Una quincena de feriantes siembra el pánico y atemoriza al personal de las actividades infantiles de As Dores

Trabajadores de la empresa y del Concello denuncian agresiones por un grupo de personas, que acabaron marchando tras la intervención de las fuerzas de seguridad | Padres y decenas de niños abandonaron asustados los hinchables

Feriantes discuten con agentes de las fuerzas de seguridad.

Feriantes discuten con agentes de las fuerzas de seguridad. / Bernabé/Javier Lalín

“Esto ya me lo temía y sobre todo después de haber recibido amenazas”. Así resumía el empresario al que el Concello de Lalín le contrató la instalación de hinchables y otros juegos tanto el domingo como en la tarde del lunes ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los feriantes de las barracas y atracciones en la urbanización de O Regueiriño.

Atracciones en Matemático Rodríguez.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Atracciones en Matemático Rodríguez. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Poco después de las 17.00 horas, cuando las actividades infantiles abrían al público, un grupo formado por una quincena de feriantes sembró el pánico en la calle Colón y delante de la estatua de Loriga. Supuestamente se habían presentado en la calle para verificar que las colchonetas cumplían con las medidas de seguridad y permisos requeridos, pero finalmente fueron denunciados por agresiones a trabajadores de la empresa Tikolandia. Puñetazos, golpes, empujones, padres y niños en estampida: esta fue alguna de las imágenes que tuvieron que soportar decenas de personas que pretendían pasar una tarde del lunes de la fiestas en compañía de sus hijos en las atracciones de calle.

Aspecto que presentaba ayer la Praza da Igrexa.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Aspecto que presentaba ayer la Praza da Igrexa. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Entre los agredidos está el jefe de gabinete de la Alcaldía, Manuel Vilariño, que recibió un puñetazo en el hombro y al que un feriante le quitó el teléfono móvil de la mano y acabó estampándolo contra el suelo. Varios adultos, la mayor parte padres que estaban con sus hijos en los hinchables, también sufrieron amenazas por tomar imágenes o vídeos de la trifulca cuando las fuerzas de seguridad no habían hecho acto de presencia todavía en la zona. Alfredo González, propietario de la empresa contratada por el ayuntamiento, fue intimidado con una navaja. Otros objetos cortantes podrían ser utilizados para pinchar los hinchables, sin que trascendiesen incidencias en este sentido.

Un coche de la policía en la calle Colón.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Un coche de la policía en la calle Colón. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Un agente de la Guardia Civil de paisano presenció parte de los hechos en unos instantes que para el público situado en otras zonas con atracciones como la Praza da Igrexa o las calles Principal y Loriga pasaron, afortunadamente, desapercibidos. Los ánimos comenzaron a calmarse, aunque varios monitores de la empresa tuvieron que abandonar sus puestos por crisis de pánico. El dueño de Tikolandia se planteó parar la actividad con cientos de niños gozando de los hinchables por temor a represalias y al final accedió a la petición realizada por el edil de Seguridade Cidadá, Pablo Areán.

Con los demás feriantes fuera de la zona, tres personas se quedaron para conversar con las fuerzas de seguridad y dar su versión de los hechos y uno aseguró que había sido agredido por una mujer. El jefe de la Policía Local, Pablo Pérez, acompañado de otros agentes, mandos y guardias del instituto armado negociaron con los feriantes para que abandonasen la zona, cuestión a la que accedieron pues, según el testimonio de uno de ellos, no querían generar problemas. La relación entre estos feriantes y el Concello queda deteriorada. Otro grupo había contactado con el gobierno hace poco para tratar de sentar las bases de cara al próximo año y que Lalín no quedase otra vez sin atracciones.

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