El director de la Agencia Galega de la Calidade Alimentaria (Agacal), José Luis Cabarcos, acompañado de la presidenta del consejo regulador de la indicación geográfica protegida (IXP) Mel de Galicia, Ester Ordóñez, visitó ayer por la mañana una de las alvarizas que la empresa lalinense De Liñares tiene en montes de la parroquia de Vilatuxe. Allí, el representante de la administración autonómica puso en valor a importancia del amparo de la IXP Mel de Galicia como elemento garantizador de que el producto es de calidad certificada.

Además, hace falta recordar que los productos bajo el sello de la IXP garantizan que se trata de una miel cien por cien gallega, sometido a rigurosos controles sanitarios y de calidad, avalados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), desde el inicio hasta el final de su producción. De este modo, con la comercialización de estos productos , apuntó Cabarcos, se está apoyando a los apicultores y apicultoras gallegos, fomentando su asentamiento en el rural.

Por otra parte, la Consellería de Medio Rural, a través de la Agacal, está trabajando conjuntamente con la IXP Mil de Galicia para buscar potenciar los diferentes nichos de mercado, abarcando desde el comercio local y autonómico para las pequeñas productoras, hasta el nacional e internacional para las empresas de mayor producción, para la comercialización de la miel con contraetiqueta. En este sentido, la consellería colabora con la IXP Mel de Galicia en programas estratégicos, como el plan de formación continua de la Agacal, además de profundizar en la mejora de la investigación con el fin de afrontar los próximos retos de futuro. De este modo, se está valorando en este sentido una acción de cooperación con el centro de investigaciones agrarias (CIAM) de Mabegondo.

Al término de la visita el apicultor David Liñares comentó que, como cabía esperar desde hace tiempo, la cosecha caerá considerablemente a consecuencia del viento del nordés, cifrando el descenso en un 40 por ciento. La amenaza de la avispa asiática continúa, explica Liñares, porque los nidos están en proceso de crecimiento y precisan alimento para las reinas. Las tormentas de los últimos días condicionaron la recogida de la miel en la zona, proceso que el sector confía en retomar a partir de mañana con jornadas de buen tiempo.