Entrevista | Sara Baquero Guillén Profesora de yoga

“Hay que enseñar que el yoga puede ser divertido, a la vez que relajante”

Empieza a impartir clases semanales a partir del viernes en el Centro Move

Sara Baquero, en el centro de yoga
 y terapias Ahó de Pontevedra.

Sara Baquero, en el centro de yoga y terapias Ahó de Pontevedra. / Ángel graña

Lalín

El Centro Move de Lalín ofrece a partir de este viernes clases de yoga vinyasa impartidas por la pontevedresa Sara Baquero Guillén. Las clases se ofrecen cada semana los miércoles y los viernes, y tienen como protagonista a un yoga más dinámico, centrado en el movimiento del cuerpo y en la respiración consciente para encadenar diferentes y variadas posturas.

–¿Cómo surgió su colaboración con el centro lalinense donde impartirá sus clases de yoga?

–Va a ser la primera vez que trabaje en Lalín. Todo vino porque yo todos los años en San Vicente do Mar doy clases de yoga y de masaje terapéutico en El Pirata. Una de mis alumnas, que ya es su segundo año participando, que se llama Conchi, les dio mi número de teléfono, me llamaron y se pusieron en contacto conmigo para ofrecerme lo de las clases en Lalín.

–¿En qué van a consistir sus clases en la capital dezana?

–En principio vamos a empezar con solamente clases de yoga. Luego, más adelante, si interesan otros servicios a mayores de lo que son las clases, estaría encantada.

–¿Qué diferencia el Yoga Vinyasa de otros ya conocidos?

–No es un yoga específico en sí porque hoy en día existen muchísimas modalidades y el que yo practico es el Yoga Vinyasa, que se distingue porque es mucho más dinámico, trabaja con música de acompañamiento, es más deportivo y no tan clásico ni tan parado como los que pueden ser más conocidos.

–Supongo que en estos tiempos que estamos viviendo, con tantas prisas para todo, disciplinas como el yoga son muy demandadas...

–A ver, sí y no. Hay un público para todo, como te puedes imaginar. También quiero aprovechar para decir que existe una muy mala publicidad sobre lo que es el yoga. La gente todavía lo interpreta y lo identifica con sólo meditación y movimientos muy lentos y acompasados. Siempre digo que todavía hay que reeducar un poco y enseñar que el yoga puede ser divertido, entretenido, a la vez que algo muy relajante. Creo que sería bueno, como digo, un repaso para que todo el mundo pudiera hacerse una correcta idea de lo que es y para qué sirve algo como el yoga.

–¿Por qué considera que el yoga es algo útil hoy en día?

–Ten en cuenta de que la utilidad que le vas a sacar al yoga dependerá del objetivo que tú busques. Con yoga puedes lograr cualquier objetivo, ya sea tonificar, ganar fuerza, flexibilidad o simplemente aprender a relajarte y a aprender a escuchar tu propio cuerpo. Los objetivos los logras sí o sí.

–En su caso particular, ¿como llegó a descubrir el yoga hasta convertirlo en medio y forma de vida?

–Pues, ya llevaba tiempo practicándolo para mí y digamos que ya empecé como a meterme más de cabeza cuando llegó la pandemia. Yo creo que algo parecido nos pasó a todos. Fue un tiempo de introspección, de escucharse un poquito más, de cuidarse también un poco más, y ya fue cuando comencé a darme cuenta de que el yoga había dado un cambio muy grande en mi vida. Ya no sólo físicamente, sino emocionalmente y fue cuando ya decidí especializarme en él. Yo antes era instructora de pilates y lo cambié por el yoga.

–¿Es cierto que también probó con el culturismo femenino?

–Llegué incluso a competir pero fue hace muchísimos años en el bikini fittnes. Eso fue una experiencia que me ofrecieron y me dijeron que si me apetecía competir. Decidí hacerlo por vivir la experiencia pero no es algo que hoy en día tenga pensado volver a probar.

–Cuando antes hablaba de mala publicidad del yoga, ¿no cree que puede ir aparejada al estereotipo de actividad mística o incluso asociada a alguna secta?

–El yoga en concreto, no. Yo creo que eso lo enfocan más a las terapias holísticas o las terapias naturales, que siempre son el último recurso para cuando lo demás no funciona. Pero en el tema del yoga, más que esoterismo, magia o esas cosas, es más la mala propaganda que se le da de que solamente sirve para relajarse y meditar. La parte de ejercicio físico, de la armonía, de la fuerza que te da, del cambio físico que te genera el yoga, de eso no se habla nunca. Entonces, mucha gente cuando hablan y dicen que van a clases de yoga, pues la mayoría les contesta que no les gusta porque sólo sirve para relajarse o que no son capaces de meditar. Hay que dejar claro que el yoga no sólo es o sirve para meditar, es ejercicio físico, es fuerza y una sinergia entre la mente y el cuerpo.

–¿Hasta qué punto el intrusismo le ha hecho daño a una determinada forma de conocer el yoga?

–Desgraciadamente, intrusismo hay hoy en día en cualquier trabajo. Sí es cierto que al final todo depende del profesional con el que te encuentres porque, como en todas partes, la gente busca lo rápido y lo fácil. En la actualidad tienes cursos o formaciones de uno o dos fines de semana, y ya te están acreditando como instructor o como lo que sea. A veces, falta base y las clases que se hacen o la metodología empleada quizá no ayudan, después, muchas veces a explicar lo que es realmente algo como el yoga.

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