Los más grandes de A Estrada

Sin mascarilla, sin distancia, sin miedo. Los años de pandemia fueron una auténtica tortura para muchos mayores de A Estrada, que en la jornada de ayer volvieron a reunirse en torno a una mesa para saborear el homenaje que anualmente les brindaba la institución municipal. En realidad, hizo falta bastante más de una mesa, ya que el evento reunió al mediodía de ayer en el pabellón Manuel Coto Ferreiro a más de 400 personas para compartir un almuerzo de confraternidad. A él asistieron los más grandes de A Estrada.

El Concello abrió esta actividad a la participación de todos los mayores empadronados en el municipio que hubiesen cumplido los 65 años (bastaría con que un miembro de la pareja asistente tuviese esta edad para cumplir el requisito). La organización puso a disposición de los asistentes un servicio de autobús de carácter gratuito para el traslado de ida y vuelta al lugar del almuerzo, cuyo precio se fijó en 18 euros para parejas y en 10 para las personas que acudieron al evento de manera individual.

Había ganas de hablar. Muchas. Los mayores disfrutaron del encuentro como lo hacen siempre, aprovechando la oportunidad de reencontrarse con amigos de juventud, de esos tiempos mozos y no tan mozos, compartiendo anécdotas y recuerdos de vivencias juntos.

Como es habitual, el Concello de A Estrada aprovechó la ocasión para rendir un homenaje público a los vecinos de mayor edad del municipio que presentes en este evento. La comensal con más experiencia de vida resultó ser Concepción Olegaria Muiños Cabaleiro, vecina de la parroquia estradense de Moreira, de 91 años. Concepción nació el 1 de julio de 1931, de manera que unos meses soplará 92 velas en su tarta. Junto a ella se entregó un detalle al varón asistente con más primaveras. Se trata de Armando Carracedo Pena, de la parroquia de Rubín y de 90 años. Armando vino al mundo un 26 de abril de 1932, de tal manera que en poco más de un mes le tocará cumplir los 91. Ambos demostraron que se encuentran en plena forma, y disfrutaron del almuerzo y del reconocimiento de todos los presentes.

Arropando a los mayores estuvieron el alcalde, José López, la edil de Benestar Social, Amalia Goldar, el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, y diversos ediles estradenses. No faltó la música, ni las ganas de marcarse un baile.