David Sieiro López nació en Soutelo de Montes hace 35 años pero fue con trece cuando emigró a Washington D.C. Lo hizo siguiendo los pasos de su abuelo y posteriormente de su padre, ambos canteros al igual que él. En Estados Unidos ha conformado una familia junto a su mujer Ivania y ha dado continuidad a la tradición familiar como cantero. Desde hace siete años, el forcaricense trabaja para la empresa Lorton Stone LLC. que está especializada en el mantenimiento y reparación de los diferentes monumentos que hay en la capital de Estados Unidos.
Su último trabajo lo ha llevado sin embargo a más de 90 metros de altura para participar en la restauración de la catedral nacional de Washington, un imponente edificio neogótico que resultó dañado en el terremoto que sacudió la zona en el año 2011. “Fue un terremoto que causó daños en muchos edificios pero especialmente en la catedral, por la forma en la que está construida. Se estima que para arreglarla van a hacer falta unos 38 millones de euros pero el gobierno no paga nada de ese dinero. Todo sale de donaciones, por eso todavía estamos aquí trabajando doce años después. Se va haciendo en fases en función de los donativos”.
En su caso les tocó realizar una de las tareas más complicadas, levantar las columnas que soportar las pirámides que adornar el techo de la catedral. “Durante años las piedras estuvieron guardadas. Ahora tuvimos que levantarlas de nuevo para ir colocándolas una a una. Pero además se han reforzado para que, en caso de un nuevo terremoto, puedan soportarlo”, explica. “Tuve la suerte de trabajar en muchos edificios importantes de la ciudad pero este, para un cantero, es especial. Por la arquitectura que tiene hay que ir con mucho cuidado y es una responsabilidad para mí. Además, estamos siempre supervisados en todo lo que hacemos y todo queda documentado”.
Pentágono, Capitolio, Casa Blanca...
El forcaricense trabajara para una compañía especializada restauraciones de edificios antiguos y monumentos. Su trabajo en concreto es recuperar las zonas de piedra. “Estuve trabajando por ejemplo en la Casa Blanca, en el nuevo cierre perimetral. Ya tenía uno pero se decidió subir la altura. También estuve trabajando en el Monumento a Washington. En realidad, en los monumentos que hay en la ciudad creo que trabajé en todos: Pentágono, Capitolio, Casablanca, FBI, Lincoln Memorial, Jefferson Memorial, embajadas de diferentes países... A veces también hacemos algo de obra nueva pero la verdad es que muy poco”, afirma. “El terremoto que tuvimos no fue muy peligroso pero sí que causó daños en la ciudad y en los monumentos, así que fue necesario ir reparándolos. Son trabajos a los que te vas acostumbrando pero la verdad es que soy un privilegiado”, explica el cantero forcaricense, quien suele ir recopilando en imágenes todos estos trabajos en lugares emblemáticos.