La central de biomasa para centros educativos de Lalín sigue en obras a 13 días del regreso a las aulas

La consellería aprobó, a instancias de la dirección de obra, ampliar el plazo de ejecución de los trabajos, que expiró el pasado día 26

Estado que presentaba ayer la obra de la edificación de las calderas, en el IES Aller.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Estado que presentaba ayer la obra de la edificación de las calderas, en el IES Aller. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / alfonso loño

La ejecución en plazo de la obra pública suele ser un ejercicio de ciencia ficción, ahora agravado con la crisis de materiales y los problemas de suministros. Este es el escenario que al menos visualmente muestra el proyecto de la central de biomasa promovida por la Consellería de Educación en Lalín para abastecer a cuatro centros de enseñanza de la localidad.

La actuación fue adjudicada en diciembre del año pasado por 1,3 millones a la compañía Forestación Galicia y la obra física arrancó 30 días después, con, según las previsiones iniciales, un plazo de ejecución de seis meses. No obstante, a finales de abril la dirección de obra solicita a la consellería una modificación contractual, que fue autorizada el 22 de mayo. Ya en junio el órgano de contratación dicta una resolución técnica del proyecto modificado, simultaneándose el replanteo. El informe favorable de la asoría jurídica de la consellería fue emitido el 27 de julio y la concesionaria se compromete a ejecutar las obras del citado modificado sin que se vea alterado el importe de la contrata. Asimismo, se estipula que una vez redactado el proyecto, para la ejecución del mismo se amplía el plazo de ejecución de los trabajos en dos meses, fijándose su finalización el 26 de agosto; es decir, la semana pasada. El alumnado regresa a las aulas el día 11 y no parece que la central no vaya a estar lista para entonces.

Ahorro

La obra, presentada en julio del año pasado, establecía la construcción de una central de biomasa para calefactar las dependencias del IES Ramón Aller Ulloa, el CEIP Xesús Golmar, la escuela infantil Pontiñas y al auditorio municipal. El proyecto, diseñado por el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) prevé que los cuatro inmuebles, que consumen anualmente 70.000 litros de gasóleo, logren un ahorro de 27.000 euros al año.

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