Entrevista | José López Campos Alcalde electo de A Estrada

“A nivel regional y provincial los corsés aprietan más y a mí me gusta trabajar con más holgura”

Su nombre sonó en muchas quinielas y para muchos ámbitos como “cola de león”, pero López Campos garantiza su intención de completar su famoso ciclo ‘4x4’ y quedarse en A Estrada otro mandato como “cabeza de ratón”

José López Campos posa para FARO DE VIGO en un banco de la renovada plaza ferial de A Estrada.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

José López Campos posa para FARO DE VIGO en un banco de la renovada plaza ferial de A Estrada. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Se sienta al otro lado de esta misma mesa desde hace doce años o, lo que viene a ser lo mismo, tres mandatos. Como cada día, la antesala de su despacho bulle de actividad. Sin embargo, su lenguaje corporal es relajado, como si no le estresasen los muchos “tú a tú” que le esperan fuera y que estoy segura que no rehuirá. El próximo 17 de junio José López Campos volverá a ser nombrado alcalde de A Estrada, un título que le han vuelvo a conceder las urnas. Le comento que esta es la cuarta entrevista que afrontamos antes de una investidura, cada uno en su lado de la mesa. Esboza una sonrisa que sé que es sincera y reconozco en él la misma ilusión que tenía en 2011; con la templanza que imprime la experiencia, pero con las mismas ganas. No ha querido ser cola de león. Es cabeza de ratón. Y está encantado de serlo.

El regidor, en tres momentos de la entrevista en su despacho de la alcaldía.   | // FOTOS: BERNABÉ/JAVIER LALÍN

El regidor, en tres momentos de la entrevista en su despacho de la alcaldía. | // FOTOS: BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ana Cela

–Con el triunfo del 28-M ya digerido y a las puertas de iniciar su cuarto mandato...¿cómo se ve? ¿Cómo lo afronta?

–Me encuentro en mi mejor momento personal y político; el momento de mayor madurez. Además, con una generación de políticos de la misma época; buenas relaciones con el presidente de la Xunta; dentro del partido me encuentro más cómodo que nunca… Y todo eso te da esa ilusión. Creo que con el escenario más interesante de los últimos años: la parte de las infraestructuras las tenemos muy encaminadas (autovía, suelo industrial); dando pasos para convertirnos en la capital de la formación del mueble y la madera o con el nuevo edificio judicial. Esto último tiene mucha importancia. Nos olvidamos muy rápido pero, hace nada, el gran debate con la fusión de Cerdedo-Cotobade era si A Estrada iba a dejar de ser cabecera de partido judicial y esto viene a refrendarnos. Todos los proyectos que tenemos en marcha ahora mismo son infraestructuras que o están en licitación o ejecución y van a marcar un antes y un después; son proyectos transformadores. Por eso creo que este es el escenario más atractivo y ambicioso de los últimos años. Por lo tanto, todavía más motivador para este cuarto mandato.

“A nivel regional y provincial los corsés aprietan más y a mí me gusta trabajar con más holgura”

“A nivel regional y provincial los corsés aprietan más y a mí me gusta trabajar con más holgura” / Ana Cela

–También porque lo afronta con un gobierno reforzado que, a juzgar por la ampliación constante de sus mayorías absolutas, parece inmune al desgaste que provoca el poder.

–Para mí es la lectura más positiva. Sacamos 11 muy justitos en el primero, 11 más holgados en el segundo, 12, 13… y el proyecto continúa en crecimiento. Creo que la gente valoró la estabilidad, la serenidad y el sentido común. Son valores en alza. Igual que hace unos años parecía que lo nuevo era lo que funcionaba, yo creo que la gente se dio cuenta de que, al final, hay que tener un poco de estabilidad y rigor a la hora de gobernar. Este gobierno no tuvo estridencias ni conflictos; tomamos decisiones y creo que la gente eso lo valoró positivamente.

“A nivel regional y provincial los corsés aprietan más y a mí me gusta trabajar con más holgura”

“A nivel regional y provincial los corsés aprietan más y a mí me gusta trabajar con más holgura” / Ana Cela

–Esa buena sintonía que tiene con el presidente de la Xunta y el peso de sus mayorías en el partido lo situaban hace unos meses San Caetano y hace unos días en Pontevedra, al frente de la Diputación. ¿Qué le reporta la Alcaldía que le mantiene en casa?

