Cuiña: “Hay que ver lo mejor para los silledenses, pacto o acuerdos puntuales”

El PSOE cede apoyos en todas las mesas, salvo en Lamela, mientras el PP sube en el casco de Silleda

Erea Rey y Xerado Díaz, en la sede del BNG el domingo.

Erea Rey y Xerado Díaz, en la sede del BNG el domingo. / SALOMÉ SOUTELO

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

El PSOE de Silleda continúa siendo la más votada de las tres candidaturas, pero ha perdido la mayoría absoluta, ya que no pudo mantenerse ajeno a la caída generalizada de apoyos al partido en el escenario autonómico. De hecho, los socialistas trasdezanos bajan en 319 votos en comparación con las elecciones de 2019, y de las 12 mesas, pierden respaldos en todas salvo en la de Lamela. Pero ese incremento es muy suave, solo de 3 votos.

Para el candidato socialista, Manuel Cuiña, los resultados que ha cosechado de forma generalizada el PSOE se deben “a que ha sido una campaña planteada de forma errónea por los partidos nacionales, se planteó desde el PSOE como si fuesen unas primarias. Así que podemos estar contentos con los resultados de Silleda, en vista de cómo han sido los gallegos”. Y es consciente de que el descenso también pudo deberse a la relajación o a la confianza en la mayoría absoluta lograda cuatro años atrás. “Si decimos que está hecho, perdemos”, es el lema de Cuiña.

Cuiña indica que su partido ha perdido apoyos, pero que también le ha ocurrido lo mismo al PP, el principal partido de la oposición, al pasar de los 2.098 a los 2.065, es decir, 33 menos. Su candidato, Ignacio Maril, quiere destacar que la formación ha ganado apoyos en el casco urbano de Silleda, donde estuvieron disponibles cuatro mesas electorales.

En Silleda hubo 1.800 electores que no acudieron a votar. Tanto Cuiña como Maril creen que tuvo que ver la tormenta de media tarde. “A las 14.00 horas iba un punto por encima de la participación de 2019, pero a las 18.00 ya estaba un punto y medio por debajo”, explica Cuiña.

Con seis de los trece concejales de la corporación, el PSOE mantiene una mayoría, pero no la absoluta, que era la meta primordial del PP. Ahora hay que pensar en si busca o no el apoyo del BNG para un gobierno estable de cara a los próximos cuatro años, como ya ocurrió entre los dos partidos en 2011, entre Paula Fernández Pena y Matías Rodríguez da Torre, aunque este fuese expulsado del ejecutivo dos años después. Cuiña ya contactó con Rey el domingo para felicitarla por los resultados, “pero antes nos tomaremos un par de días para asentar decisiones”, remarca.

Subida generalizada del BNG

Sobre ese pacto con los dos ediles electos del BNG, Erea Rey y Xerardo Díaz, Cuiña indica que el PSOE trasdezano, al ser la lista más votada, “puede gobernar solo, pero hay que mirar lo mejor para los silledenses, ya sea un pacto o acuerdos puntuales”.

Desde la otra parte de este posible acuerdo, Erea Rey mencionaba ayer la tremenda satisfacción de su partido al conseguir dos concejales, una circunstancia que no se da desde al menos 2007. Desde esa fecha, el partido ha tenido un único representante en la corporación. El Bloque sube en 300 votos y mejora su representación en seis puntos porcentuales. Lo hace porque mejora en todas las mesas, salvo en la de Graba, donde la caída es tan solo de cuatro apoyos. Ayer, al ser preguntada sobre esas posibles negociaciones con el PSOE para conformar un gobierno estable de izquierda en Silleda, Erea Rey indicaba que “primero queremos reunirnos las personas del partido para analizar los resultados y ver cómo queremos encauzarlos”. También, añade, aguardarán a ver qué pasos van a dar “las otras organizaciones políticas” del municipio.

Maril: “Estuvimos a punto de lograr el sexto edil”

Y es que no hay sintonía solo entre PSOE y BNG. Desde las filas populares, Ignacio Maril recuerda que tanto el PP como la anterior concejala del Bloque, Tania Cornado, coincidían en cuestiones como reclamar para el pleno competencias que el PSOE, tirando de su mayoría absoluta, había desplazado a las juntas de gobierno.

Como decíamos, el PP bajó en solo 33 votos en relación a 2019. Ha mejorado en mesas como la del casco urbano, Graba o Laro. Mantiene los cinco concejales que ya había cosechado en 2015 y 2019, pero a punto estuvo de conseguir el sexto, una incertidumbre que se mantuvo casi hasta el final del recuento, como indica el líder, Ignacio Maril. Muestra su satisfacción por los resultados, porque al margen de echar abajo la mayoría absoluta del PSOE, quedó en evidencia “que los socialistas tienen un proyecto agotado” y que con estos resultados “hay muchas cosas que van a cambiar, en aras de la transparencia y que son necesarias mudar”, recalca.