Ochenta kilómetros de luces y sombras

A Estrada abrió hace dos años diez rutas de senderismo con salida y llegada en el casco urbano | Tras las últimas críticas, las recorremos todas para analizar su estado y puntos fuertes

Señales de ruta.

Señales de ruta. / Bernabé / Javier Lalín

Dos años después de su puesta en marcha, deben quedan pocos estradenses de mediana edad que no realizasen en su totalidad o al menos en parte algunas de las diez rutas de senderismo creadas por el Concello de A Estrada con salida y llegada en el casco urbano. Con ese punto de partida, no se puede negar que estas rutas han sido todo un éxito y que están cumpliendo con el objetivo que fueron creadas, promover hábitos saludables y una vida más activa entre los vecinos. No está mal para empezar, pero lo cierto es que estas rutas han logrado mucho más.

Por un lado, han permitido a los vecinos descubrir bellas zonas del municipio que estaban a solo un paso y por otro han recuperado senderos que hoy se mantienen abiertos gracias en gran medida al paso constante de senderistas.

Sin embargo, desde su puesta en marcha no han faltado críticas. Hay quien cuestiona las rutas y lugares elegidos, mientras que otros se quejan de la señalización. La mayor parte de estas protestas vienen por la falta de mantenimiento de los trazados. Llegados a este punto, hemos decidido recorrer los casi 80 kilómetros de rutas (79,85 en concreto) de estas diez rutas para constatar si estas críticas son justificadas.

Notable alto

Adelantándonos al final, se podría decir que sí, pero no. Las rutas tienen problemas en zonas puntuales –especialmente las más largas–, también se podría revisar y ampliar la señalización y en algunos puntos no vendría mal un desbroce. Pese a todo, estos caminos –entendidos como rutas de senderismo y no como rutas del colesterol– se llevan un notable alto, que cobra fuerza por la importante labor de dinamización que realizan.

Para justificar esta afirmación más en detalle lo hacemos analizando una por una las rutas, ocho de las cuales están nombradas por los puntos cardinales –norte, sur, este y oeste–, con una variante corta y una larga en cada caso. A ellas hay que unir la Ruta de las Eléctricas y la Ruta de la Zona Deportiva. Desde el Concello dieron a todas ellas calificaciones de fácil o moderado, aunque en general son rutas tirando a duras, algo entendible ya que en A Estrada, tires para donde tires, siempre vas a encontrar cuestas.

Cabe recordar que para realizar estas rutas están disponibles los tracks pero también hay la opción de hacerlas a través de Wikiloc, mucho más aconsejable si quieren un guía paso a paso. En nuestro caso, las completamos corriendo y sin ningún tipo de referencia para poder ver cómo cumplen su función las señalizaciones.

rutas deza W

rutas deza W / Hugo Barreiro

Ruta Norte 1 y 2

Su variante corta podría considerarse, con permiso de la Ruta de la Zona Deportiva, como una de las más utilizadas por los vecinos. La opción 1 deja una ruta fácil, con un agradable paseo a orillas del río por Figueiroa, seguido de bonitas zonas por Toedo. Cabe señalar sin embargo que muchos de los que utilizan esta ruta lo hacen de manera parcial, recorriendo solo algunos de sus tramos. De esta manera evitan la parte más fea de carretera. La ruta corta tiene una extensión de 6,88 kilómetros de poca dureza. Gran parte de su recorrido coincide con el de la ruta larga, de 11,57 kilómetros. La ampliación de la ruta nos lleva por los montes de Aguións, con varios giros inesperados y alguna que otra posibilidad de perderse si no se hace con los tracks. Coincide además en puntos con la Ruta de las Eléctricas, algo que no ayuda en este sentido. De las rutas largas puede ser la más fácil de hacer, especialmente corriendo. En general, ambas rutas están muy bien cuidadas, salvo alguna zona de la ruta larga que necesitaría algo de limpieza de vegetación y basura, además de alguna señalización que falta. Cabe señalar que una parte de esta ruta coincide con el Camiño da Geira e dos Arrieiros hacia Santiago.

Ruta Este 1 y 2

Con la de Figueiroa, la más fácil de las propuestas ofertadas por el Concello. La ruta corta tiene una distancia total de 4,76 kilómetros. Baja hacia la playa fluvial de Liñares por senderos y cruza la Nacional para regresar a la villa por Lagartóns. Entre sus puntos fuertes, el paso junto a la Torre y el Pazo de Guimarei, permitiendo verlos desde un punto de vista diferente, y la posibilidad de conocer senderos poco habituales, como el tramo final hasta la Estación de Autobuses, en la que es la entrada a la villa del Camiño da Geira e dos Arrieiros. La ruta larga tiene una distancia de 9,64 kilómetros. Añade a la anterior un tramo de bajada hasta la playa fluvial de Liñares y un paso más largo por Lagartóns. Esta opción incrementa los tramos de carretera en detrimento de los senderos y no aporta mucho a nivel estético. Cabe lamentar que la ruta se queda a solo unos metros de atravesar el antiguo puente sobre el río Liñares, lo que podría haber sido un reclamo más. Al igual que ocurre con la anterior, su estado general es bueno, aunque le falta alguna placa en las señalizaciones. En estos días es necesario realizar un amplio rodeo en la ruta larga por unas obras que se están realizando en el camino por la zona de la playa fluvial. Sin duda una buena opción, especialmente en su variante corta.

