La avenida Xosé Cuiña tiene las nuevas canalizaciones casi listas

Cuñarro dice que las obras “avanzan a buen ritmo” | Los pasos de peatones contarán con un sistema de iluminación inteligente

La avenida Xosé Cuiña, en obras.

La avenida Xosé Cuiña, en obras. / Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

Una de las fases más importantes de la reforma de la avenida Xosé Cuiña, la canalización de los servicios urbanos, está “prácticamente rematada”, anuncia el concejal de Obras, José Cuñarro. Las nuevas redes estarán “sobredimensionadas”, con el fin de dar servicio a toda la urbanización futura que pueda surgir al amparo del SUE-3 y “como eje vertebrador capaz de organizar el crecimiento urbano de Lalín en esta zona”. En esta línea, el saneamiento dispone de separación de aguas pluviales y fecales y está preparado para conectarse al futuro tanque de tormentas.

Con respecto al abastecimiento de aguas, se instalaron dos líneas de fundición, una por cada lado de la calle, con el fin de garantizar el servicio en caso de existir cualquier problema en un margen. A mayores, quedará hecha la preinstalación de suministro de electricidad, también con canalizaciones a ambos lados que permitirán soterrar todo el cableado de futuras urbanizaciones. De igual modo, quedarán dispuestas las tuberías de telecomunicaciones y de gas natural.

El ámbito de la acera –de cuatro metros de ancho–, del carril bici –de 2,2 metros– y las jardineras está prácticamente terminado. “Solamente faltan por conformar las bajadas de la avenida hacia el Paseo do Pontiñas, a la altura del puente que cruza el río”, apunta Cuñarro. En concreto, las aceras están rematadas desde la fachada del Lalín Arena hasta la rotonda de O Regueiriño. En los próximos días quedará pavimentada el área peatonal de bajada al río y, en breve, se rematará el tramo de la calle Habana que fue necesario abrir para la dotación plena de servicios. También se acometerán las aceras que unen la zona del concello con la rotonda de Donramiro.

El ámbito de circulación presentará dos carriles de subida y dos de bajada, separados por una mediana arbolada. Para aumentar la seguridad peatonal, se dispondrán pasos elevados complementados con la iluminación inteligente de la avenida. Así, en el momento en que un viandante se acerque al paso de peatones, el fuste de la farola se iluminará de color amarillo de forma intermitente y se incrementará su potencia lumínica para facilitar la visibilidad del caminante. Cuñarro sostiene que este sistema es “muy necesario por el hecho de que se une la zona urbana de Lalín con el complejo deportivo, lo que significa que pasan por ese lugar cientos de personas al día”.

El proyecto de urbanización de la avenida Xosé Cuiña, entre las rotondas de Donramiro y O Regueiriño, está enmarcado en la estrategia Lalín Ssuma 21, cofinanciada en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), mediante el Programa Operativo de Crecimiento Sostenible 2014-2020.