora? Si el año pasado el ejecutivo central se escudó, para no aplicar los descuentos, en que no tenía presupuestos, este escenario podría reeditarse. La esperanza [otra promesa] surge cuando a finales de junio, es decir, hace seis meses, el Gobierno garantizaba a la Xunta la implantación de las bonificaciones en la AP-53. Fue en una reunión en Santiago centrada en el Corredor Atlántico cuando la conselleira de Planificación de Infraestruturas, María Martínez Allegue, destacaba este «compromiso» del ejecutivo central para poner en marcha estas ventajas en la única vía de alta capacidad de España sin descuentos para sus usuarios. El agravio es de tal calibre que estamos hablando de la única autopista que, por ejemplo, no bonifica la utilización del mecanismo de peaje dinámico, algo que sí acontece en otras infraestructuras gallegas y españolas gestionadas por el mismo grupo accionarial.

La propuesta consistía en viajes de regreso gratis (en un plazo de 24 horas) y una extensión de un 50% más de bonificación para los viajeros superrecurrentes, aquellos que completan más de 20 viajes al mes. En el caso de los que se desplazan de Lalín a Santiago por esta vía el desembolso pasaría de los 267 euros mensuales a solo 67,20 euros. Y un viaje regular de Silleda a Compostela, la cifra adelgazaría desde 160 a 40,50 euros.

En manos de un fondo de pensiones neerlandés

Globalvía alcanzaba el mes pasado un acuerdo con el fondo APG, el mayor proveedor de pensiones de los Países Bajos, para vender toda su participación en Itínere y zanjar los litigios que la compañía española arrastraba por su participación en esta empresa. El fondo se hacía con las autopistas gallegas (AP-9, AP-53, AG-55 y AG-57). En los últimos años, Globalvía ha instado en varios procedimientos judiciales su legitimidad a hacerse con el 90% del capital de Itínere, argumentando que varias operaciones en el capital de la empresa en el pasado no se hicieron conforme a derecho. Recurrió la venta de Sacyr al fondo estadounidense Corsair de su participación del 15,5% en Itínere, pese a que Globalvía acordó con Sacyr, Kutxabank y Abanca la compra del 55% de la compañía. Sacyr decidió venderla a Corsair invocando un pacto de accionistas anterior. Aludiendo al mismo, los fondos neerlandés y estadounidense se trasmitieron el 36% de Itínere a través de una sociedad vehicular, lo que evitó que Globalvía aumentase su participación de control y APG tomó el control efectivo.

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