Y en la boda del chef, hamburguesas

El cocinero cruceño Alberto Lareo elige a Argentinos Burguer para encargarse de la comida de su enlace

Alberto Lareo Peiteado y Maru, su mujer, en su boda.

Alberto Lareo Peiteado y Maru, su mujer, en su boda.

“Siendo cocinero he visto muchas bodas de todo tipo y sabía que no quería eso. Una vez que te sientas tienes que seguir unos protocolos. Nuestra boda fue fantástica, algo diferente, que no te esperas”. El chef de Vila de Cruces, Alberto Lareo Peiteado, nos atiende en plena luna de miel para hablarnos de una boda que ha dado mucho que hablar en los últimos días.

Finalista como cocinero en Madrid Fusión del 2016, el cocinero dezano aprendió junto a Toñi Vicente, Eneko Atxa o Marcelo Tejedor, en España; o Jacques Maximin y Jean François Piège, en Francia, curtiéndose en sitios de prestigio como el Anexo Vilas o el Retiro da Costiña. Sin embargo, a pesar de una vida dedicada a la alta cocina, Lareo sorprendió a todos con su elección del menú del día de su boda con Maru. La encargada de dar de comer a los invitados fue la familia Pose, los responsables del emblemático establecimiento estradense Argentinos Burguer.

“Cuando nos lo propuso pensamos que nos estaba hablando de hacer unas hamburguesas para la recena, pero nos sorprendió cuando nos dijo que era para hacer los platos principales de la boda”, recuerda Gonzalo Pose. “Todo comenzó al terminar la pandemia. Con Alberto nos une una relación de amistad. Un día fuimos a comer al Eco Nós de Silleda, cuando estaba trabajando allí. Al terminar, él y su chica vinieron a donde estábamos nosotros a decirnos que se iban a casar y que querían que les hiciésemos la comida para el banquete, un menú a base de hamburguesas. Todo quedó en un conversación informal, pero hace un año nos volvieron a llamar para decirnos la fecha y prepararlo todo”.

Como no podía ser de otra manera, el menú tenía marisco y carné. Para la primera parte, Argentinos preparó unos Lobster roll, bocadillos de langosta tradicionales de la zona de Maine, en Estados Unidos, que ofertan en ocasiones fuera de carta en su local de A Estrada. Para el segundo, el menú eran hamburguesas doble cheese smashburguer hechas en el momento, a las que cada invitado podía añadir los ingredientes que quisiese y acompañarlo de las habituales patatas fritas. Y un detalle: todo ello servido en platos de cartón reciclables.

Gonzalo Pose (Argentinos Burguer) y Alberto Lareo Peiteado posan juntos.

Gonzalo Pose (Argentinos Burguer) y Alberto Lareo Peiteado posan juntos.

Las propuestas de Argentinos Burguer llamaron la atención en una boda celebrada en Casa Goris, en Merza, donde las ofertas gastronómicas se repartían en puestos por los que iban pasando los invitados a su aire. Había también un cortador de jamón y queso, además de pulpería. “La idea fue de mi mujer. No queríamos estar sentados. Ya como con mis padres y mis suegros a menudo. Esta vez queríamos estar con la gente, con los amigos de siempre y con los que vinieron para la ocasión. Lo que buscábamos era algo informal y que acabase convirtiéndose en una macrofiesta. Ahí encajaba perfectamente Argentinos”, explica Alberto Lareo, un hombre que en la actualidad ejerce como chef ejecutivo –una especie de “director gastronómico”, nos apunta– del grupo empresarial Los Carbones, que gestiona establecimientos como La Pepita Burguer, Cacao Restaurante, La Central Gastronómica o La Chida. “Al final fue una idea que le gustó a todo el mundo, tanto a los mayores como a los pequeños”.

“Para muchos restaurantes, dar una boda o una celebración de un día especial es un evento más, una parte más del negocio. Para nosotros significa algo muy importante, ya que no es lo normal que unos novios elijan una hamburguesería para hacer el menú. Más aún, como fue el caso de este sábado, si se trata de amigos y de un genial chef que quería una boda divertida y desenfadada”, explican desde Argentinos Burguer.

Boda en Mallorca

Gonzalo Pose reconoce que la propuesta de su amigo Alberto Lareo le sorprendió, aunque no es la primera vez que Argentinos Burguer se encarga de un banquete de bodas. El hostelero estradense recordó que hace un año se vieron en una situación curiosa, cuando unos novios gallegos residentes en Mallorca les pidieron que hiciesen el catering de su enlace.

“Fue un encargo que hicimos con nuestros amigos de Abastos 2.0 y que estaba pensado como ostras de Carril y otros mariscos que enviamos de Galicia de primero y hamburguesas de segundo, con el flan casero de dulce de leche que hace mi madre de postre. Era una idea muy novedosa pero fue una locura. Al final fue una odisea de cinco días por Mallorca para encontrar el material que necesitábamos y hasta encontrar un horno para hacer el postre. Terminamos haciéndolo en un horno de leña que tenían los novios en casa”.

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