Crespo, sobre la Gran Praza: “Preferimos que sea de uso público y no para viviendas”

El alcalde reafirma ante medio centenar de vecinos “la total legalidad” del plan | “Es normal que no haya proyecto, ni siquiera tenemos claro todo lo que queremos hacer”, dice

José Crespo, Raquel Lorenzo y Javier Bugallo explicaron a medio centenar de vecinos el proyecto de la Gran Praza. |  // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

José Crespo, Raquel Lorenzo y Javier Bugallo explicaron a medio centenar de vecinos el proyecto de la Gran Praza. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / x.salgueiro/s.soutelo

x.salgueiro/s.soutelo

Otro de los asuntos debatidos en el pleno de ayer, a través de sendas mociones de Compromiso y del BNG, fue el proyecto de la Gran Praza, que promueve el gobierno lalinense y que motivó la víspera una reunión con los vecinos. El alcalde, José Crespo, y la concejala de Urbanismo, Raquel Lorenzo, acompañados del asesor urbanístico municipal, Javier Bugallo, explicaron a medio centenar de vecinos todos los detalles de la Gran Praza y aclararon las dudas que fueron surgiendo. También reafirmaron la “total legalidad” del proyecto impulsado por el gobierno local, que había sido cuestionada por el Bloque.

“Estamos en el mundo al revés –inició Crespo su intervención–. En lugar de presumir de un proyectazo que estamos convencidos de que va a transformar el centro de Lalín, parece que tenemos que andar a la defensiva ante las falsedades e infundios que está soltando la oposición”. Reprochó a sus rivales políticos que les critiquen por no haber avanzado más con el proyecto pero, al mismo tiempo, “ahora que damos pasos importantes, también nos dan leña por eso”.

Después de hacer un repaso de los antecedentes y los acuerdos a los que se llegaron con los propietarios de los terrenos, el regidor aclaró dos temas que la oposición “intentó colocar” al vecindario. De este modo, reiteró que la compra se va a efectuar “en cuatro anualidades” y que el Concello de Lalín “tiene capacidad para hacerlo”. En cuanto a la ejecución del proyecto, “una cosa es lo que cueste en total y otra lo que le vaya a costar a los lalinenses”. En este sentido, anunció que habrá “mucha gestión” para conseguir fondos de otras administraciones, que “es algo que ellos, ya lo demostraron en el cuatripartito, son incapaces de lograr”.

Aclaró que “es normal que no haya proyecto todavía”, pues “ni siquiera tenemos claro al 100% y al detalle todo lo que queremos hacer”. Lo que sí tienen claro en el PP es que prefieren que sea “un terreno público, para uso público, con jardín, zona de juegos infantiles, un parque cubierto, etc., y no una zona para construir viviendas”. Ahora “estamos en una fase inicial, que ya me gustaría haberla hecho en el primer año de mandato, pero con la pandemia no se pudo”, señala Crespo. Después vendrá la fase de derribo de las casas, de negociación con el Casino, de hacer el proyecto y de buscar financiación, como se hizo con el Pazo de Liñares.

Javier Bugallo defendió la total legalidad de la operación y en su exposición indicó que “no es necesaria la modificación del PXOM para la compra de los terrenos ni para ejecutar el parque y la zona de ocio, porque los usos a los que serían destinados los terrenos ya están contemplados en el documento urbanístico marco y, por tanto, no se necesitaría ningún tipo de modificación de los usos del suelo”. El técnico municipal indicó en la reunión que los terrenos de la Gran Plaza –incluidos en el Área de Reparto 26– corresponden a “uso característico residencial recogido en la ordenanza 3.1 en la que están permitidos, entre otros, los espacios libres y zonas verdes de los tipos A y C, que se corresponden con parques y jardines públicos y áreas de juego y recreo de niños y, por tanto, permitirían la creación de la plaza”, aclaró a los presentes.

