Menopausia: ¿cómo como?

La nutricionista estradense Clara Torres y la Asociación de Mulleres de San Xurxo de Vea ahondan cómo prepararse, desde la alimentación, para los efectos que genera esta etapa

La nutrticionista estradense Clara Torres.

La nutrticionista estradense Clara Torres.

Ana Cela

Ana Cela

A Estrada

Es curioso. El 50% de la población mundial pasará por la menopausia, un proceso completamente natural aunque no siempre sea sencillo. Todo el mundo está preparado para entender que la menopausia es una época en la vida de cualquier mujer en la que deja de tener menstruaciones. En líneas generales, ahí se queda todo. Para lo común y lo universal que es esta etapa, poco se habla y menos se divulga sobre qué es exactamente lo que cabe esperar de unos cambios que, aun siendo de lo más natural, no dejan de generar sorpresa, y no siempre agradables.

La asociación de Mulleres Rurais de San Xurxo de Vea tomó la iniciativa de despejar muchas dudas sobre este período para saber cómo afrontarlo desde prácticas que ayudan a recibirlo o sobrellevarlo de mejor manera. El deporte, la socialización y la alimentación son algunas. De ellas habló ayer a este grupo de mujeres la nutricionista estradense Clara Torres.

Empezó por el principio: qué es lo que pasa y cuándo comienza. En contra de lo que comúnmente se cree, la menopausia no arranca cuando la regla se bate en retirada. Comienza, en realidad, unos 8 años antes de la última menstruación y puede alargarse hasta seis años después de que se haya dejado de tener regla. Conlleva la reducción de hormonas femeninas como los estrógenos y eso tiene, inevitablemente, efectos en el organismo de las mujeres. Por poner solo unos ejemplos: se alteran los niveles de colesterol; puede aparecer una resistencia a la insulina que desemboque en diabetes; es más frecuente la hipertensión; hay más riesgo de osteoporosis y acostumbra a aumentar la grasa visceral. Todo ello al margen de los famosos sofocos, ansiedad, sequedad vaginal y un largo etcétera.

“Pero, si sabemos lo que nos va a faltar, podemos cuidar nuestra alimentación para que la sintomatología no sea tan grave”, resume Clara Torres. Se trata de estar preparadas, dicho sea de otro modo. En todo caso, insiste en que cada mujer es un mundo y, con ello, cada menopausia es diferente. Es posible que algunas solo experimenten algunos de los efectos, pero siempre conviene saber cómo reaccionar a lo que pueda surgir.

Sin dieta restrictiva

A Clara no le gusta la palabra “dieta” que, en cambio, suele aflorar en la cabeza de muchas mujeres que ven cómo su barriga cambia cuando llega la menopausia. Aquellas grasas que se iba a otros lados del cuerpo cuando los niveles de estrógenos eran mayores, ahora se decantan por el abdomen. “Hay que tener una base y adaptarnos. Saber qué es lo que nos sucede siempre nos ayuda a tomar mejores decisiones”, remarca esta experta. “Si de repente notamos más barriga, nos podemos adelantar y ser más activas, controlar las calorías, aunque de vez en cuando nos permitamos algún postre”, dice “Las mujeres, cuando empiezan la menopausia comienzan a hacer dietas muy restrictivas y eso hay que evitarlo. Tenemos que meter grasa de buena calidad, fibra, aporte de proteína y elegir bien los carbohidratos”, informa. Cambio y adaptación de los hábitos.

Si la menopausia llega acompañada de colesterol, habrá que incidir en el consumo de grasas saludables y controlar mucho el consumo de ultraprocesados. Si se presenta con osteoporosis, Clara Torres incide en el consumo de lácteos de calidad, en la exposición al sol para absorber la vitamina D y en el ejercicio de fuerza.

Y si hay que cuidar el plato, también hay que gastar zapato. Es este un buen momento para incrementar el ejercicio físico. “Es muy, muy importante hacer ejercicio y, pudiendo ser, ejercicio de fuerza”, insistió ayer.

Taller de desayunos

Después de la charla, las mujeres de San Xurxo de Vea pasaron de la teoría a la práctica, con un taller centrado en una de las comidas del día que, con frecuencia, hay más tendencia a descuidar: el desayuno. Clara Torres expuso que, para ella, un buen desayuno debe incluir una o dos raciones de lácteos o, en su defecto, un alimento que proporcione calcio (caso de una ración de almendras o una bebida vegetal enriquecida); una grasa saludable (aceite de oliva o aguacate, por ejemplo) y una proteína de calidad (huevo o un trozo de queso fresco, entre otras posibilidades). De manera opcional estaría la fruta de temporada y los cereales, preferiblemente integrales.

La actividad propuesta por las Mulleres Rurais de San Xurxo de Vea es todo un acierto para arrojar luz y despejar dudas sobre un momento de la vida de todas las mujeres tan natural como poco comentado, aun cuando son unos años que requieren especial atención. Son muchos los cambios hormonales y también muchas las consecuencias a las que hay que hacer frente.

Autocuidado

Alimentación y ejercicio pueden resultar de gran importancia para mantenernos sanas y para contrarrestar efectos perjudiciales de estos cambios que se producen en el organismo femenino. Otro campo en el que incidió Torres es el autocuidado: tener tiempo para una misma y destinar tiempo también a las relaciones sociales sanas, a tener una red de amigas con las que compartir momentos de calidad.

No en vano son años en los que el cambio hormonal suele coincidir con cambios importantes a nivel personal, de ahí que haya que estar preparadas para afrontar con fortaleza el momento y tener siempre preparada una red de seguridad.

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