–Como a todo el mundo, te puede halagar que suene tu nombre, es una referencia de que estás haciendo bien las cosas pero, para mí, la política local es la más próxima. Es verdad que tiene más desgaste y te vas cargando con una mochila que cada año pesa más, pero también es la más satisfactoria. Es la más agradecida, la más sacrificada pero la que más satisfacción personal te aporta. Después entramos en un escenario más complejo. Aquí digamos que las líneas políticas las marcas tú; sin embargo, a nivel provincial y autonómico, los corsés aprietan más y a mí me gusta trabajar con cierta holgura.

–Vamos, que prefiere ser cabeza de ratón que cola de león.

–Sí. Es verdad que uno nunca sabe por dónde va a continuar su camino, pero otra de las frases que repito es que, en política, hay que saber llegar y saber marchar. Si de algo me di cuenta en estos años es que tener una persona en la Alcaldía que tenga empuje, dinamismo y que crea en el proyecto cambia radicalmente la fisonomía de un ayuntamiento. La tendencia natural en la administración es a pararse y tiene que haber gente que esté muy implicada y comprometida para que estos proyectos se materialicen. Tuvimos iniciativas que tardaron más de ocho años; en otras, como en de la autovía, llevamos más de 12. Para que se hagan requieren mucho esfuerzo, trabajo, influencia, estar en el lugar justo y en el momento adecuado y tener peso político. Ahora mismo esas condiciones se dan y pienso que pude ser muy bueno para A Estrada.

–¿Cuáles serían, entonces, los indicios que le alertarían de que ha llegado ese momento de irse?

–Cuando no tengas tu batería de ilusión cargada al 100%, es cuando tienes que empezar a pensar en marchar. Esto requiere que tengas el 100% de la energía e ilusión, intactas. Aquí no te puedes permitir tener un día malo. De 365, si tienes 364 que sales a la calle con una sonrisa, atendiendo a la gente y uno lo tienes malo, la repercusión de ese día es terrible. Con 10-12 personas que no atiendas debidamente, tiene un efecto multiplicador negativo. Aquí tenemos la suerte de tener un buen banquillo. Tengo la gran suerte de que hay gente igual o mejor preparada que yo para asumir esa responsabilidad llegado el momento.

–Apostó por la continuidad de un modo total, sin cambios en su lista, sin sorpresas.

–Lo que sé es que nada puede funcionar fuera si la cosa no funciona dentro. Soy una persona de equipo y yo lo tengo. Introducir cambios en un equipo tan consolidado también es muy complejo. Lo mejor es que la maquinaria continúe trabajando, sobre todo estos cuatro años en los que tenemos proyectos muy importantes. Sabiendo el coste que podría tener, decidí continuar con mi equipo. En 12 años jamás tuvimos el más mínimo problema y, como se suele decir en los matrimonios, guerra fuera y paz en casa. Al final, para guerrear fuera y trabajar por el futuro de tu pueblo, tienes que tener esa estabilidad en casa.

–Usemos su lema de campaña. ¿Cuál es la hoja de ruta de su 4x4?

–Este va a ser el mandato de las infraestructuras. Este período 2023-2027 tiene que ir pivotado en tres ejes: la espina vertebral tiene que ser la autovía; el segundo es el suelo industrial y, el tercero, la vivienda. Tenemos que buscar fórmulas para incrementar el parque de vivienda, tanto urbano como rural. Esto va muy unido al tema de los fondos europeos. Nos subimos al carro de Europa hace siete años y son proyectos que, aunque muy burocráticos, son muy transformadores. A veces lo urgente, el día a día, no te deja hacer lo importante. En Europa ahora te obligan a que tú tengas esa visión estratégica.

–Cuando llegó, el PXOM era lo urgente y lo importante a la vez. ¿Cuál es ahora su caballo de batalla? ¿Que la autovía llegue al municipio?

