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El Scientia, sin guardería, plantea ahora un Erte para los trabajadores del colegio

El director general de la empresa se reunió ayer con parte de la plantilla y hoy está previsto que se siente con el alcalde | Comienza el goteo de demandas por impago de salarios

Un representante de la empresa se reunió el lunes con los afectados por el cierre de la guardería.

Un representante de la empresa se reunió el lunes con los afectados por el cierre de la guardería. / // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Alfonso Loño

Alfonso Loño

lalín

El paso de los días no hace más que arrojar incertidumbre al futuro inmediato del centro educativo concertado Scientia Lalín. Sin guardería, ahora la empresa habría planteado a los trabajadores la presentación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte), cuyas causas se desconocen, aunque la principal podrían ser de índole económica. La mudez de la propiedad, que continúa sin gestionar una comunicación eficaz con los padres, es respondida por parte de algunos afectados, que viven con desasosiego el futuro del colegio.

La empresa desplazó el lunes al colegio a un representante del departamento de Recursos Humanos, que se reunió con los progenitores del medio centenar de niños que deberían iniciar esta semana la guardería, encuentro en el que solo se constató que este servicio no funcionaría por falta de personal. Ayer habría sido el director general del grupo empresarial, Francisco Guerrero, el que acudió a Lalín para reunirse con la plantilla, a la que le comunicó la previsión inicial de poner en marcha una regulación de empleo que, debe ser autorizado por la autoridad laboral. El proyecto educativo de Scientia comenzó en verano de 2021 con una plantilla de 47 trabajadores, aunque el plantel actual se desconoce.

La empresa habría asegurado anteayer que el comienzo del curso en Primaria, Secundaria y ESO no corría peligro. Tiene a favor que parte del plantel de profesores estaría cubierto mediante el concierto educativo que tiene con la Xunta, y por eso estos profesionales son los que menos descubiertos están a la hora de percibir sus nóminas en tiempo y forma. El problema surge con otros profesores que no tienen cubiertas un mínimo de horas y otros empleados que, en casos, llevan hasta siete meses sin cobrar. La determinación y el compromiso de estos profesionales fue una pieza clave para que el pasado curso se desarrollase sin problemas para los padres y rehusaron denunciar públicamente su inaceptable situación laboral. A falta de tan solo ocho días para el comienzo del curso escolar, la inquietud de los progenitores se trasladó a muchas librerías lalinenses, que temen cancelaciones de pedidos de libros o de material. Un pronunciamiento de la empresa sería esencial para acabar con esta incertidumbre.

La puesta en funcionamiento de la guardería es harina de otro costal. Cuatro de sus cinco trabajadores están de baja y ninguno de ellos habría aceptado la invitación de la empresa de regresar a sus puestos de trabajo solicitando el alta voluntaria como primer paso para empezar a cobrar las mensualidades atrasadas. Más de la mitad de estos empleados, de diferente categoría profesional, habrían iniciado la presentación de demandas para la reclamación de cantidades pues estamos hablando de impagos de hasta siete meses. En consecuencia, la empresa se vería forzada a buscar a nuevos trabajadores, además de asumir a largo plazo unas indemnizaciones a los empleados cuyas demandas salgan adelante. La baja, hasta la fecha, al menos garantiza a los afectados unos ingresos procedentes de la Seguridad Social o de mutualidades.

La Bosquescola de Goiás como alternativa

Hace ahora algo más de un año el colectivo Educalecrín impulsaba un singular proyecto educativo. A Merla Blanca es una bosque escuela situada en la parroquia de Goiás que funciona tanto como un centro educativo convencional, aunque con conceptos distintos como que sus aulas se imparten en permanente contacto con la naturaleza. También, por las tardes, sus profesoras, Natalia González y Verónica Ledo cuentan con bastantes menores que acuden a sus actividades. El centro comenzó a recibir llamadas de familias del Scientia Lalín “que se encuentran buscando una alternativa educativa ante la no apertura de la guardería y una incertidumbre sobre si abrirá o no la educación Infantil”, afirman desde A Merla Blanca, que a su vez asegura que sí dispone de plazas para niños de entre 2 y 6 años. Es más, la dirección propone a las familias “ante esta situación inesperada” una rebaja en las primeras mensualidades del curso. Durante esta semana está previsto que continúen las reuniones ente el centro de Goiás y las familias “para conocer sus necesidades e intentar cubrirlas, ofertándoles una solución lo más rápida posible y a tan solo 4 minutos del centro urbano de Lalín”.

Comedor

Por otro lado, el centro educativo que gestionan Natalia González y Verónica Ledo ya baraja a estas alturas la posibilidad de abrir el servicio de comedor debido a las peticiones realizadas por parte de las familias en el transcurso de la primera reunión entre las dos partes.

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