Tu farola, mi faro

Las luminarias en A Estrada se convierten en marco para colgar las fotos de campaña de los cuatro candidatos, con 104 para PP, 54 para PSOE, 24 para Móvete y 13 para BNG

Cartelería ya arrancada en un panel informativo, empapelado al completo con el cartel del BNG.  | // A.C.

Cartelería ya arrancada en un panel informativo, empapelado al completo con el cartel del BNG. | // A.C. / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Las pegadas de carteles ya no son lo que eran, al menos para el común de la ciudadanía. Cierto es que acostarse tarde –cuando se trabaja al día siguiente– solo por ver cómo los diferentes partidos políticos encolan y colocan las fotos de campaña de sus candidatos es una alternativa interesante para quienes se sienten más apegados al equipo de campaña que para aquellos que tienen claro su voto o que prefieren seguir consultándolo a conciencia con la almohada. Por simbólico que sea este momento, son cada vez menos los ciudadanos que se animan a ver cómo está el ambiente en los lugares en los que comúnmente se dan cita las distintas fuerzas que participan en la pugna electoral. Para quienes no se hayan ni enterado de que la campaña ya está en marcha, A Estrada amaneció ayer convertida en un auténtico álbum de fotos de los cuatro candidatos a la Alcaldía.

Lógicamente, la colocación de cada uno de los carteles no se rige ni por la doctrina de pilla pillota ni por principios arbitrarios. Los distintos partidos redactaron un acuerdo que remitieron a la Junta Electoral de Zona, distribuyendo farolas y paneles para fijar propaganda electoral de manera acorde a la representatividad que tienen en la corporación municipal, en base a la decisión democrática de las últimas elecciones municipales. Resulta obvio que esta distribución porcentual deja a unos con mucho y a otros con muy poco.

Farola y paneles en la Casa das Letras con los carteles electorales.  | // A.C.

Farola y paneles en la Casa das Letras con los carteles electorales. | // A.C. / Ana Cela

En el casco urbano estradense se acordó que únicamente podrán colocarse carteles electorales en determinadas farolas y en los paneles que se instalan en el antiguo Edificio José Antonio, la actual Casa das Letras. En cuanto a las luminarias, se estableció que podrían colgarse banderolas electorales en 195 báculos, los correspondientes a la travesía urbana de la N-640 –avenidas de Pontevedra y Benito Vigo, hasta llegar a As Colonias–; de la Rúa 56 hasta Figueiroa y toda la Avenida de Santiago. Queda fuera de este acuerdo y, por tanto, no estaría permita, la pegada de carteles en mobiliario urbano ni en cualquier otro elemento de la vía pública.

En total, de las 195 farolas reservadas como marco para las fotos de campaña, la imagen del alcaldable del PP, José López Campos, puede figurar en 104, mientras que para los carteles del líder del PSdeG-PSOE, Luis López Bueno, se reservan 54. Para la única mujer candidata en estas elecciones, Mar Blanco Casais por Movemento Veciñal Estradense (Móvete), hay otras 24 farolas y el BNG tendría 13 para su candidato, Xoán Reices.

Tu farola, mi faro

Carteles colocados en un panel informativo, muchos arrancados en la tarde de ayer. / Ana Cela

En cuanto a los paneles en la Casa das Letras, completamente empapelados en la jornada de ayer, el PP se lleva más de la mitad de los tablones, con 11 para pegar sus carteles. El PSOE tiene seis y Móvete, tres. El peor parado vuelve a ser el BNG, al que solo le corresponde uno. Quizás esta comparativa haya llevado a algunos simpatizantes del Bloque a colocar carteles en lugares en los que, en base al citado acuerdo, no estarían permitidos, caso de algunos paneles informativos o portales. Parte de esta cartelería lucía ayer arrancada y volaba por la calle Iryda aupada por el viento.

En el rural la cosa cambia. No se podrán utilizar farolas, solo los tablones colocados en cada parroquia y divididos en cuatro partes iguales. Aunque la voluntad, al menos de inicio, sea buena, no cabe duda de que la colocación de la propaganda electoral termina levantando alguna ampolla. Y es que, donde muchos ciudadanos ven solo una farola, los partidos políticos ven estos días un faro.

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