–Sí, el PXOM lo es y lo fue todo. Tenemos que abrir el melón de ver qué hacemos con el plan, sobre todo pensando en la vivienda en el rural. Siempre lo dije: el PXOM, y también la Lei do Solo de Galicia, condiciona mucho la capacidad residencial en el rural porque hacer esas almendras de 50 metros impiden que esos ámbitos tengan desarrollo. Ahí tenemos que trabajar con la Xunta para que entienda cuál es el nuevo modelo de desarrollo rural. Tenemos un grave problema: el 70% de la población vive en el 10% del territorio, en el Eje Atlántico. ¿Qué pasa con ese 90% en el que estamos nosotros? Si no estamos en el mapa de las infraestructuras, estamos muertos. Llevamos muchos años luchando por la autovía. Cuando me senté con el presidente Rueda fue clarísimo y sincero. Me dijo que la Xunta no podía asumir esa inversión en un ejercicio presupuestario. Había que simplificar –porque se iba a 100 millones de euros– y licitarla en dos fases. Nosotros accedimos porque sabíamos que cualquier alternativa era renunciar a esta infraestructura. El presidente me garantizó que íbamos a tener esa autovía en ejecución en 2023 (la primera fase) y en licitación la segunda en 2024. No me cabe ninguna duda –ninguna– de que eso va a ser así y que, por tanto, en 2025-2026 podamos tener esa infraestructura finalizada hasta O Rollo. Date cuenta de que es una infraestructura que es única porque es de las pocas que va a nacer en una ciudad y va a acabar en un territorio (para beneficiar a un territorio); es única por su capacidad de transformación y nos va a situar a 10 minutos de la capital de Galicia con la capacidad que tiene Santiago de Compostela. Es una infraestructura que va a ser determinante para los próximos 50 años. Eso es trabajar con visión y planificación. No es fácil luchar por una infraestructura como esta y creo que hay que poner mucho en valor el compromiso del presidente.

–Su segundo eje es el suelo industrial. Incluyó en su programa la ampliación del polígono de Toedo y una Cidade do Moble que bien podría parecer un proyecto, sino muerto, comatoso...

–Nosotros llegamos a un acuerdo con los empresarios y la consellería. Necesitábamos un desarrollo rápido: decidimos reducir la superficie de la Cidade do Moble hasta los 160.000 metros cuadrados y plantear una ampliación pública del polígono de Toedo por esos metros. A todos nos pareció sensato y empezamos a trabajar. Un proceso que tarda cuatro o cinco años en hacerse, de la mano de la Xunta de Galicia, lo hicimos en 18 meses. Hoy está hecho ese documento del Plan Sectorial de Áreas Empresariais y está en licitación la redacción del proyecto constructivo del polígono de Toedo. Al final es ser práctico y buscar salidas. ¿La Cidade do Moble? Sigue siendo un proyecto vivo, más fácil de ejecutar que antes porque el desarrollo de 350.000 metros obligaba a hacer una serie de servicios comunes y conexiones con la N-640 que lo hacían inviable y, a día de hoy, nos reunimos ya con ellos y si hay proyectos interesados en factible que podamos desarrollar algún ámbito de ese suelo industrial. De forma especulativa no lo vamos a hacer, pero hay interés en desarrollar por lo menos una parte. El tema es ver el interés real que existe. En Toedo, desde que empezamos a hablar de la ampliación ya hubo empresas que se interesaron por instalarse en A Estrada. Pero la primera pregunta que nos hace todo el mundo es: ¿para cuándo la autovía?

–Dice que el sector del mueble está en su mejor momento, pero a la Feira do Moble de Galicia no paran de lloverle críticas como escaparate.

–Se quedó obsoleto. Esto cambió radicalmente. El debate de la modernización para adaptarse a las exigencias del mercado estuvo ahí mucho tiempo. El sector del mueble nunca generó tanta demanda de empleo, tanto volumen de negocio ni estuvo en tantos proyectos ambiciosos a nivel mundial. Es para estar muy orgullosos. Tenemos una cabeza tractora que es Martínez Otero pero también muchas otras empresas que están en esa órbita. La Feria do Moble estaba muy focalizada en el mobiliario particular y perdió peso. Lo dije siempre, la Fundación y la Feira do Moble no puede ser un fin en sí mismo, tiene que ser un medio. Fui clarísimo. Y ahora mismo la Fundación no es un medio, es un fin. Y eso no puede ser. Debe evolucionar. Si somos críticos, la Feira do Moble ahora mismo no representa lo que es el sector del mueble y no está trabajando a su favor.

–Pérdida de población y abandono del rural fueron las principales “armas” de sus opositores en campaña. No sé si abandonado o no, pero en muchos lugares sí deteriorado...

