Rosas a la luz de las velas

La parroquia de Cereixo celebra las fiestas de Santa Rita con la tradicional procesión de las antorchas, en la que no faltaron las flores que representan a la milagrosa santa

La festividad se acompañó de la concurrida procesión de las antorchas, con un recorrido de un kilómetro.  | // PATRI FIGUEIRAS

La festividad se acompañó de la concurrida procesión de las antorchas, con un recorrido de un kilómetro. | // PATRI FIGUEIRAS / Ana cela

Ana Cela

Ana Cela

Es la patrona de las causas imposibles y también la santa simbolizada por una flor tan emblemática y hermosa como la rosa. Los estradenses salieron este lunes de la iglesia de San Paio portando los tradicionales pétalos bendecidos y también pudieron desplazarse hasta el templo de San Xurxo de Cereixo, donde desde hace más de 60 años se celebra –con devoción y vistosidad a partes iguales– la festividad de Santa Rita como uno de los días grandes de esta parroquia de A Estrada. En este caso las rosas pusieron el aroma para una noche a la luz de las velas.

Sobre estas líneas, Santa Rita con la iglesia de Cereixo al fondo. Derecha, los santos “invitados” en sus andas.  | // PATRI FIGUEIRAS

Velas y rosas se sumaron a la procesión. / Patri Figueiras

En Cereixo, la celebración de Santa Rita comenzó el 14 de mayo, con el inicio de la novena solemne. Hace dos años se apostó por conmemorar las 60 décadas de las fiestas de Santa Rita en este enclave estradense ‘invitando’ a santos procedentes de otras parroquias. De este modo, cada uno de los días de la novena Santa Rita compartía el protagonismo con uno de estos santos y, rematada la misa, salían juntos en procesión. Sin embargo, como la irrupción de la pandemia restó concurrencia, se apostó por mantener este formato de novena. Este año los santos desplazado a la ‘casa’ de San Jorge fueron el San Juan de Liripio, San Lois de Orazo, Santa María de Aguións, Santo Anxo de Olives, San Blas de Vinseiro, San Benito de Montillón, San Miguel de Cora y la Virxe de Guadalupe de A Grela, la única imagen que repite todos los años en virtud de una suerte de “hermanamiento” entre este santuario de Codeseda y el de Cereixo.

Rosas a la luz de las velas

Participantes en la procesión de las antorchas. / Patri Figueiras

El lunes, día de Santa Rita, un total de 11 imágenes –a los santos invitados se sumaron la propia protagonista, el patrón de Cereixo y la imagen local de la Virgen de las Angustias– salieron en procesión. Lo hicieron a la luz de las antorchas que portaban los muchos participantes congregados. Muchos de ellos portaban rosas, además de la vela protegida del viento de las primeras horas de la noche. Los feligreses cogieron a los distintos santos, previamente colocados en hilera sobre sus andas. Todos juntos recorrieron el kilómetro en línea recta que separa la iglesia parroquial del cruceiro.

Rosas a la luz de las velas

Los santos "invitados" a Cereixo, sobre sus andas antes de salir en procesión. / Patri Figueiras

La luz de las velas se encargó de generar ese ambiente hermoso, solemne y casi misterioso a la concurrida procesión, el broche de oro para una novena que reunió, en cada una de sus nueve convocatorias, a una media de 200 personas por misa. Durante estas jornadas no faltó la música, ya que la organización ha incluido en el cartel de este año a los corros parroquiales de Paradela, San Miguel de Castro, Aguións, Curantes, San Pedro de Ancorados, Tabeirós, Arca y Santa Cristina de Vea, según indicó el concejal de Festas y uno de los más activos participantes en la organización de las celebraciones de Cereixo, Gonzalo Louzao Dono.

Rosas a la luz de las velas

Rosas a la luz de las velas / Patri Figueiras

¿Por qué las rosas? Se dice que la vinculación de esta flor con la patrona de las causas perdidas procede de que, estando ya gravemente enferma en su convento de Casia y próxima a la muerte, la visitó una pariente y le preguntó si podía servirla en algo. Rita contestó que cortase para ella una de las rosas del huerto de su casa. La mujer creyó que, dado que aquel estaba siendo un curdo invierno, deliraba por la enfermedad pero recordó el encargo. La curiosidad la impulsó a acudir al huerto, donde habría encontrado una hermosa rosa brotando en un rosal cubierto por la nieve.