Eximen al Concello del Forcarei de pagar los daños que obligaron a cerrar una panadería

Casi tres años después de que se diese a conocer el caso, el Juzgado del Contencioso Administrativo número 2 de Pontevedra acaba de resolver que las aguas pluviales y el elevado nivel freático del terreno son probablemente las causas principales de los problemas de humedades registrados el número 63 de la calle Progreso, de Forcarei. El Juzgado sin embargo obliga al gobierno local a realizar una serie de obras en la carretera, estimadas en más de 10.000 euros, y unos arreglos en la vivienda por importe de unos 500 euros.

Desde el Concello de Forcarei remarcaron que esta sentencia descarta su responsabilidad en el cierre de la panadería que funcionaba en la edificación afectada y señala que los daños en el horno que llevaron a ese cierre se produjeron por el agua que cayó a través de la cubierta, es decir, por una cuestión de limpieza y del defectuoso mantenimiento de la instalación. En consecuencia, rechaza cualquier indemnización a los propietarios por el lucro cesante (perjuicio acumulado desde la paralización de la actividad en la panadería) o por el estado del horno, así como a la reclamación de 30.000 euros por supuestos daños morales.

El Juzgado concluye, por una parte, que todo apunta la que las humedades y filtraciones surgieron por el excesivo nivel freático del terreno pues, a pesar de que el Concello realizó una serie de revisiones y reparaciones en la red de saneamiento, el problema continuó. Por otro lado, asume también la contundencia del perito judicial sobre la influencia en el caso de la disposición de la vía pública, ya que, dado que tiene más pendiente hacia izquierda, las aguas pluviales tienden a discurrir por la izquierda, cayendo en tromba frente a la vivienda. En este sentido, el informe pericial señala la especial incidencia que tiene en el desvío del agua el paso de cebra elevado construido en la pasada década.

La resolución menciona además la existencia de fugas en la red de saneamiento, pero incide al mismo tiempo en la influencia de las aguas subterráneas en el mal funcionamiento de la fosa séptica situada en las cercanías del inmueble afectado y las consecuentes filtraciones. En este sentido, el Concello de Forcarei había encargado en su día inspecciones minuciosas del saneamiento, incluso con la introducción de una cámara, que certificaron que no había fisuras en las tuberías.