Deza presume de excelencia vacuna

Una explotación lalinense es elegida segunda de España por la genética de sus animales y otra rodeirense ocupa la misma posición por índice de mérito económico

Los hermanos Manuel y Rodrigo García Buján en su granja de Cangas.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Los hermanos Manuel y Rodrigo García Buján en su granja de Cangas. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / alfonso loño

Alfonso Loño

Alfonso Loño

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Décadas lleva el sector lácteo en crisis, con precios bajos y costes de producción que no paran de aumentar. Esta razón no impide que muchos ganaderos se nieguen a tirar la toalla, clausurar sus granjas y buscarse un oficio con menos preocupaciones que cumplir con sus cometidos. La transformación del agro pilló ya mayores a algunos ganaderos y el relevo generacional no fue posible, no obstante la incorporación de jóvenes o la continuación con el medio de vida de sus antepasados es irrenunciable para muchos, que siguen buscando la excelencia en un mercado global heterogéneo tanto en la producción de leche como de carne.

Dos granjas dezanas están entre las mejores de España por las características de sus vacas. La lalinense G.B. Gandeiría, de la parroquia de Cangas, acaba de ser proclamada la segunda del territorio nacional por la Confederación de Asociaciones de Frisona Española (Conafe) en lo que técnicamente se denomina índice combinado (ICO). Este premio no cae del cielo y, según comenta Manuel García Buján [gestiona esta explotación junto a su hermano Rodrigo] es fruto del “empeño” y del “trabajo constante” de muchos años. Rodrigo, hace algo más de una década y Manuel desde hace sobre siete años, nacieron entre vacas y a pesar de que cursaron estudios de Derecho y de Arquitectura Técnica, tomaron las riendas de la granja de sus padres con el objetivo de tener los mejores animales. Como su casa familiar era conocida como Abonxo, aprovecharon este nombre como indicativo de sus vacas. Entre terneras y adultas cuentan con unas 140, de las que 60 son de ordeño.

“Hace unos años teníamos 80 de ordeño, pero como no disponemos de mucho terreno, bajamos el número, confiesa Manuel, que ayer por la mañana, junto a su hermano, preparaba el robot de ordeño para sacar la leche a sus vacas. Manuel conoce las ventajas y detalles de la genómica y por eso también gestiona una empresa dedicada a la venta de semen. Uno de las claves del éxito para conseguir una buena selección genética de las vacas, sostiene Manuel García, es buscar un toro “top” que te guste e iniciar la inseminación de las res lo antes posible. Los localiza por internet en España y fuera de sus fronteras, sin esperar por los “probados” pues, a su juicio, no tiene sentido. “Tengo bisnietos de toros que están empezando ahora a ser demandados y no me importa pagar 100 ó 150 euros por una semilla”, aunque los hay que aguardan un tiempo para que el coste sea menor. Explica que el precio medio de una dosis común está entre 15 y 20 euros, que sube a entre 45 y 60 en el caso de los sexados. “Para conseguir esto hay que echar muchos años y nosotros empezamos con Mouriscade, cuando era la granja número uno de España en genética, pero después ya buscamos alternativas, aunque si pones trabajo y empeño en dos o tres años puedes situar a tu granja entre las 100 de España”, dice.

Jesús Nieto en su explotación de Arnego, en Rodeiro.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Jesús Nieto en su explotación de Arnego, en Rodeiro. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / alfonso loño

Explotaciones familiares

Manuel conoce bien las instalaciones de Ramadería Can Thos. Ubicada en Tordera, en el Maresme catalán, es en estos momentos la mejor ganadería de España por índice combinado al lograr 1.185 puntos, tres más que la suya. No obstante, a su juicio no se pueden comparar las explotaciones familiares que abundan en Galicia y en Deza con otras que no dependen tanto de la rentabilidad inmediata pues pertenecen a compañías o grupos de empresas con una gran fortaleza económica. “Nosotros no podemos pagar 30.000 euros por una vaca”, dice, al tiempo que advierte de la normativa de bienestar animal que se avecina amenazará la subsistencia de muchas explotaciones por gastos añadidos. Como se prevé la prohibición de cortar los cuernos a los animales para su manejo, ya busca material genético de toros sin cornamenta.

En el lugar de Padín, en la parroquia rodeirense de Arnego, está asentada Casa Grande Padín, una granja de 500 vacas, de las que 240 son de ordeño. Jesús Nieto está al frente de la explotación que fue segunda de España en índice de mérito económico. Su hermano gestiona una empresa de venta de semen y los 10.000 litros de leche diarios que salen de sus vacas los vende a una compañía de O Saviñao. Para Jesús es muy importante y casi decisivo en la mejora genética de las granjas de la comarca la labor que realiza Finca Mouriscade [quinta de España en ICO] y en particular el trabajo que realiza el veterinario Héctor Martínez al frente de este servicio. “Hay que valorar eso pues si no fuese gracias a Mouriscade no sería posible”, manifiesta.

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