Tomás Villarroel, el portero que canta

El cancerbero del Disiclín Balonmán Lalín posee una voz extraordinaria, planea ofrecer algún concierto “íntimo” y espera poder probar como vocalista de una orquesta

Villarroel (izqda.) y el profesor Aismel Veiga, ayer, en las instalaciones de Musicalín.

Villarroel (izqda.) y el profesor Aismel Veiga, ayer, en las instalaciones de Musicalín. / BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Á. G.

Llegó a finales de 2020 a la capital dezana para reforzar la portería del Disiclín Balonmán Lalín de Plata desde su Argentina natal. Hoy, Tomás Villarroel se ha ganado el favor de los aficionados rojinegros pero también la admiración de los amantes de la música debido a sus dotes como vocalista. Su reciente versión del I’ll Never Love Again de Lady Gaga, que se puede ver y oír en las redes sociales de la academia Musicalín, muestra sus increíbles dotes como cantante. Su profesor Aismel Veiga explica en esa grabación que Villarroel “además de contar con un gran talento para el deporte, tiene una voz extraordinaria”.

El deportista hispanoamericano reconoce que “siempre me gustó cantar, sí, pero nunca me lo había tomado de esta forma. Cuando me vine de Argentina decidí aprovechar para hacer cosas que me gustan y que no había hecho hasta ahora. Empecé a cantar, a recibir clases y todo eso, y ahora sí”. Lo cierto es que el amor por la música pudo con todo en el caso de este argentino plenamente integrado en la vida de Lalín desde que fichó por los del Arena. “Desde noviembre estoy yendo a la academia de Musicalín. En Argentina tenía una profesora y ahora lo que hago es lo mismo pero con clases aquí”, asegura.

En cuanto a la elección del establecimiento de la calle Ramón Aller, Villarroel explica que “en realidad, fui a esta academia porque mi idea original era aprender a tocar el piano para hacer acompañamiento y todo eso. En Argentina, como digo, sí tenía profesora de canto pero cuando llegué a Lalín, Aismel Veiga, que es el profesor que tengo aquí, me dijo que no necesitaba clases de canto porque con lo que tengo me alcanza. En realidad, él quería que empezara a tocar instrumentos para acompañarme”.

La versión del tema de la diva neoyorquina forma parte de una lista de canciones que, de momento, son de consumo propio: “En Musicalín estamos haciendo un rotatorio de canciones para grabar y filmar pero sólo para tenerlo yo. Si en algún momento se da la oportunidad o se puede hacer, me gustaría poder hacer algún concierto más íntimo. Tengo que reconocer que hay mucha gente que me dice que doy el perfil de cantante de charanga y de orquesta. Además, me gusta bailar mucho y puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo. Siempre bromeamos con que podría cantar en alguna orquesta. Me encantaría poder probar”, aclara.

Con todo, el “debut” de Tomás Villarroel tras su fichaje por el Disiclín tuvo lugar durante el primer desplazamiento del equipo de Cacheda al pabellón de la Verneda en Barcelona para enfrentarse al San Martí Adrianenc. El portero hace memoria para señalar que “cuando llegué a Lalín mis compañeros del equipo ya sabían que cantaba porque me seguían a través de redes sociales y vieron que subía vídeos y todo eso. De hecho, el primer partido que jugamos fuera de casa, en Plata, y que viajamos a Barcelona, me hicieron cantar”. Villarroel bromea cuando se le pregunta si hoy, tres años después, sigue amenizando los viajes de los rojinegros: “Ahora ya no me lo piden. De hecho, me dicen que me calle porque ya canto demasiado”, indica un deportista que está pudiendo cumplir uno de sus sueños.

Más rhythm and blues y pop rock que tango

Villarroel posee un registró melódico que se adapta perfectamente a los tiempos medios y las baladas. De hecho, el propio argentino se define como un cantante “bastante romántico, en general. Me gusta cantar canciones melancólicas y bastante románticas”. De todas formas, al portero del Disiclín le tiran los sonidos propios de su generación: “Hay un género musical que se llama rhythm and blues, y que utiliza el inglés como idioma principal en sus canciones, que me gusta mucho. De todas formas, generalmente canto pop o rock pop porque me gusta mucho la música de los 80 y los 90. Incluso el country es un estilo que me gusta”.

Sin embargo, su procedencia porteña no ha hecho que demasiados temas de tango aparezcan en el variado repertorio de sus gustos musicales. A pesar de todo, Villarroel destaca que “hay una canción que me gusta mucho, que es Volver, y que la canto muchas veces, pero tengo que decir que en Argentina nuestra generación perdió un poco la costumbre de cantar tangos. No estamos acostumbrados a escucharlo ni tampoco a cantarlo. Es una lástima porque de hecho si me hubiera quedado en Argentina, intentaría introducirme en ese género musical”. Lo cierto es que con o sin tangos en su repertorio, este joven deportista argentino espera poder demostrar su talento musical interpretando canciones con las que se encuentra más a gusto.

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