Ludopatía, entre la adicción y el negocio
Lalín y A Estrada suman cinco establecimientos dedicados al juego y las apuestas | Hay máquinas en la mayoría de locales hosteleros | Preocupa su normalización y fácil acceso

Una persona juega en una tragaperras. | // PILAR CORTÉS / nerea couceiro
La ludopatía es conocida comúnmente como la adicción al juego. Se trata de una enfermedad mental que según la psicóloga lalinense Ana García García “afecta no solo al que la sufre, sino también a su entorno, que generalmente acaba por rendirse y abandonarlo”. Entre los dos principales concellos de Deza y Tabeirós-Montes, que serían A Estrada y Lalín, hay cinco negocios dedicados exclusivamente a las apuestas y al juego, sin contar con la presencia de tragaperras en prácticamente todos los locales de hostelería, así como las también prolíficas máquinas de casas de apuestas deportivas como Bwin.
El acceso a este tipo de recreativos es sencillo e incluso se podría decir que está normalizado, hasta el punto de que se ve con mejores ojos que otras adicciones, “la gente ve peor un problema con las drogas, porque atenta directamente a la salud de quien lo sufre, que una adicción al juego, sin tener en cuenta que a la larga esta genera soledad, importantes problemas económicos y otras afecciones asociadas”, explica García.
Dar con un diagnóstico de ludopatía es fácil, pero lo complicado es que la persona ludópata busque ayuda: “tienden a autoengañarse, piensan que lo tienen bajo control y que la solución está en sus manos”. No obstante, ¿cómo puede saber alguien que tiene un problema con el juego?. La psicóloga dezana expone la siguiente sintomatología: “cuando se convierte en una necesidad y la persona siente que tiene que hacerlo para calmar un sentimiento de ansiedad, es indicador de que ya hay adicción. El caso se vuelve más grave si se pierde dinero, llegando incluso a mentir y a pedir prestado a familiares o personas cercanas para poder seguir apostando”.
En cuanto a si existe un prototipo de individuo con predisposición a padecer este tipo de enfermedad, la facultativa responde que “generalmente afecta más a hombres que a mujeres, pero está presente en ambos sexos. Empieza como una tontería y acaba convirtiéndose en algo muy serio”.
Población joven
De hecho, una de las cuestiones que más preocupa a nivel social es la popularidad de este tipo de actividades entre la población joven “en mi consulta, muchos menores de edad que vienen por otros problemas reconocen que han apostado o jugado en alguno de estos recreativos” afirma. Es precisamente su normalización y la accesibilidad sin límites lo que podría resultar en una tendencia al alza de esta afección en edades tempranas, aunque a este nivel fuentes de la Guardia Civil de Pontevedra aseguran que existen formas de prevenir y controlar que esto ocurra “si en una inspección encontramos a un menor en estos establecimientos, o usando estas máquinas, inmediatamente se sanciona económicamente al empresario”, si bien por el momento, esta situación no se ha dado en la zona, según comparten.
Como se mencionaba antes, es muy habitual que en un establecimiento hostelero cualquiera haya una máquina tragaperras. En cuanto a la ganancia que estas generan hay que decir que se parte de un coste cero por instalarla y a raíz de ahí, mensualmente deben pagarse unas tasas a la Xunta de Galicia, que rondan el 20% y lo restante se divide a la mitad entre la empresa propietaria de la recreativa y el hostelero. Un ejemplo de lo que genera tragaperras lo pone el empresario Javier Rey, propietario de cuatro negocios en la villa estradense. Cuenta que la media está actualmente en unos 800 euros al mes, solo para el bar. Es decir, 1.600 antes de repartir con la empresa, y cerca de los 2.000 previo pago a la administración autonómica. Por otra parte, el hostelero estradense ha notado “una bajada importante últimamente, tenemos máquinas que no dan ni un duro”. Bajo su punto de vista, esto podría tener que ver con la inflación y la falta de poder adquisitivo de la población “si a penas llega el dinero para ir al supermercado, no van a meter en la tragaperras”. De hecho, Rey comparte que en el presente, la máquina a la que más ganancia le saca genera unos 300 euros mensuales.
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