Unos colegiales fieles al Camino

El colegio Santa María Asumpta de Badajoz lleva más de una década peregrinando a Santiago

Los jóvenes en Silleda, ayer por la mañana.  | // XAN SALGUEIRO

Los jóvenes en Silleda, ayer por la mañana. | // XAN SALGUEIRO / nerea couceiro

Empieza la temporada alta para el peregrinaje y los concellos de Deza y Tabeirós que cuentan con parada en los itinerarios del Camiño ya notan como la estampa de mochileros con chalecos reflectantes y bastones de senderismo se vuelve cada vez más común.

Por las calles de Silleda, por ejemplo, paseaban y retomaban aliento ayer un grupo de 17 jóvenes y cuatro profesores que realizan estos días el Camiño da Prata, desde Ourense. Se trata del alumnado de primero de bachiller del colegio concertado Santa María Asumpta, de Badajoz, que cada año realizan este itinerario con los estudiantes que empiezan esta última etapa del instituto.

Uno de los profesores, Julio Lavado, ya es el séptimo año que realiza este itinerario, por lo que ya está familiarizado con el, aunque reconoce que antes de sumarse al cuerpo docente, el centro ya realizaba esta actividad aunque siguiendo el Camiño Portugués desde Tui. Este cuenta que el programa de este peregrinaje está dividido de la siguiente forma “salimos de Badajoz en tres furgonetas de pasajeros hasta Ourense y desde allí comenzamos a caminar”. En total realizan cinco etapas, desde Ourense a Cea, de Cea a Dozón, de Dozón a Silleda, de Silleda a Ponte da Ulla y desde aquí directamente a Santiago, lo que implica que ayer ya estaban en el ecuador de su jornada y que mañana deberían llegar al destino: la hermosa Praza do Obradoiro.

Ayer pasaron la noche en el concello trasdezano, en el Albergue Turístico, para descansar del día de senderismo y exploración por la zona. Por supuesto, no podía faltar una visita a la Fervenza do Toxa, cuya cascada ayudó a los jóvenes a relajarse en la naturaleza y refrescarse después del esfuerzo realizado los tres días anteriores.

Lavado asegura que “al ser chicos y chicas jóvenes, están llevando bien el Camino, ellos cargan con su propia mochila y quitando algunas ampollas en los pies, gaje del peregrino, hasta ahora no ha habido mayor problema”. De todos modos, la comitiva no camina sola, sino que llevan una furgoneta de refuerzo para poder recargar agua y comida.

Esta actividad sirve para que el alumnado no solo tenga la oportunidad de viajar con los compañeros y conocer sitios nuevos, sino que también les ayuda a descubrir su instinto de superación, la voluntad y lo gratificante de conseguir un objetivo tras realizar un gran esfuerzo.

Por suerte para ellos, además, estos días el tiempo ha sido amable, con temperaturas agradables y cielos despejados, que hicieron de las tres primeras etapas retos más manejables. No obstante, la lluvia sí está previsto que visite durante los últimos días de su peregrinaje, aunque Julio comparte que “contábamos con que fuese a llover, si de cinco días que pasamos en Galicia no llueve ninguno, nos sorprenderíamos”.

La excursión des estos estudiantes de Badajo se dará por finalizada mañana, cuando por fin consigan llegar a la meta, la Praza del Obradoiro: “después de escuchar la misa de las doce, comeremos por ahí y emprenderemos el viaje de vuelta”, por lo que la estancia en Compostela será corta. Finalmente, si bien estos grupos grandes de jóvenes son cada vez más habituales, siempre es un gusto acogerlos a su paso hacia la capital gallega, con la esperanza de que su estancia en los concellos de las comarcas sea lo suficientemente agradable como para dejarles ganas de repetir.

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