“Quiero que el anterior y el próximo mandato sean los mejores de mi ciclo político”

“Estoy en una etapa vital en la que no quiero demostrar nada más, solo rentabilizar lo que hice por mi pueblo”

Crespo, ayer, con las piernas cruzadas, en la balaustrada del recinto de la iglesia, con las dos casas (al fondo) que comprará el Concello para hacer la Gran Praza.

Crespo, ayer, con las piernas cruzadas, en la balaustrada del recinto de la iglesia, con las dos casas (al fondo) que comprará el Concello para hacer la Gran Praza. / Bernabé / Javier Lalín

El alcalde en funciones de Lalín, José Crespo, recibe a FARO en su despacho del Castro Tecnolóxico, desde donde se divisa parte del casco urbano. Reconoce que lleva un par de días sin ir por el Concello porque desea descansar un poco de una campaña electoral en la que, como todas, se aplicó para convencer a los ciudadanos de que le concediesen otro mandato. Será el octavo, pues el político de Xaxán agarró el bastón de mando por primera vez en 1990, por la marcha de Xosé Cuíña al gobierno gallego, y un año después su cara ya lució en los carteles electorales. A partir de ahí encadenó victorias hasta que, entre 2015 y 2019, conoció por primera vez lo que suponía sentarse en las siempre frías sillas de la oposición.

El 26 de mayo de 2019 las urnas le devolvían la mayoría absoluta, que acaba de reeditar, con 12 de 21 ediles, uno más de los que tuvo en el mandato que acaba de rematar. En 2027 cumplirá 68 años y estos cuatro quizá sean los últimos al frente de la corporación, pero si hace unos meses su anuncio de meditar si concurriría o no a los comicios agitó los corazones de compañeros de partido y en el seno del PPdeG, en caso de que la salud sigue siendo su aliada, quién sabe si repetirá. Por lo de pronto, el próximo el 17 de junio tomará posesión de nuevo.

–El lunes confesaba sentirse inmensamente feliz. ¿A qué atribuye el triunfo electoral?

–A que trabajamos mucho estos cuatro años, con nuestros errores y aciertos, y a que montamos un proyecto para Lalín que a la mayoría del pueblo le pareció bueno. Defendimos esta vida propia que debemos tener frente a otros concellos de primera categoría que están en el interland de las ciudades. Por eso se justifica un Lalín Arena que vale mucho dinero pero no tenemos una ciudad al lado para mandar a la gente, inversiones como el CIS, el polígono, el edificio de Medio Rural... Fue un cúmulo de pequeñas cosas bien entendidas como la Gran Praza, la pista de atletismo o los proyectos de la Xunta y aún sin ejecutar. Creo que el lalinense votó desde un punto de vista egoísta, votó lo que le parecía mejor para él, no para nuestro partido político. Las políticas de pactos siempre dan más complicaciones.

–Sus adversarios le reprocharon su supuesta política clientelar, de desigualdades y haber disparado la deuda...

–En Lalín nos conocemos todos, a los cuatro partidos, e intentar tanto vender lo que no eres como lo que tampoco son otros no es fácil. Cualquier lalinense conoce a Rafael Cuíña, A Francisco Vilariño, a Alba Forno y a mí. Lo que quisimos colocar cada uno funcionó de aquella manera y por eso nuestra política de hechos fue lo que más le gustó a la gente. Nosotros trajimos cosas, dinamizamos el pueblo y eso lo rentabilizamos. Y en el rural nunca tanto dinero se invirtió.

–¿Es posible mantener los servicios e infraestructuras actuales y los proyectados sin subir impuestos?

