El sector servicios local observa un alto impacto de la Feira da Sidra en su actividad

Los restaurantes cuelgan el cartel de “completo” el sábado y predominan grupos numerosos para comer | La hostelería espera una jornada de bastante trabajo pese al mal tiempo

Operarios ayer montando la carpa de la Sidra en la Praza do Concello.

Operarios ayer montando la carpa de la Sidra en la Praza do Concello. / nerea couceiro

A Estrada vuelve a bullir este fin de semana, tan solo quince días después de la Festa do Salmón, con la celebración de la décima edición de la ya más que asentada Feira da Sidra. Como viene siendo costumbre estos últimos años, se espera que sean muchos los fanáticos de este brebaje hecho a partir de la manzana los que se acerquen a la localidad para probar los sabores de los 21 lagares que escanciarán este año. Lo que supone una gran oportunidad para que sectores locales se nutran de las visitas durante estas fechas. En concreto, muchos de los restaurantes de la zona ya cuelgan el papel de “completo” para las comidas y cenas del sábado 3 de junio. Así lo explica Juan Pichel, de la Taberna Navegación: “para comer estamos a tope, para cenar aún nos queda algún sitio pero esperamos que a medida que transcurra la semana se vayan llenando”. “Lo que sí notamos es que este año las reservas para el mediodía se hicieron con bastante antelación” añade el hostelero. Lo mismo ocurre en Os Peares, donde Ramiro Brey afirma que ya están “prácticamente al completo”.

Desde el Samaná, Manuel Bascuas suscribe las palabras de sus compañeros de gremio, si bien dadas las dimensiones de su negocio todavía dispone de varias mesas libres. En este sentido, expone que la gente de la Sidra “suele venir al mediodía, entrar por la puerta sin más, o reservar en el propio día”.

Al parecer, los forofos de esta fiesta se inclinan más a comer fuera y cenar en casa, lo cual tiene sentido si se entiende que los puestos cierran desde las 15.00 horas a las 19.00, lo que da tiempo de sobra para una sobremesa larga y volver a retomar la degustación a partir de las siete.

Las previsiones de asistencia son buenas, pese a que el pronóstico meteorológico no lo es tanto, con una alta probabilidad de lluvia y tormentas. De todos modos, desde la hostelería y la restauración esperan que esto no frene a vecinos y visitantes de disfrutar de la última cita gastronómica del año en la villa, que contará con 21 marcas llegadas desde toda la geografía tanto autonómica, como nacional e internacional, para ofrecer un amplio abanico de sabores y matices de sidra. El único precio a pagar es el vaso que este año paso de 5 a 7 euros, pero que vale la pena si lo que se quiere es beber sidra hasta agotar existencias.

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Si bien la sidra escanciada es la protagonista de la fecha, algunos negocios echan mano de la originalidad para ponerse a la altura y demostrar que esta puede ser un ingrediente con infinitas posibilidades. Es el caso de la pastelería Mimela, donde cada año ofrecen una apuesta diferente con este caldo como eje central. En esta ocasión la palma se la llevará un polo de helado de sidra con peta-zetas, que busca imitar esa sensación burbujeante del culín bien escanciado. Pero esto no es todo, repiten su pasta de fruta, que en realidad semeja una gominola, aunque este año le darán “una vuelta, para ir cambiando”, apuntan desde el taller pastelero. Por si fuese poco, habrá cañas fritas cuya masa fue amasada en sidra. Todo esto con la marca local y ecológica Peroja detrás de cada una de las propuestas. Eso sí, solo estarán disponibles el sábado y el domingo.

La ocupación turística se dispara

Si los restaurantes cuelgan el cartel de “completo”, los hoteles y casas de turismo rural de la zona no son menos. En La Bombilla, hostal situado en pleno centro del casco urbano, ya no tienen habitaciones disponibles para este fin de semana, y en general, Ana Villamayor, presidenta de la Asociación de Turismo Rural Mar de Compostela asegura que el sector se encuentra “a un 90% de ocupación”. Aún así, matiza que esto no solo se debe a la Sidra, sino que la celebración de varios torneos deportivos en la zona “ha generado bastante turismo de familias que se acercan y reservan para pasar la noche en la localidad”, apunta.

El ocio nocturno se prepara para una buena noche

Entre los representantes de los lagares que exponen en la feria y los asistentes llegados de otros concellos que deciden pernoctar para no coger el coche después de un día en el que corre la sidra, es normal esperar que muchos deseen continuar la fiesta tras el cierre de la carpa de la Praza do Concello. Es ahí donde el ocio nocturno se frota las manos. Desde el 20 Berzas, en la Zona dos Viños, esperan que sea “una noche con más ambiente de lo habitual”, por ello ya han tomado la precaución de reservar suficiente mercancía. Lo mismo ocurre en el Ozone, pub de la Serafín Pazo en el que también se espera que la noche del sábado para el domingo sea especialmente buena, sin demasiada preocupación porque el tiempo pueda “aguar” la fiesta.

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