Ruta Oeste 1 y 2

La ruta corta, de 5,98 kilómetros, coincide en gran parte con la Ruta de la Zona Deportiva, precisamente en su parte más bonita. Esta va desde la bajada tras la Agasp para terminar llegando a la parte trasera del frontón. Continúa después hacia Figueiroa, encontrando por el camino algunos puntos complicados. En especial destaca en su parte final una zona de cuesta arriba por la que baja el agua de la lluvia. Esto origina que crezca mucho la vegetación y cueste atravesarla sin mojarse y pincharle. El paso de vecinos y la búsqueda de alternativas ha provocado que se abriese un camino por una finca anexa. Antes de llegar a este punto encontramos varios árboles de grandes dimensiones que debemos bordear y alguna zona embarrada junto al río. En este tramo también se registraron varios desprendimiento de tierra, dejando una mala imagen por la aparición de vertidos. Además, en el tramo final de la Ruta de la Zona Deportiva, también se encuentra un punto problemático, en la llegada a la rúa de la Cultura tras la panadería. Se trata de una zona a cuidar y mejorar. Antes de llegar a este punto, la ruta corta sube hacia el viejo Hotel Summa, por un camino poco conocido que tiende a llenarse de maleza. En cuanto a la ruta larga, esta no tiene mucho más recorrido, ya que son 7,2 kilómetros, pero cambia mucho en cuanto a su dureza. El trazado sube por la carretera vieja tras la fábrica de Martínez Otero, larga y con una gran pendiente, para volver a bajar de nuevo por un sendero y terminar enlanzando con la corta. Este tramo a mayores no tiene ningún problema a destacar.

Ruta Norte 1 y 2

Debemos decir que la Ruta Norte 2 es la única de las diez que no logramos completar. Quien puso a esta ruta la categoría de dificultad moderada es de los que ven el vaso medio lleno. Son 12,31 kilómetros con una subida inicial de unos siete kilómetros desde Ouzande hasta el Monte Cabalar que son una sucesión interminable de rampas imposibles. Sin embargo, ese no fue el principal problema. Superando ya el ecuador de la ruta y disfrutando de las vistas desde las alturas, nos topamos con una valla metálica que impedía el paso desde el 15 de abril hasta el 1 de julio. Coincidía en una bifurcación, así que tomamos el otro camino entendiendo que era el bueno. Más de un kilómetro después nos topamos con otra valla similar, así que no nos quedó más remedio que emprender el camino de vuelta por el mismo sitio. En el caso de la ruta corta, de 5,14 kilómetros, es más fácil, aunque mantiene la larga y dura subida desde Ouzande, difícil de entender, ya que se podría haber optado por subir por la zona de los molinos, mucho más bonita. En este caso le daríamos un suspenso por los problemas y por no haber aprovechado mejor las opciones que daba el Monte Cabalar.

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Uno de los problemas que se repite en las diez rutas de senderismo tiene que ver con las señalizaciones instaladas por el Concello. Se trata de un tótem de madera con placas orientativas de dirección y distancia hasta el destino, que tienen además un código QR para poder descargar la ruta en el móvil.

El problema es que algunas de estas señalizaciones han perdido las placas con el paso del tiempo. En otras, la maleza las ha absorbido y cuesta verlas. Luego están otras que directamente han desaparecido, como ocurrió en el caso de Aldea Grande, en Aguións, donde no se repuso tras un asfaltado de viales.

Hay quien critica también su ubicación, aunque, recorriendo las rutas, se puede ver un patrón que ayuda a entenderlas.

Paso del río Liñares por Aguións. Bernabé

Paso del río Liñares por Aguións. / Bernabé

El problema de la Ruta de las Eléctricas, sin puente para cruzar el Liñares

La Ruta de las Eléctricas puede considerarse como la oferta estrella entre las propuestas planteadas por el Concello. Se trata de un recorrido de 12,47 kilómetros, lo que la convierte en la más larga de las tres. Se trata además de un viejo proyecto del gobierno local, que quería crear un sendero que uniese el casco urbano con una de las zonas más bonitas, la de la fábrica de la luz de Pina.

Esta ruta tiene de todo, empezando con una dureza justa a pesar de su longitud. Desde la bajada por Figueira, al paso por Aguións y finalmente todo el recorrido por los cañones que en esta zona de Paradela recorre el río Liñares, regresando de nuevo hacia el pueblo por una ruta alternativa, igualmente bella. La bajada hasta la fábrica de la luz, con sus interminables y empinadas escaleras, es el gran atractivo que redondea esta ruta, que sin embargo tiene un problema muy grave.

Tras terminar nuestro paso, con foto incluida por la fábrica, nos disponemos a cruzar el río hasta Paradela por la zona marcada en la ruta, pero no hay puente para hacerlo. Quienes quieran completar la ruta tendrán que mojarse, algo que no parece muy buena idea en épocas del año en las que el río baja con fuerza por las lluvias. Otra opción, la que escogimos, venir otro día y completar la vuelta desde el otro lado. El Concello sigue analizando opciones para solucionar este problema, aunque por el momento sin éxito.

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