–Somos el concello de nuestra categoría con la presión fiscal más baja y, ¿seguir así?, pues no lo sé. Sí es cierto que el impuesto de construcciones o de marquesinas habrá que recuperarlos, pero en términos generales todo está supeditado a cómo se articulen de nuevo las reglas fiscales. Y ahora se abre un nuevo panorama, hay elecciones el 23 de junio, y todo va a depender de como nos traten a los concellos. La coyuntura para Lalín se presenta inmejorable: un alcalde consagrado del PP, con espolones desde hace muchos años. La Diputación también será del PP, la Xunta ya lo es y puede que el Estado también lo sea. Mi relación con Alberto Núñez Feijóo y con Alfonso Rueda es inmejorable y con el futuro presidente o presidenta de la Diputación también será inmejorable. Este es el reto que me planteo en una etapa de mi vida en la que ya no quiero demostrar nada más y solo rentabilizar todo lo que hice por mi pueblo, al que quiero como un hijo. Voy a intentar traer todo lo máximo que pueda.

–Fue vicepresidente de la Diputación y no le digo que se postule, pero ¿si lo llaman?

–Fui vicepresidente 20 años y postularme... (risas). Lo único que deseo es que me escuchen. Lalín es incompatible con la Diputación y si tuviese que escoger no hay color. Los ciudadanos, cuando reconquistamos el gobierno, me dieron una segunda oportunidad, rompí el dicho de que segundas partes nunca fueron buenas y en estas elecciones obtuve diez puntos porcentuales más de apoyos. Eso quiere decir que los vecinos creen en mi gestión y por eso solo quiero ser alcalde de Lalín, nada más, y desde ahí, para casa. Todos los que lo intentaron ahora no pudieron y yo sí hace cuatro años contra pronóstico. Quiero que el anterior mandato y este sean los mejores de mi ciclo político y de mi historia personal, tengo los mimbres para hacerlo y si no es así solo será por culpa mía, porque me hago viejo (risas).

–Parece insaciable...

–Los dos proyectos ambiciosos y que van a suponer una transformación de Lalín el próximo mandato serán, por este orden, las pistas de atletismo y la Gran Praza y los dos me van a dar dolores de cabeza, porque para el primero habrá que expropiar los terrenos, hacer un proyecto y lograr financiación. Pero esos retos son los que me gustan a mí. Y además de estos dos y el primero será que el rural tenga los mismos servicios que el casco urbano para que nadie pueda decir que las parroquias tienen peor servicios que el núcleo principal. Luz, traídas de aguas, saneamientos, recogida de basuras, pistas y incluso fibra óptica, que hoy en día es tan importante como tener unas buenas pistas. Quiero intentar revertir la tendencia y que la gente vuelva a vivir a la aldea, incluso con servicios va a ser difícil, pero sin ellos no es posible. Debajo del Arena quiero hacer la pista de atletismo, una piscina más grande de la que aparece en la infografía, pistas de pádel y las de fútbol 8. Y para lograr todo esto voy a utilizar todas las estrategias que tenga al alcance.

El alcalde en funciones, ayer, en la cima del Castro Tecnolóxico.    | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

El alcalde en funciones, ayer, en la cima del Castro Tecnolóxico. / BERNABÉ/JAVIER LALÍN

–Las aldeas continúan vaciándose. ¿Cree de verdad que se puede revertir esta tendencia, como tanto insiste?

–Sin duda. Quizá no a corto plazo, pero sí a largo plazo, porque la gente valora cada vez más la calidad de vida y si tienes un rural ordenado, bonito y con servicios, hay más calidad de vida en el rural. Entre salir de casa y pisar asfalto y poner el pie en una huerta o en un prado no hay color. Además es una forma de fijar población y cuando empiecen a instalarse algunos funcionará el boca a boca. Creo que si no cae la economía estrepitosamente a la gente, y no solo a los de Lalín, de urbanitas de otros sitios, le interesará más hacer una casa en el rural que vivir en el pueblo.

–¿Tendremos suelo industrial a corto plazo?