–A Estrada es un concello eminentemente rural. Es cierto que el envejecimiento rural no ayuda. Lo que antes estaba cuidado y atendido ahora no lo está. Es cierto también que empiezan a aparecer proyectos que nos llaman mucho la atención y empiezan a ser dinamizadores; también que la mayor parte de la superficie es forestal y tenemos muy poco terreno concentrado y ahí tenemos que trabajar. No podemos tener esa estructura tan atomizada. Tenemos un modelo en Cabanelas (Liripio) y hay que ver si es exportable. En cuanto a la red viaria, invertimos 5 millones hace dos mandatos, 6 en el pasado y tenemos una auditoría que nos dice que tenemos que invertir en torno a 7 millones en este para dejar una red viaria en condiciones notables. Una vez que resolvimos el problema alumbrado público, ahora tenemos que mejorar la recogida de basuras y conseguir finalizar la extensión de la red de banda ancha. Hoy en día la fibra es un servicio básico, como el agua o la recogida de basura. Después me gustaría poner en marcha algún proyecto de recuperación de entornos rurales pensados en familias del siglo XXI. No podemos competir con modelos urbanos consolidados, pero sí con un porcentaje cada vez creciente de gente que quiere vivir con todas las comodidades de una villa pero en un entorno sostenible. A Estrada se puede convertir en ese referente. Ahí estamos trabajando con empresas privadas y la Xunta de Galicia.

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–Un bulevar para la Avenida Benito Vigo. Este proyecto de su programa electoral, ¿está condicionado a esa aspiración “gafada” que es la variante de la N-640?

–No necesariamente. Tuvimos un momento en el que pensé que podía salir, con la ministra Ana Pastor. Se nos cayó todo por un informe que dice que hay que salvar el castro de Aguións. A partir de ahí, de mal en peor. (…) Es un proyecto por el que tenemos que luchar. Para mí es la segunda infraestructura más importante. Me gustaría poder sentarme con alguien que me pusiese plazos y compromisos encima de la mesa, los que sean, pero con quien podamos hablar en serio para darnos una perspectiva real sobre este proyecto. En cuanto al bulevar, decía no necesariamente porque Benito Vigo es nuestra fachada. Es lo que enseñamos a los visitantes todos los días. Igual que otros accesos son muy mejorables, con el de la Rúa 56. (…) Es una de las principales actuaciones que vamos a hacer, con o sin variante, porque tenemos un espacio ancho de aceras y un espacio en el que se puede actuar. A lo mejor tenemos que condicionar alguna zona de aparcamiento para ganar más espacio público, pero creo que podemos crear un gran bulevar en Benito Vigo.

–A Estrada tuvo un pasado comercial floreciente. Creció a su abrigo y, años después, perdió fuelle. ¿Ha llegado su momento? ¿Es esta una época de efervescencia?

–Sí, no me cabe ninguna duda. Esto es como los padres que no ven crecer a sus hijos en casa. La sesión que yo tengo es que fuera la gente habla de un concello que tiene una gran transformación. A veces aquí no lo vemos. Es fácil entrar en una dinámica decreciente y entrar en una depresión colectiva, pero es dificilísimo salir de ese estado. Y A Estrada estuvo hace 15-20 años en un estado de involución. Veíamos como los demás crecían. Solo hablábamos de lo que hacían los demás. Yo creo que hoy somos protagonistas de nuestro futuro y eso es lo más importante: que te sientas orgulloso de ver que tu pueblo crece. Creo que hemos recuperado ese espíritu del estradense orgulloso de su pueblo. Hoy en día por servicios e infraestructuras, somos un referente en Galicia. (…) Eso no es fácil de conseguir: una vez que se para un tren volver a arrancarlo no es fácil, pero ahora navegamos a velocidad de crucero y yo creo que esto también nos da muchísimo impulso para el futuro.

–¿Cuál es la imagen que busca cuando complete ese 4x4, esos 16 años de gobierno?

–Me encantaría una A Estrada orgullosa de sí misma. Me gustaría una A Estrada que se identifique con sus valores de referencia: sector del mueble, emergencias, actividad comercial, deporte, cultura… Una A Estrada innovadora, que fuese capaz de asumir todos los retos que tenemos como sociedad en los próximos años y que tomemos la iniciativa, que seamos punta de lanza y continuemos ganando peso en el conjunto de Galicia. Que los estradenses se sientan orgullosos de serlo.