Rosa regresa a la biblioteca

La exdirectora de O Foxo guió a los alumnos por la importancia de la biblioteca escolar y recibió el cariño del centro.

La exdirectora de O Foxo guió a los alumnos por la importancia de la biblioteca escolar y recibió el cariño del centro.

Ana Cela

Ana Cela

Rosa Ferreira regresó ayer al colegio de O Foxo . Fue solo de visita, aunque seguro que traspasar el umbral le hizo aflorar un montón de recuerdos que todavía están muy frescos. Y es que este es el primer curso que Rosa no acude a este centro educativo de A Estrada como directora, un papel que desempeñó durante nada menos que 26 años. Recientemente jubilada tras 44 años consagrados a la enseñanza, Ferreira fue ayer la invitada de honor del colegio para celebrar el Día da Bibliotecas Escolares. La elección no podía ser más acertada porque nadie conoce mejor la historia de este rincón en el que se estimula la pasión por la lectura.

Rosa regresa a la biblioteca

Rosa regresa a la biblioteca

La exdirectora fue durante años la dinamizadora y responsable de la biblioteca que O Foxo quiso bautizar con el nombre de Xosé Neira Vilas. Si durante mucho tiempo fue Rosa Ferreira la maestra de ceremonias en este espacio, ayer le tocó pasar al otro lado y ser la personalidad recibida en este emblemático espacio del centro.

La jornada arrancó con juegos en la propia biblioteca. Divididos por grupos, los alumnos se sometieron a varias pruebas en las que tenían que acertar títulos de libros. Después, Ferreira les explicó a todos cómo fue construyendo O Foxo una biblioteca escolar tan grande; cómo se fue ampliando el espacio existente, ganándoselo a una zona infrautilizada inicialmente pensada como cocina. Les recordó que en estas estanterías les aguardan 14.000 títulos registrados y les relató cuántas personas fueron dejando su huella –y algunos recuerdos– en estas estancias, como también Ferreira dejó el suyo ayer.

Convertido en todo un motor para este centro, es de la biblioteca de donde parten muchos proyectos que desarrolla el colegio. El broche de la celebración fue dulce: gallegas de Fuxú, la mascota.

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