–Quiero darle el impulso definitivo a la cuarta fase de Lalín 2000, sin duda Espero reunirme en lo que resta de año con las empresas interesadas en obtener terrenos para ofrecerles las parcelas ya ad hoc. La cuarta fase son más de 300.000 metros cuadrados y la Xunta lo desarrollará en fases en función de la demanda, pero como en la primera ya se articula el vial principal, las demás ya serán más sencillas. Espero que inmediatamente comience la expropiación de los terrenos, que simultáneamente se licite este año o a principios del próximo ya estuviesen las máquinas excavando porque hay dinero este año para aprobar la licitación.

– Decía antes que desea que el rural goce de los mismos servicios que el casco urbano. ¿Qué modelo de villa tiene su gobierno para los próximos cuatro años? En este mandato la oposición le echó en cara que fuese en contra de los tiempos al no apostar por priorizar los espacios públicos para las personas en vez de a los vehículos.

–No nos equivocamos con la propuesta que hicimos la almendra central, a pesar de que habrá que definir el espacio que abarca. En ese ámbito, lógicamente, habrá que intervenir para que los peatones ganen protagonismo. Pero, insisto, creo que mi partido no se equivocó cuando propuso en la campaña electoral el desarrollo de lo que llamamos la almendra central del núcleo urbano.

–¿Por dónde empezará?

–Lo primero que vamos a hacer es, cuando adjudiquemos las obras de la Praza de Abastos, inmediatamente licitar la humanización de las calles Molinera y Rosalía de Castro. Esa será la primera fase: el arreglo integral de la Praza de Abastos y la calle Molinera, que quiero hacerla de sentido único.

–Y la Gran Praza...

–Así es. Sé perfectamente que todo lo que queremos hacer en ese espacio no será posible en cuatro años, pero lo importante es, primero, conseguir los terrenos. Si tenemos los terrenos ya podremos hacer una primera fase, a la que le sucederá una segunda o una tercera y por tanto este proyecto ya no va a tener vuelta atrás. Lo ideal sería que en torno a la Gran Praza y sus calles perimetrales como Principal y Luis González Taboada preparar un plan riguroso, pues las cosas bien preparadas pueden salir regular, pero si no las preparas, seguro que salen mal. Lo primero que voy a hacer es encargar un plan de tráfico, porque calles que actualmente son de doble dirección quizá haya que ponerlas de dirección única y así ganar más espacio para las aceras. Luego también quiero plantar árboles porque Lalín tiene muchos árboles en la periferia, pero en la zona central no y echo de menos más árboles, que no matojos y césped; árboles de porte para que oxigenen. Por ejemplo, en la parcela en la que fue demolida la antigua sala Sauces hay una parte que será parque y allí en vez de poner césped y poco más, me gusta poner árboles. Lalín es verde y tiene que estar limpio. Recuerdo, hace años, que iba por Madrid y vi el lema Madrid, limpio y verde. Llegue de regreso y, lo reconozco, en cierto modo lo copié y lanzamos el proyecto Lalín, verde e limpo. Tenemos que crecer de una manera sostenible hacia la periferia y, precisamente hoy [por ayer] veía el número de aparcamientos que tenemos y los que ganaremos con el supermercado de Mercadona, que además generará puestos de trabajo. Esta cadena de alimentación generará empleo, Froiz ya pidió licencia también, va a venir Utopia...

–¿Hacia dónde debe caminar este municipio a corto y medio plazo?.

