La mamá de Lisa, la protagonista del cuento Mamá ya viene, es una de esas despistadas patológicas que nunca encuentran las llaves o las gafas, por mucho que las lleven encima; de esas que corren todo el día y que meten la pata con pasmosa frecuencia porque, a veces, sencillamente no llegan a todo. Lo que Lisa, como tantos otros niños que afrontan con temor el momento de acudir a la escuela no sabe, es que, por larga que se les haga la separación que imponen los quehaceres rutinarios, ni mamá ni papá se olvidarán nunca de que su tesoro más preciado les está esperando. La historia sirve para explicar y calmar no solo a los niños que estos días debutan en las aulas de las escuelas infantiles, sino también a los padres que tienen que pasar por el proceso de asumir que sus hijos estarán fantásticamente atendidos sin ellos y que irán aprendiendo y creciendo mientras juegan.
Escuelas infantiles de la red autonómica A Galiña Azul organizaron ayer jornadas de puertas abiertas para que las familias pudiesen acudir juntas a las aulas. Allí pudieron ver cómo es el centro en el que sus hijos pasarán el curso, cómo se trabajará con los pequeños y cuáles serán las rutinas. En el caso de la escuela estradense, que recibió la visita de alumnos y padres en horario de mañana y tarde, el nuevo curso arranca hoy con 41 niños de entre 0 y 3 años, a los que se sumarán pronto los que se inscriban en el período extraordinario de matrícula de septiembre y, posteriormente, en el que se abrirá en diciembre (con incorporación a las aulas en febrero).
Hoy, los niños que ya estuvieron en el centro previamente y que, por tanto, renovaron su matrícula, se sumarán a las clases. Quienes lo necesiten y puedan, realizarán una pequeña adaptación para recuperar el ritmo. Desde mañana jueves se sumarán los pequeños que acuden a la escuela por vez primera. En este caso irán participando en la actividad del centro siguiendo un período de adaptación.
También en la Escola Infantil Municipal de A Estrada los más pequeños regresaron a las aulas en la jornada de ayer, después de las reuniones previas celebradas el lunes. Como en el caso de la Galiña Azul, estos primeros días son de adaptación, para que la incorporación a las clases se vaya haciendo de forma paulatina y los pequeños se acostumbren a sus educadoras y a la rutina de un espacio que, para muchos de ellos, es completamente nuevo.
Más de 300 en Deza y Tabeirós-Montes
Más de 300 niños de entre cero y tres años tiene plaza asegurada en las siete escuelas de la red autonómica en Deza y Tabeirós-Terra de Montes en un nuevo año de gratuidad de este servicio de conciliación. Todos estos centros tiene capacidad para 415 plazas. Durante el período de matrícula de la pasada primavera, en la de Pontiñas de Lalín se confirmaron 65 inscritos; otros 60 en el centro de Silleda y 35 en Vila de Cruces. Un total de 56 habían solicitado plaza en A Estrada y 17 en la de Forcarei. En Cerdedo-Cotobade hay dos escuelas de A Galiña Azul.
Al margen de la red de centros Galiña Azul, en las comarcas funciona otras instalaciones públicas o privadas que en casos dependen directamente de la Xunta y en otros de concellos o empresas. Así, en Lalín existe una guardería en el colegio Scientia, con capacidad para 41 niños. Las mismas plazas tiene la que gestiona el CEIP María Inmaculada en Silleda. A Estrada es el municipio de las comarcas con más oferta pues, a las 74 plazas del centro del Consorcio de Servizos de Igualdade e Benestar hay que añadir uno municipal con capacidad para 102 niños y dos privadas que disponen de 30 y 36 respectivamente. Son los centros Un, dous, tres y Elfos