El último y, a la vez, el primero
Sorprende la muestra de respeto al animal, que está en el centro de esta cita milenaria

Varios ‘aloitadores’ veteranos durante el curro de este lunes. / BERNABÉ/JAVIER LALÍN
ZOEL OTERO
Lleno hasta la bandera. Así estaba la mañana de este lunes el curro de Sabucedo para el último día de la presente edición de la Rapa das Bestas. En él se aloitaron un total de 57 caballos, desde su comienzo, en torno a las 12 de la mañana, en un día en el que los animales ya se mostraban impacientes por volver al monte.

El último y, a la vez, el primero / ZOEL OTERO
Jóvenes y mayores se lanzaron a los equinos durante los 98 minutos que siguieron a la llegada de estos últimos. A pesar de ser un día laboral, el público acompañó a los aloitadores de manera enérgica, pero también se mostró comedido a la hora de animar tanto durante el propio curro como antes de él, cuando el respetable se mantuvo en silencio durante la entrada de los caballos para evitar asustarlos. Esto es algo que puede llegar a sorprender si es la primera vez que se acuda a la Rapa das Bestas, como es el caso de un servidor, que esperaba una atmósfera más acalorada pero quedó gratamente sorprendido al ver semejante muestra de respeto al animal protagonista de estos cuatro días de acción.
El proveedor de calor en su lugar en este último curro fue el sol. Y es que el cielo encapotado con el que inició fue seguido de un tiempo extremadamente soleado, que la gran mayoría de asistentes notaremos durante los próximos días en forma de quemaduras. Esto llegó al punto de que el speaker del evento, Pablo García Chichas, recordó varias veces a los espectadores que nos mantuviéramos hidratados y, a ser posible, llevásemos una gorra o sombrero, además de protección solar. Muy a mi pesar, esta última advertencia parece haber llegado demasiado tarde.
Finalmente, y con todas las bestas rapadas otro año más, el curro fue abierto y vaciado hasta el próximo julio y los equinos fueron guiados a través de un pasillo de espectadores y aloitadores antes de ser soltados al monte a las 19.00 horas, dando así final a otra Rapa das Bestas más.
Para finalizar esta crónica, y en línea con este tono más personal que hemos decidido seguir para el que ha sido mi estreno cubriendo y asistiendo a la Rapa das Bestas, lo mejor es dejar unas pequeñas impresiones, que además puedan servirle a alguien que decida animarse y acudir el año que viene. En relación con lo expresado más arriba, lo primero que se debe tener claro es que, a diferencia de lo que algunos puedan pensar en un primer momento, el respeto al caballo está en el centro de esta celebración centenaria; y esto no solo recae en la finalidad del propio curro, sino también en acciones tales como el volumen controlado del público. También es de esperar que cada curro dure bastante; estás viendo, en cuanto a tiempo, un partido de fútbol sin descanso, así que haz todo lo posible para estar cómodo y, en caso de estar mínimamente soleado, lleva gorra y protección solar.
Lo último y más importante, es disfrutar el evento: la Rapa es una celebración no solo de un animal sino de una pequeña aldea que abre cada año sus puertas a gente de todos los rincones del país y del mundo. Así que, disfrutad de Sabucedo, del ambiente y de la que es una Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Suscríbete para seguir leyendo
- Marisco de Canadá, Portugal y Marruecos devuelve el producto gallego de la lonja al mar: «Hay gente que lo vende como si fuese de aquí»
- Condenan a un supermercado a indemnizar a 76 trabajadores gallegos por practicar «esquirolaje organizativo» durante una huelga
- Toralla prohíbe los pisos turísticos antes de la apertura de la isla a Vigo
- Oceanográficos tiran «cientos de kilos» de pescado al mar por el veto al quiñón
- Augas alerta al Concello ante el «riesgo de desabastecimiento de más de 400.000 personas» en Vigo
- El Concello de Vilagarcía cierra de manera cautelar un pub de la zona TIR
- La alta demanda para retirar el amianto de construcciones eleva meses la espera
- La Xunta mantiene en el aire el disuasorio planeado en la autovía