–En mi opinión, Lalín tiene que jugar con todo lo que tiene alrededor de ese banderín de enganche que es la Feira do Cocido. Para nosotros, esta herramienta económica de primer orden, tiene que funcionar como una industria más. Tenemos que vender desde aquí chorizos y lacones para todo España, grelos, patatas, pan, miel...También debemos aprovechar la baza del turismo de fin de semana, de pernocta de tres días, para todo aquello relacionado con el turismo de naturaleza. Hay que preparar la Serra do Candán, que ya están, en O Carrio, en los ríos Deza y Asneiro, los trazados que tan bien organizó Roteiros de Lalín, o incluso las rutas a caballo. Tememos que ofertar proyectos relacionados con las bicicletas de montaña, incluso eléctrica para aquellos a los que el motor a caldo ya les vaya fallando... Si jugamos con estos argumentos vamos a precisar monitores para todas estas actividades y eso son siempre puestos de trabajo, porque el productor de alimentos del cerdo va a generar empleo, el que monitor va a tener un puesto de trabajo; es decir, poner en valor en definitiva unos recurso que tenemos que son, en este caso, relacionados con la naturaleza. También, por ejemplo, una ruta del románico, otra de los pazos u otra de los castros, pues somos el concello de Galicia con más castros y más pazos de Galicia. Y somos el concello más extenso de la provincia. Algunas cosas habrá que gestionarlas a nivel comarcal, y sobre todo el turismo, porque estamos hablando de recursos como Carboeiro, las Fervenzas do Toxa, el monasterio de Dozón, el monte Faro, los Pendellos de Agolada; Deza tiene que ser un todo para el turismo aunque obviamente la capitalidad va a estar en Lalín y el gran beneficio lo va a llevar Lalín, aunque los demás también le van a sacar provecho. Quiero que la gastronomía sea un argumento para tirar de la economía de Lalín y ya me gustaría decir dentro de cuatro o cinco años que por el impacto que tiene el turismo, este municipio necesita 1.000 puestos de trabajo más y ahí incluyo a la industria cárnica y de transformación, también del pan o de la miel.

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–Hablaba estos días de que se esforzará por traer empresas que generen empleo. ¿Hay alguna propuesta firme o que pueda materializarse en un período razonablemente corto de tiempo?

–Sí, como le decía antes, trabajaré en eso y sé que no es sencillo. Buscar empresas será lo que consuma el 50% de nuestra labor en la gestión municipal y que hay empleo, aunque sea público, me sirve. Me vale que la Xunta meta 35 mecánicos en sus instalaciones del polígono de Botos, lo considero una empresa más. Y porque el empleo, y que no nos cuenten políticas, es la única forma de mantener los 20.000 habitantes. Y sí, algunas negociaciones hay, pero no tiene objeto comentarlo antes de que esté cerrado, pero claro que hay posibilidades. Un ejemplo, el camping turístico de la empresa Utopia, que según ellos generará 100 empleos entre directos e indirectos. Me reuní con la empresa en 2020 en Fitur, le propuse venir para aquí y no me parecía que hubiese posibilidades, pero vino, y otras que interpretaba como mucho más claras al final no fue fácil. Este mandato me dedicaré, porque tengo un equipo de gobierno formado, a lo que me gusta: hacer política.

–La posición geográfica de Lalín debería de ser una ventaja...

– Si Feijóo gana, mi primera reivindicación será la rebaja del peaje de la AP-53, y espero que no me lo niegue, porque además es lógico. Ethel Vázquez, la conselleira que tuvo Feijóo, dijo que era viable. Si conseguimos rebajar el precio de esta autopista a la mitad lo siguiente es pensar en una autovía de conexión con Lugo que enlace con la de A Coruña. Recuerdo que el exconselleiro Agustín Hernández había incluido en aquel Plan Move una autovía Lugo-Vigo y Ana Pastor como ministra la captó para el Gobierno. Vendría desde Pontevedra por Cerdedo, O Candán, Lalín y Lugo. No es fácil que el ministerio tenga dinero para eso y quizá yo no la vaya a ver, pero a lo mejor dentro de veinte años... Si empiezas a trabajarla ahora la tienes y si no, no será una realidad. Parece mucho tiempo y me doy cuenta que empecé algunos proyectos hace veinte años, que pensé que nunca llegaría a visibilizarlos y llevo treinta en la Alcaldía. Voy a pelear por la diagonal Lugo-Vigo pasando por Lalín de la que, recuerdo, ya habíamos hablado Xosé Cuíña, Francisco Cacharro Pardo y yo. Con esta infraestructura seríamos el punto de España mejor comunicado.

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