Otra cosa es que, después, “para el desarrollo de este ámbito se decida acometer una modificación puntual del Plan Xeral al objeto de integrar en un ámbito único de la misma cualificación urbanística, como espacio libre y zonas verdes, la totalidad de los 9.000 metros cuadrados que conforman la Gran Praza, que en estos momentos está compuesta por tres ambientes distintos: unos de viario, otro de espacio libre, y otro correspondiente a la AR-26”. De hecho, a medida que se consigan los terrenos, matizó Crespo, lo primero que se hará “será calificarlos como zona verde para que no haya vuelta atrás en que ese espacio sea para todos los lalinenses”.

En el turno de preguntas, los vecinos se interesaron por cómo se incorporará la calle X a todo el entorno y si se permitirá el acceso a los garajes por esa vía. También hubo alguna petición, como que se incorpore a la planificación la avenida Luis González Taboada en el tramo colindante a la plaza.

El alcalde dice que el anuncio de 2019 era una idea, no un proyecto

En el pleno, Crespo volvió a insistir que los pagos serán en cuatro años, a contar desde el presente. Con los dos millones que se ahorran en alumbrado público en cuatro años, ya se podrían casi cubrir esos 2,5 millones de los terrenos. Hay un acuerdo verbal con los dueños, y sobre él se está redactando un documento que se pasará a las familias. Las mociones de Compromiso y BNG se debatieron juntas, aunque se votaron por separado y las dos salieron en contra. A preguntas de Cuiña, Crespo ni dio plazos ni el coste de la Gran Plaza, ya que para ello “antes hay que tener los terrenos y después el proyecto”. Sobre este punto, reiteró que en 2019 lo que presentó en campaña electoral no fue un proyecto sino “una idea, una infografía”. Apostillo que en un futuro “igual le ponéis mi nombre a la plaza, cuando me vaya para el otro barrio”.

Cuiña: “Podría dejar que se queme a lo bonzo”

Compromiso pedía en su moción que se paralizase el proyecto y que fuese el gobierno resultante de las elecciones del 28-M quien decida si sigue o no con esta idea. Su coordinador, Rafael Cuiña, y el portavoz del BNG, Francisco Vilariño, dejaron claro que esta dotación puede tener un coste político para Crespo, pero “nunca interrumpas a ningún enemigo cuando está cometiendo un error”, añadió Cuiña, parafraseando a Napoleón. Y puede ser un error la Gran Plaza si vuelven las reglas fiscales y Lalín, que ahora tiene una deuda de 9 millones (en 2015 era de 6 y entonces este proyecto ya era impensable) tiene que enfrentarse a pagar en cuatro años también la Casa de Álvaro, los incrementos del personal de la RPT y los inmuebles cedidos en Mouriscade. A ello se suma “la situación en que va a quedar el Concello, con una liquidación que da miedo por el incumplimiento del presupuesto”.

Propuesta del PSOE

Cuiña, que expuso todos estos riesgos aunque bien podría obviarlos “y dejar que Crespo se queme a lo bonzo”, respaldó la propuesta de Román Santalla de hacer una encuesta entre los ciudadanos, ya que el PSOE maneja otra alternativa “más sostenible”. Santalla alertó también de que Patrimonio puede no autorizar el derribo de las casas y del Casino.

Vilariño: “Ustedes son una auténtica inmobiliaria”

Igual que Rafael Cuiña, Francisco Vilariño lamentó que Crespo ahora no dé datos del coste de la obra ni qué va a haber en la Gran Praza. “Son proyectos que condicionan la estabilidad económica de los vecinos y benefician solo a unos pocos”. Si Cuiña hablaba de miedo con esta operación, Vilariño siente pánico, y no duda de definir al concello como “una auténtica inmobiliaria”.

El portavoz del BNG pedía la comparecencia de Crespo y recordó que, mientras gobernaba el cuatripartito “ustedes nos pidieron que non tomásemos ciertas decisiones”, y en este proyecto que puede rebasar los siete millones, “¿no merece un acuerdo de las fuerzas políticas?” se preguntó. Crespo se avino a tener una reunión de portavoces, algo que ahora no tiene lógica tras la sesión con los vecinos, apostilló Cuiña, Y si Crespo apeló al dúo Dinámico y su Resistiré, por las sucesivas críticas a sus proyectos, Cuiña comparó las pocas concreciones del regidor con las Maniobras de escapismo de Love of Lesbian.