La venta de vehículos, tanto nuevos como de segunda mano, se recupera pese a la inflación

Los talleres afrontan los primeros meses de 2023 con mejores cifras que el año pasado | La especulación en el sector de ocasión beneficia a los concesionarios | El verano anima a los clientes, con más disposición a comprar

Imagen de archivo del concesionario de Iglecar.

Imagen de archivo del concesionario de Iglecar. / Bernabé / Javier Lalín

La venta de vehículos en las comarcas de Deza-Tabeirós no solo se está recuperando después del parón que se venía arrastrando desde el COVID, sino que ha aumentado considerablemente en los últimos meses pese a la inflación. Concesionarios de Lalín y A Estrada, tanto de ocasión como de automóviles nuevos, han experimentado un incremento en el volumen de ventas, trabajando en este trimestre al mejor nivel que el año anterior.

En el mercado de ocasión, por ejemplo, el empresario Antonio Camba, al frente de Star Motor, señala: “cerramos mejor este trimestre que el del año pasado, estamos mucho mejor de ventas”. No obstante, muchos de los clientes en busca de cambiar su coche se quejan de lo disparatados que están los precios en el sector de ocasión y de segunda mano. A este respecto, Camba sale al paso de esta creencia estandarizada explicando que esto ya no ocurre: “es cierto que el año pasado subieron considerablemente los precios, pero desde diciembre no solo se han estabilizado, sino que incluso podríamos decir que bajaron un poco”.

El motivo de esta especulación con los vehículos usados tiene que ver con su disponibilidad inmediata, frente a la falta de stock y las esperas que debían afrontar aquellos que optasen por hacerse con un turismo directamente salido de fábrica. Estas esperas, estrechamente ligada a la crisis de materiales que se sufre desde hace ya un par de años, suelen rondar los ocho meses y pueden incluso llegar al año, dependiendo de la marca. Por ello muchos preferían optar directamente por una opción que les permitiese disfrutar de su nuevo vehículo de forma inmediata. En este sentido, el gerente de Star Motor sostiene que a nivel ventas “con nosotros un comprador puede venir, probar el coche y en dos días se lo lleva, mientras que según nos comentan aquí, de concesionario pueden esperar ocho e incluso diez meses”. No obstante, la venta de ocasión también sufre las consecuencias de esta carestía de piezas y materias primas en la producción automovilística: “hay que pensar que nosotros vendemos segunda mano, si la gente no cambia su coche con cierta frecuencia, nos perjudica porque supone menos oferta”.

Por la contra, José Antonio Iglesias, de Iglecar, tiene una visión completamente diferente de cómo está desarrollándose este mercado en la actualidad. En su concesionario manejan las dos opciones, el vehículo de ocasión y el nuevo, y bajo su punto de vista “se está vendiendo mucho más nuevo”. El motivo de que esto ocurra, apunta, tiene que ver con el precio de los primeros: “en el mercado de ocasión se ha especulado mucho, ahora los precios están desorbitados y un coche con tres años de antigüedad y 100.000 kilómetros te cuesta prácticamente lo mismo que uno de fábrica”. “Es cierto que en algunas marcas las esperas son largas, especialmente en las europeas, pero en nuestro caso las casas con las que trabajamos son coreanas y no tienen problema para producir las piezas, por lo que si encargo un coche a fábrica en tres meses lo tengo listo para entregar”.

En concreto, Iglesias menciona un ejemplo del poco margen de diferencia en los precios de un vehículo usado hoy día y uno a estrenar: “Digamos que alguien quiere comprarse un Kia Sportage y va primero a talleres de ocasión. Allí verá que el coste medio es de unos 20.000 euros, con un año de garantía y entre 60.000 y 100.000 kilómetros. Luego viene aquí y pregunta por el precio de uno nuevo, que serían 26.000 euros. Por apenas 6.000 euros más lo estrenas y la gente no se lo piensa”.

Prueba de ello es, según declara, que las ventas han ido en aumento estos últimos meses: "Estamos matriculando entre 12 y 15 coches, cuando habitualmente estamos entre 6 y 7”. Una tendencia al alza a la que se le debe sumar el inicio del verano, porque aunque muchos lo desconozcan, las estaciones sí influyen en la demanda de vehículos. “Siempre notamos una subida de clientes durante la época estival, el estado de ánimo influye muchísimo a la hora de decidirse por esta inversión . En otoño la gente no compra, mientras que cuando llega el buen tiempo las personas sí empiezan a pensar en estrenar coche” comparte Iglesias.

Por último, cabe preguntarse cuál es el tipo de turismo más buscado por los clientes. Según Toño Camba la palma se la siguen llevando los motores a diésel, aunque ven que “esto está cambiando y cada vez más gente pido motores a gasolina”. El eléctrico tiene su público, pero aún no es todo lo popular que se desearía: “tenemos alguno en stock pero no es lo más frecuente en ventas” concluye el empresario.