La EGA defiende la sostenibilidad y coexistencia de eólicos y animales

Ante las recientes protestas contra la instalación de parques eólicos en los montes de Galicia, a las que se sumaron varias asociaciones de las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes, la Asociación Eólica de Galicia EGA ha querido pronunciarse para dar su versión. Según esta “la conciliación amable de los parques eólicos con los animales domésticos es una evidencia que se constata en muchos lugares de Galicia”. En este sentido, desde el colectivo acercan que “un territorio significativo es el curro de As Laceiras, ubicado en la localidad ourensana de Carballeda de Avia, cuyos vecinos y propietarios de los montes organizan la fiesta cada verano, con la colaboración del Concello, desde hace casi veinte años, en perfecta armonía con los aerogeneradores”. Asimismo, aseguran que “los propios caballos pasan y cruzan por el medio de las máquinas. Y jamás ha habido ningún problema ni discrepancia. Es más, en otros concellos las empresas eólicas permiten que los pastizales lleguen hasta el borde del molino, a diez metros aproximadamente”. Otro de los ejemplos que mencionan es Muras, “el municipio gallego con mayor número de turbinas, acaba de ser incluido en la Red Española para el Desarrollo Sostenible como ejemplo de convivencia entre eólicos y vecinos” afirman.

Por otra parte, defienden que “la implantación en los montes asegura que los caminos estén limpios y accesibles –en muchos casos, gracias a la instalación del parque, se abren sendas que franquean el paso a zonas cerradas o tupidas–, cumpliendo además la función de cortafuegos.” “Sin ir más lejos, hace un mes en la parroquia de Galdo (Viveiro) una línea de evacuación eólica contribuyó de forma determinante a detener un peligroso incendio forestal. El secretario de la comunidad de montes, Darío García, señalaba que la línea eléctrica, que recorre un camino de 50 metros de ancho, evitó que ardiese más monte, además de facilitar el acceso a los equipos de extinción” completan.

Así pues, desde EGA insisten en que “la convivencia con el medio rural, acreditada durante casi treinta de años en Galicia, es esencial para las promotoras eólicas”. Y en que “además, el desarrollo de la industria del viento es imprescindible para todos, porque las renovables solo suponen el 25% de la energía primaria usada en Galicia; es decir, seguimos teniendo una enorme dependencia de los combustibles fósiles, que comportan la mayor fuente de emisiones de gases contaminantes y causantes de la emergencia climática”. Una afirmación que señalan, está respaldada por el Observatorio Galego de Acción Climática, iniciativa ciudadana de reciente creación. La hoja de ruta de la Comisión Europea y el Gobierno de España apuntan a darle la vuelta a estos porcentajes en 2030, o sea, el 75% de la electricidad tiene que proceder de fuentes renovables. Y la propia Xunta de Galicia autorizó esta semana, con las correcciones correspondientes, la construcción de los parques que disponían de la declaración de impacto ambiental favorable.

Por último, sentencian que “el desarrollo renovable, particularmente el eólico, está vinculado al desarrollo industrial de Galicia y es determinante en la recuperación económica, debemos tener conciencia de lo que nos estamos jugando, porque el negacionismo es letal para nuestro futuro.