Los contratos en la hostelería crecen un 5% y suponen casi 1.500 al año en las comarcas
Cae la demanda de camareros y aumenta la de cocineros y ayudantes | La demanda de estos dos últimos perfiles profesionales en Deza duplica a las necesidades de Tabeirós

Estreno hostelero en Lalín. Doce Arte es el nombre de un establecimiento dedicado a cafetería y pastelería que abrió ayer sus puertas en pleno Kilómetro 0 de Lalín. El negocio está regentado por el matrimonio brasileño formado por Izabella y David, que atenderán a su clientela de lunes a domingo entre las 8.00 y las 13.30 horas y por la tarde, de 16.00 a 20.30 horas. En este mismo bajo comercial funcionó durante años un establecimiento semejante, que cerró sus puertas meses atrás. | BERNABÉ/JAVIER LALÍN / alfonso loño

La hostelería es uno de los sectores con un peso relevante en la economía de las comarcas y además del importante número de bares, la restauración también ocupa un lugar destacado en los atractivos de los municipios de Deza y Tabeirós-Montes. Durante el año pasado los principales perfiles profesionales de este segmento generaron 1.498 contratos de trabajo, un 5,6 por ciento más que el anterior. Por el mayor peso poblacional y de servicios, el mercado de la hostelería tiene más necesidades en Deza que en Tabeirós-Montes.
El Instituto Galego das Cualificacións acaba de difundir los datos de contratos de trabajo por algunas de las principales familias profesionales y de este estudio se desprende que durante el pasado ejercicio se cerraron en las comarcas un total de 1.093 acuerdos laborales para camareros, balance que supone un ligero descenso en comparación con 2022, cuando habían sido una quincena más. A la comarca dezana corresponden 589 (fueran 606), mientras que los restantes 504 (510 el curso precedente) fueron cerrados en alguno de los ayuntamientos de la comarca vecina.
Por otro lado, el organismo autonómico detalla los contratos de trabajo formalizados con cocineros y ayudantes de cocina. En el primer caso figuran un total de 184, que son casi una treintena más en un año, y al mismo tiempo hasta 120 se ciñen a los municipios dezanos (aumentan diez acuerdos laborales) y los restantes 64 son de Tabeirós, también con mejores registros, en este caso con dos contrataciones más. En lo que respecta a los profesionales dados de alta como ayudantes de cocina los datos también son mejores que los del año anterior, cuando se cerraron 181 contrataciones, volumen que aumentó hasta los 221. En Deza fueron 148 (27 más) y en Tabeirós fueron 73, frente a los 60 del balance anterior.
Ahora vamos a conocer la incidencia de la estabilidad laboral en estas profesiones. En el caso de los camareros, en las dos comarcas, este organismo concluye que es baja. Por el contrario, en los ayudantes de cocina la estabilidad laboral, en Deza, es alta, [un año antes era baja] y en los cocineros se da el fenómeno a la inversa, pasando de alta a, ahora, una estabilidad laboral baja. En la comarca vecina el indicador se mantiene en nivel medio.
Por otro lado, el Instituto Galego das Cualificacións evalúa por ejemplo la repercusión de las contrataciones de los contratados como matachines y operarios de industrias cárnicas, dato que solo aparece en la comarca dezana, donde se formalizaron un total de 85 acuerdos laborales, dato que está bastante lejos de los 132 habidos doce meses antes, mientras que el indicador de estabilidad laboral continúa en nivel medio. En el área que conforman los ayuntamientos de Tabeirós-Montes nos encontramos con registros de contratos de panaderos y trabajadores de pastelerías o confiterías, y en este campo los registros mejora. Durante 2023 se realizaron 36 contratos de trabajo, que son siete más, con un indicador alto de estabilidad laboral.
La destrucción del empleo autónomo lastra la afiliación
Son al menos un par de años en los que la destrucción del empleo autónomo es una constante en las comarcas y el pasado año se cerró con 136 trabajadores por cuenta propia menos que los contabilizados en 2022. La pérdida de este tipo de activos arrastra la afiliación a la Seguridad Social, que mostró peores números que los del ejercicio anterior. Mientras la afiliación en el régimen general aumenta, se mantiene estable pero al alza en el agro y cae muy poco en el régimen de cotización del hogar, los autónomos se quedan en 6.850. Son datos divulgados en el día de ayer por el ministerio, que toman como referencia el municipio en el que tiene la sede la empresa o el autónomo. Lalín, por ejemplo, que años atrás se movía en niveles de 2.600 trabajadores por cuenta propia, llegó al pasado mes de diciembre con 2.195 y en A Estrada son 1.649. Ahora vamos a ver los censos absolutos de personas insertadas en el mercado laboral que, con sus cotizaciones contribuyen al sostenimiento del sistema público. Son muy pocos los ayuntamientos que son capaces de mejorar sus balances y casi todos pierden afiliados a la Seguridad Social. En Lalín constan 7.080 (ocho más) y A Estrada llega hasta los 5.516 después de sumar 77. Cerdedo [independientemente del territorio de Cotobade] totaliza 276, que son 37 más en un año. Silleda cae hasta 3.628 (41 menos), en Vila de Cruces constan 1.332 (39 menos), Rodeiro recorta cuatro activos y mantiene 964 y en Agolada hay 495 (11 menos). Dozón cedió una treintena y mantiene 326 y en Forcarei el censo se redujo en 35 activos, quedando 926.
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